Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)
Capitulo 10.
L a situación de esta parábola Cristo Puerta y Pastor parece estar en relación de contraste con los anteriores pasajes de los fariseos. Tendrían un cierto valor polémico. Contra el monopolio de la rectoría espiritual de éstos sobre el pueblo al que apartaban de Cristo Mesías , va a contraponer Cristo que es él la única Puerta para ir, en la hora mesiánica, al pueblo, y el único Pastor al que han de seguir todos, como rebaño, para salvarse l
La parábola del Buen Pastor, 10:1-21.
El evangelista, después de hacer el primer relato, en el que se traza una estampa de la vida pastoril, destacándose en él la puerta del redil y características del pastor de las ovejas, dice que Cristo les dice esta paroimía.
El evangelista, después de exponer el primer cuadro (v.1-6), dice que Cristo habló esta ???????? (cf.
Jua_16:25-29;
Eco_39:3; etcétera). Esta palabra griega traduce la hebrea marshal, que abarca, genéricamente, todo tipo de sentencias: enigmas, parábolas, alegorías, proverbios, etc. Con este amplio sentido aparece en el ? .? . (
2Pe_2:22)2. Se ve que aquí es un género mixto de alegoría 3 y parábola alegorizante 4. Ya que la estructura fundamental es el de una narración verosímil, excepto algún detalle puesto en orden a la alegorización. Como ésta ha de explicarse, es Cristo el que luego la va a alegorizar en un doble aspecto: el de la Puerta y el del Pastor.
La división primaria de ella es la siguiente:
1) Cuadro descriptivo parabólico (v.1-6).
2) Aplicación de la misma .... Cristo puerta (v.7-10).
Cristo pastor (v.11-18).
1
En verdad, en verdad os digo que el que no entra por la puerta en el aprisco de las ovejas, sino que sube por otra parte, ése es ladrón y salteador; 2
pero el que entra por la puerta, ése es pastor de las ovejas. 3
A éste le abre el portero y las ovejas oyen su voz, y llama a las ovejas por su nombre y las saca fuera; 4
y cuando las ha sacado todas, va delante de ellas, y las ovejas le siguen, porque conocen su voz; 5
pero no seguirán al extraño; antes huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños. 6
Les dijo esta semejanza; pero no entendieron qué era lo que les hablaba. La imagen supone un redil, un seto de ovejas en el campo. Según la costumbre palestina, están hechos con un muro de piedra o con una simple empalizada de madera. Un guardián, que aquí llama portero, por la importancia alegórica que va a tener la puerta, vela durante la noche para defender el rebaño de posibles robos. Los pastores suelen retirarse del redil, y hasta, en ocasiones, ir a la tienda, donde les espera, acampada, su familia.
Si el pastor tiene que entrar en el redil, entra por la puerta, que le abre el destacado portero (??????? ). En cambio, el que pretende venir para robar o hacer una venganza en las ovejas de su vecino, ése lo hace calladamente; no entra por la puerta; entra por otra parte. Es ladrón (??????? ), que usa de astucia, y salteador (?????? ) que usa incluso de violencia. Ambas expresiones son, de hecho, sinónimas y pleonásticas (
Abd_1:5), para expresar el robo y bandidaje.
El pastor, que entra por la puerta del redil por la mañana, va a sacar sus ovejas. Es frecuente que en un redil se guarden las ovejas de diversos dueños.
El pastor, cintrando, llama a sus ovejas. Estas conocen su voz y su llamada característica. Y hasta llama a sus ovejas por su nombre. De este detalle escribe Lagrange: Es aún el uso de los pastores de Palestina, como nosotros lo hemos comprobado frecuentemente.5 Recientemente todavía los pastores palestinos dan nombres a los principales animales de su rebaño 6.
Así llamadas y reagrupadas en torno suyo, las saca. Y, cuando ya están fuera, él se pone delante de ellas, a diferencia del uso de Occidente, en que los pastores suelen ir detrás. Y, llamándolas, nuevamente le siguen, porque conocen su voz. En Oriente, el pastor llama de tiempo en tiempo a sus ovejas a su presencia lanzando un grito agudo. Ellas conocen su voz y le siguen; pero, si un extraño lanza el mismo grito, se paran al punto y levantan la cabeza, como alarmadas. Si se repite este grito, se revuelven y huyen, pues no conocen la voz del extraño. Esto no es un adorno., sino un hecho. 7
Terminada la exposición de este modo, dice el evangelista que los oyentes, sin duda fariseos, no entendieron qué era lo que les hablaba. Si toda parábola o alegoría exige saber qué es lo que con ello se quiere enseñar o ilustrar, los fariseos, rectores espirituales de Israel, no podían sospechar que ellos fuesen salteadores espirituales del rebaño que estaba guardado en el redil de Israel. Cristo va a exponerlo.
Robinson piensa si en este relato no se encontrarán fusionadas dos parábolas. La primera, v.l-3a, trataría del portero; la segunda, v.3b-5, del pastor 7.
1) Cristo es la Puerta. 10:7-10.
7
De nuevo les dijo Jesús: En verdad, en verdad os digo: Yo soy la puerta de las ovejas; 8
todos cuantos han venido eran ladrones y salteadores, pero las ovejas no les oyeron. 9
Yo soy la puerta; el que por mí entra se salvará y entrará y saldrá y hallará pasto. 10
El ladrón no viene sino para robar, matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y la tengan abundante.
Cristo comienza identificándose, alegóricamente, con la puerta del redil. Este es Israel (v.16). El esla puerta de las ovejas. Pero el contexto exige que se refiera no a las ovejas, Israel, que entren o salgan por él, con el valor semita que esto tiene, sino a los pastores que se acercan o quieren regir, religiosamente, a Israel. Escritores antiguos interpretaban la puerta como el lugar por donde habían de pasar las ovejas (íg. De Antioquía, Ad Phil 9:1; Hermas, Pastor, comp. 9:12:3). Pero la contraposición está muy acusada entre los que vinieron antes de él, y a los que las ovejas no los oyeron; porque, siendo él la Puerta, tienen que entrar por él esos a los que las ovejas no oyeron; pues esos ladrones del v.8=al ladrón del v.10, está contrapuesto a las ovejas. El es, pues, la puerta para ingresar, lícita, digna y provechosamente, a regir el rebaño religioso de Israel (
Jua_21:15-17). Pero sucedió que todos los que vinieron 8 a esta obra de rectoría religiosa eran ladrones y salteadores. Pero, aunque vinieron con estas pretensiones, las ovejas no les oyeron. ¿Quiénes eran éstos? Naturalmente no se refiere a la legítima autoridad del A.T., puesta por Dios. Se sostienen dos opiniones:
a)
Los falsos mesías. Se alega para esto que no pueden ser los fariseos, pues estaban ya en el redil de Israel, por lo que no tenían que forcejear para entrar, y, siendo de hecho los rectores, no se puede decir que hacían violencia en su rectoría. Y, de hecho, el pueblo judío los seguía, los oía. Por exclusión deben de ser los falsos mesías, de los que se registran varios 9. Estos venían a Israel con una función mesiánica. Pero no podían venir rectamente. Sólo fueron para Israel, y los hechos lo demostraron, ladrones y salteadores.
b)
Los fariseos. Si la vinculación de este pasaje no es histórica con la discusión y condena de la ceguedad de los fariseos, del capítulo anterior, a propósito de la curación del ciego de nacimiento, al menos tiene una manifiesta vinculación literaria. Y, por tanto, de propósito del autor contra los fariseos.
No se refiere Cristo, probablemente, a los que vinieron a Israel en estadios muy anteriores a El,
sino que, con el Mesías presente, ya no cabía otra licitud para ir religiosamente a Israel que por medio de El.
Y para confirmar que los fariseos, en general, vinieron a ser para Israel ladrones y salteadores, que boicotearon el ingreso del pueblo
en la fe de Cristo Mesías en el redil cristiano de Israel , basta leer los evangelios, y concretamente dos secciones de Mt y Lc, que son dos cuadros terribles a este propósito (
Mat_23:1-36;
Luc_11:39-52; cf.
Jer_23:1.2, etc.).
El mismo Cristo se compadecerá, un día, de las muchedumbres, que, desorientadas religiosamente, estaban fatigadas y decaídas, como ovejas sin pastor (
Mat_9:36).
Mientras que el ladrón del rebaño no entra por la puerta del redil, porque entra clandestinamente para perjudicar, así aquí, en cambio, siendo El la puerta, el que entra en el rebaño de Israel por medio de Cristo, que es con su fe y autoridad, ése será salvo, irá y vendrá, y encontrará pasto.
La frase ir y venir es un semitismo bien conocido, con el que se expresa las libres idas y venidas en la vida ordinaria (
Num_27:17;
Deu_28:6;
1Sa_29:6, etc.;
Hec_1:21), con el buen suceso o éxito en una empresa.
En íntima unión con esta frase parece ha de interpretarse la primera: será salvo. Entendido de los pastores que entran al rebaño de Israel, en el contexto, este será salvo, mejor que significar que, entrando así, no se deberá temer del juicio de Dios por esta obra rectora (
Jua_3:17;
Jua_5:24-29;
Jua_12:47;
1Jn_2:28;
1Jn_4:17), parece ser sinónimo de los versículos posteriores, y venir, nleo-násticamente, a indicar la facilidad que encontrará en su misión y el buen éxito de su empresa.
Por eso, encontrará pasto, el buen pasto espiritual, para su rebaño. Era metáfora ya usada en el A.T. para expresar una vida abundante y garantizada (
Isa_49:9ss;
Eze_34:14;
Sal_23:2).
Y el motivo de estas facilidades en la misión de los pastores que entran al rebaño de Israel por Cristo-Puerta, y los buenos y saludables pastos que encontrarán para sus ovejas, es que Cristo no vino como los salteadores, que vienen para matar el ganado, sino que vino para que tengan vida, y la tengan abundante.
Al entrar por Cristo-Puerta, reciben de El lo que necesitan para su oficio pastoral. Y como ellos han de dispensar al rebaño la vida eterna, que es la que Cristo dispensa (v.28; cf.
Jua_3:16.36;
Jua_5:40;
Jua_6:33.35.38; etc.), así se les dispensará esta vida que Cristo comunica, y se la dará abundantemente,
que es la vida que generosamente da Cristo (
Mat_25:29;
Luc_6:38).
La Vulgata vierte por el comparativo más abundantemente (abundantius); pero el texto griego no pone el comparativo, sino el positivo abundantemente (???????? ). Que es lo que exige el contexto, ya que la comparación se establece entre la vida que dispensa Cristo y sus pastores y la obra de los salteadores y ladrones del rebaño. Pero éstos no confieren ninguna. Luego la vida que dispensa Cristo no es más abundante que la que comunican los otros, sino que es, simplemente, abundante.
En todo el pasaje está clara la enseñanza de que en la Iglesia habrá pastores secundarios del Príncipe de los pastores (
1Pe_5:4), distintos del rebaño, habilitados, capacitados por
Cristo para esta misión, y que para conducir el rebaño han de tener autoridad y todo lo que supone este apacentamiento espiritual,, que es dispensar la vida: enseñanza, sacramentos, gobierno. Es la enseñanza latente de la jerarquía y sacerdocio cristianos. Por el contrario, el que se acerca al rebaño sin entrar por Cristo, es ladrón y salteador; no está capacitado por Cristo para su oficio; por eso su obra, que en el contexto son los fariseos contemporáneos de Cristo, no es otra que venir para robar, matar y destruir (v.10)
la fe en Cristo, y, en consecuencia, la vida, que sólo El dispensa. Se pensó sobre el posible origen de donde se toma esta imagen de la Puerta. Se dice que de la gnosis precristiana, donde la puerta es de uso muy frecuente. Se citan las Homilías pseudode-mentiras (III 52), pero éstas son de época cristiana, y están influidas por
Jua_10:7.9. Otros piensan en el
Sal_118:20 (LXX): Esta es la puerta del Señor, los justos entrarán por ella. De este mismo salmo, los v.22 y 26
son citados como mesiánicos en los evangelios (
Mat_21:42 par. y
Mar_11:9 par.). Acaso pudo haber sido sugerido por este salmo mesiánico: sería Puerta mesiánico-divina.
2) Cristo es el Buen Pastor, 10:11-18.
11
Yo soy el buen pastor; el buen pastor da su vida por sus ovejas; 12
el asalariado, el que no es pastor dueño de sus ovejas, ve venir al lobo y deja las ovejas y huye, y el lobo arrebata y dispersa las ovejas, 13
porque es asalariado y no le da cuidado de las ovejas. '4
Yo soy el buen pastor y conozco a las mías, y las mías me conocen a mí, ! 5
como el Padre me conoce y yo conozco a mi Padre, y pongo mi vida por las ovejas. 16
Tengo otras ovejas que no son de este aprisco, y es preciso que Yo las traiga, y oirán mi voz, y habrá un solo rebaño y un solo pastor. 17
Por esto el Padre me ama, porque Yo doy mi vida para tomarla de nuevo. 18
Nadie me la quita; soy yo quien la doy de mí mismo. Tengo poder para darla y poder para volver a tomarla. Tal es el mandato que del Padre he recibido. El segundo cuadro que Cristo presenta, alegorizando la parábola base, es anunciarse El como el buen pastor.
El se presenta como el Pastor, el bueno. Con ello quiere decir que en El se encuentran las condiciones eminentes de un pastor; es decir, de un pastor espiritual digno de este nombre. Y dos veces va a usar aquí este tema, en el que expresará varios aspectos de su obra de buen pastor.
1) La primera es que el buen pastor da su vida por sus ovejas. Si en absoluta exigencia moral no se exigiese tanto, con ello
se expresa la solicitud del Buen Pastor, Cristo, apuntándose con ello elementos alegóricos. Acaso esté inspirado en lo que David, tipo del Mesías, cuenta de sí mismo cuando era pastor: que perseguía al león o al oso que le había robado una oveja, hasta quitársela de sus fauces (
1Sa_17:34-36; cf.
Eze_34:23;
Isa_31:4).
Pero frente al buen pastor está el pastor asalariado, que no puede tener, naturalmente, esta estima por el rebaño. Y así, al ver venir al lobo, que es el enemigo tradicional de las ovejas 10 (
Eco_13:21;
Isa_11:6;
Mat_10:16;
Luc_10:3), abandona el rebaño, poniéndose a salvo, y el lobo las arrebata y las dispersa.
Algunos Padres (San Agustín, San Crisóstomo) y varios autores pensaron que en el pastor asalariado se significaba a los fariseos, y en el lobo, que arrebataba y dispersaba las ovejas, se significaba al diablo. Tratándose fundamentalmente de una parábola alegorizante, se ve ya que no todos los elementos exigen una interpretación alegórica. Aunque en el ? . ? . se usa la imagen de lobos rapaces para indicar las infiltraciones heréticas (
Hec_20:28ss), aquí parece ser un elemento más para la descripción del tipo, como no pasan, probablemente, de serlo los osos y los leones que David mataba (
1Sa_17:34-36). No lo es, en cambio, el ver en la pintura del pastor asalariado, no un simple recurso literario de contraste, sino una alusión intencionada a los malos pastores de entonces en Israel, los fariseos, ya que instintivamente se piensa en ellos por la estructura del pasaje.
Frente a estos malos pastores, que huyen ante los peligros de su rebaño,
Cristo es para su rebaño de Israel el buen pastor, que de tal manera lo vigila y apacienta, que hasta llega a dar su vida en provecho de sus ovejas. Lo que aquí dice, sapiencialmente, como condición de todo buen pastor, con el que se identifica, será tema que lo expondrá ampliamente luego (v.15; c.17.18). Es la enseñanza y profecía de la muerte redentora de Cristo.
2) El segundo aspecto de su obra de buen pastor es
el conocimiento que El tiene de sus ovejas, lo mismo que el que ellas tienen de El. Y esto en su doble aspecto: a) las ovejas de Israel; b) las de los gentiles.
Yo soy el Pastor, el bueno,
y conozco a las mías (ovejas)
y las mías me conocen a mí,
como el Padre me conoce a mí
y yo conozco al Padre.
Entre Cristo y sus ovejas hay un conocimiento recíproco. Pero el conocimiento universal y sobrenatural de Cristo a las ovejas de su rebaño está muy acusado. No es por alguna señal externa, sino por algo más íntimo, más profundo y auténtico, basado en una semejanza de como el Padre y el Hijo se conocen, que no es solamente por un conocimiento intelectual, sino por un conocimiento a la vez intelectual y amoroso. No se trata aquí de las relaciones
metafísicas del Padre y el Verbo, sino de las relaciones mutuas del Padre y el Hijo encarnado conocimiento y amor recíproco de ambos (
Mat_11:27 par.) , que es el tema del evangelio de Jn, y cómo podrá el Hijo dar su vida por las ovejas (v.15c). Jn dice en otro pasaje, suponiendo este conocimiento amoroso: El que ama es nacido de Dios ya Dios conoce. El que no ama no conoce a Dios (
1Jn_4:7.8;
Jua_15:15;
Sal_1:6, etc.). Calcado este conocimiento y amor en el conocimiento amoroso del Padre y del Hijo encarnado, se sigue que, en sus ovejas, este conocimiento es sobrenatural, y este amor es de candad.
Estas ovejas aman a Cristo como al Hijo de Dios encarnado. Si en el fondo de todo este conocimiento amoroso hay una predestinación (
Jua_6:44.65), lo que resalta inmediatamente es la ternura con que Cristo conoce y ama. Y son las ovejas que conocen su voz (v.3c), y El va delante de ellas en su vida y las llama por su nombre. Así llamó a sus apóstoles e incluso materialmente a Pedro, cambiándole el nombre y preguntándole un día por su amor (
Jua_21:15ss), lo mismo que llamó por su nombre a María Magdalena (
Jua_20:16).
Pero, diciendo aquí que conoce a sus ovejas, y que éstas, y no habla de otras, le conocen, al modo amoroso que indica, hace ver que se refiere a sus discípulos. Es ya un conocimiento amoroso actual. Por tanto, saben quién es El el Hijo de Dios ; y así le aman. Y amándole como a tal, le siguen: son sus discípulos. Es ya el conocimiento postpentecostal en ellos, y la teología de Jn extendida a la Iglesia.
3) Un tercer aspecto de la obra de este Buen Pastor es que tiene que extender su solicitud a la universalidad del rebaño (v.16). Por eso proclama con el ansia del verdadero Buen Pastor:
Y tengo otras ovejas que no son de este redil,
y a éstas es preciso que yo las conduzca y que oigan mi voz;
y serán un rebaño (??? ?????? ), un pastor (??? ?? (??? ).
Las otras ovejas, contrapuestas a las que ya tiene en el redil del cristiano Israel, el redil que estaba bajo la conducción del Pastor divino, son los gentiles.
Muriendo por todos (
Jua_11:52), conviene (??? ) pero en el sentido de ser necesario, como es tan frecuente en Jn, por ser los planes de Dios (
Jua_3:14.30;
Jua_9:4;
Jua_12:34;
Jua_20:9) que a todos los tenga en su rebaño; que oigan, eficazmente, su voz (
Jua_5:25;
Jua_18:37;
Jua_3:29), que le conozcan amorosamente, como las ovejas cristianas del otro redil, a fin de que El las conduzca como rebaño único, que El guía a la vida eterna (v.28), que abundantemente (v.10) les da. Y así no habrá más que un Pastor, el único, el Buen Pastor, que conduce al cielo, a la vida, a un único rebaño, compuesto de los fieles de Israel y de todo el mundo. Es a un tiempo la enseñanza de la vocación universal de las gentes y la profecía de su incorporación al rebaño de Cristo. Es el tema que Juan se complace en destacar (
Jua_11:51.52).
Pero esto era dar también cumplimiento a las profecías mesiánicas sobre la función pastoral del Mesías.
Lo que era un modo de evocar sobre sí el valor mesiánico de las profecías, y, al conectarse con ellas, presentarse como el Mesías-Pastor. Así se decía, por ejemplo, del Mesías-Pastor:
Suscitaré para ellas un pastor único, que las apacentará.
Mi siervo David (el descendiente, el Hijo de David;
Mat_21:9),
él las apacentará,
él será su Pastor (
Eze_34:23).
Ni parece improbable que también se quiera aludir con ello a la divinidad de Cristo, ya que Yahvé es presentado reiteradamente como el Pastor de su pueblo.
4) Un cuarto aspecto de Cristo, el Buen Pastor, es que da su vida en provecho (???? ) de las ovejas (v.15c). En esta expresión está manifiesta la alusión
a su muerte sacrificial redentora (
Jua_6:51;
1Jn_3:16).
Pero en los v.17 y 18 se alude a tres aspectos de esta muerte de Cristo.
Uno es el aspecto triunfal de su muerte:
muere para resucitar. En el evangelio de Jn, la hora de Cristo, más que el aspecto de su muerte, es ésta, pero como paso para su triunfo en la resurrección (
Jua_11:23-33;
Jua_17:1-5). Da ahora su vida para tomarla de nuevo.
Otro aspecto de su muerte es la libertad con que muere. Nadie le quita la vida por fuerza, sino que El la da libremente. Más ansia que los enemigos por llevarle a la cruz, la
tiene El para así glorificar al Padre (
Luc_12:50).
Tanto para dar su vida como para tomarla de nuevo resucitado, el Padre le dio potestad. Esta potestad (??????? ) que tiene del Padre es el poder disponer de ella; sin su consentimiento, nadie hubiese podido quitársela. Es tema que Jn se complace en destacar repetidamente en su evangelio (
Jua_13:3a;
Jua_14:31;
Jua_17:19;
Jua_18:4;
Jua_19:30). Igualmente se recoge en otro pasaje una alusión al poder de Cristo en la obra de su resurrección, puesto en función de este pasaje: Destruid este templo su cuerpo ? en tres días lo levantaré (
Jua_2:19).
Por último, se expone que, para esta obra, Cristo tiene un mandato del Padre. Cristo en toda su obra no hace más que obedecer el plan del Padre. El mismo dirá, valorando este mandato recibido: Si guardáis mis mandatos,
perseveraréis en mi amor, así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre y persevero en su amor (
Jua_15:10;
Jua_12:49;
Jua_15:12.13). Es la doctrina que el ? . ? . enseña sobre Cristo: su obediencia a los mandatos del Padre (
Flp_2:8;
Rom_15:19;
Heb_5:8).
Y así, por esta obediencia y sumisión total a los planes del Padre, por todo esto, Cristo está siendo también siempre amado por el Padre (
Jua_5:20).
En este pasaje se enseñan las cuatro notas de la Iglesia, del rebaño de Cristo:
a)
Una: Será un solo rebaño.
b)
Santa: Cristo da la vida para que tengan vida abundante.
c)
Católica: Al redil cristiano de Israel se añaden las ovejas de la gentilidad.
d)
Apostólica: Es menos expreso. Pero habrá otros pastores secundarios, de los cuales, los primeros fueron los apóstoles.
Toda la enseñanza de este concepto de Iglesia rebaño se desenvuelve bajo el concepto de un rebaño sensible, pues es social, y para eso tiene sus pastores.
Valoración originaria de esta parábola alegorizante.
La parábola primitiva v.1-6 fue dicha contra los fariseos. En la hora mesiánica sólo se entra en el reino por Cristo y sólo se pastorea a los fieles por delegación de El. Acaso haya sido ésta la enseñanza fundamental de la parábola primitiva. ¿Lo es también la doble alegorización de Cristo?
En principio no puede negarse. Pero se ve, sin embargo, en la doble redacción una concepción y desarrollo de la teología de San Juan, aparte de su vocabulario, aunque el fondo de los cuadros sea semita; pero Jn lo es.
Esto hace pensar, como en la alegorización posterior de otras parábolas de Cristo, por parte de la Iglesia primitiva en los sinópticos, que aquí haya unaalegorización por parte de Jn de la parábola primitiva, siguiendo la línea homogénea de la misma, y en la que hay sentencias de Cristo; v.gr.,Yo soy el Buen Pastor, para precisar bien la doctrina en la crítica situación por la que pasaba la Iglesia de sus días. Nacían entonces las primeras herejías, aludidas en el ? . ? . Jn mismo llamará a sus fautores anticristos (
1Jn_2:18), que salieron de nosotros (
1Jn_2:19), y que ha escrito esto (a la Comunidad) sobre los que os engañan (
1Jn_2:26).
No eran, pues, esos secuaces cristianos los que entraban así en el rebaño de Cristo, ni lo podían pastorear en su nombre. Jn no hacía más que matizar, adaptándola a esta situación nuevo-analógica, la parábola primitiva de Cristo contra los fariseos.
Ni sería esto otra cosa que un caso particular de todo el evangelio de San Juan, que es el desarrollo de un sentido pleno de la enseñanza de Cristo,
con un enfoque característico a la luz pospentecostal, y destacándose, en orden a los gentiles,
la universalidad de la redención 10.
3) Diversas reacciones ante estas enseñanzas de Cristo,1Jn_10:19-21.
19
Otra vez se suscitó desacuerdo entre ellos a propósito de estos razonamientos. 20
Pues muchos de ellos decían: Está endemoniado, ha perdido el juicio; ¿por qué le escucháis? 21
Otros decían: Estas palabras no son de un endemoniado, ni el demonio puede abrir los ojos a los ciegos. Evangelista pone las diversas reacciones entre los judíos a propósito de estas enseñanzas. Se produjo entre ellos desacuerdo.
Para unos, fariseos, a quienes especialmente se dirigía, la reacción era la esperada. Hostil. Y llamarle loco y endemoniado. Para ellos, sólo un insensato podría ir en contra de lo que pensaban. Por endemoniado podían querer decirle lo que en otras ocasiones: que obraba en virtud de Satanás (
Mat_12:44ss) .
Pero otro grupo de personas, probablemente fariseos del tipo de Nicodemo, que creían en El a causa de sus milagros (
Jua_2:23-25;
Jua_3:1.2), empiezan a abrir los ojos a la luz de Cristo. Les mueve a ello la grandeza de su doctrina, pero también los milagros. Se alude al milagro del ciego de nacimiento.
Se reconoce que fue milagro y que sólo Dios pudo hacerlo. El resaltar que el demonio no puede abrir los ojos a los ciegos, alude, seguramente, a la vieja insidia lanzada por grupos de fariseos, según los cuales Cristo obraba sus prodigios en virtud del príncipe de los demonios (
Mat_12:24ss par.), y a la que Cristo refutó irrebatiblemente.
La luz iba alumbrando a muchos ciegos de alma en Jerusalén.
Enseñanza en la fiesta de las Encenias,Mat_10:22-39.
El relato que pone Jn a continuación responde a un tiempo bastante alejado de los últimos acontecimientos. Va a tener lugar en los días de la fiesta de la Dedicación o de las Encenias. Los discursos anteriores debieron de estar más próximos de la fiesta de los Tabernáculos (
Jua_7:2; c.9). De ser así, entre ambas fiestas tenían que transcurrir unos dos meses, ya que la fiesta de la Dedicación se celebraba el 25 de Kasleu (nov.dic.), y la de los Tabernáculos en el mes de Tishri (sept.-oct.).
22
Se celebraba entonces en Jerusalén la Dedicación; era invierno, 23
y Jesús se paseaba en el templo por el pórtico de Salomón. 24
Le rodearon, pues, los judíos y le decían: ¿Hasta cuándo vas a tenernos en vilo? Si eres el Mesías, dínoslo claramente. 25
Respondióles Jesús: Os lo dije y no lo creéis; las obras que Yo hago en nombre de mi Padre, ésas dan testimonio de mí; 26
pero vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas. 27
Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen, 28
y yo les doy la vida eterna, y no perecerán para siempre, y nadie las arrebatará de mi mano. 29
Lo que mi Padre me dio es mejor que todo, y nadie podrá arrebatar nada de la mano de mi Padre. 30
Yo y el Padre somos una sola cosa. 31
De nuevo los judíos trajeron piedras para apedrearle. 32
Jesús les respondió: Muchas obras os he mostrado de parte de mi Padre; ¿por cuál de ellas me apedreáis? 33
Respondiéronle los judíos: Por ninguna obra buena te apedreamos, sino por la blasfemia, porque tú, siendo hombre, te haces Dios. 34
Jesús les replicó: ¿No está escrito en vuestra Ley: Yo digo: Dioses sois? 35
Si llama dioses a aquellos a quienes fue dirigida la palabra de Dios, y la Escritura no puede fallar, 36
de aquel a quien el Padre santificó y envió al mundo decís vosotros: Blasfemas, porque dije: Soy Hijo de Dios? 37
Si no hago las obras de mi Padre, no me creáis; 38
pero si las hago, ya que no me creéis a mí, creed a las obras, para que sepáis y conozcáis que el Padre está en mí, y Yo en el Padre.39
De nuevo buscaban cogerle, pero El se deslizó de entre sus manos. La escena pasa en Jerusalén, en los días en que se celebraba la fiesta de la Dedicación. El término griego significa innovar, y, en sentido derivado, consagrar o dedicar. En hebreo se llama la fiesta hanukkah (
Esd_6:16ss;
Dan_3:2), del verbo hanak, innovar, dedicar.
Esta fiesta tenía por objeto conmemorar anualmente la purificación del templo por Judas Macabeo, en el año 148 de los Seléucidas, que corresponde al 165 a.C., después de la gran profanación que de él había hecho Antíoco IV Epífanes (
1Ma_4:36-59;
2Ma_1:2-19;
2Ma_10:1-8).
Comenzaba esta festividad el día 25 del mes de Kasleu (nov.-dic.). La fiesta duraba ocho días (
2Ma_10:6). Tenía un ceremonial calcado en el de la fiesta de los Tabernáculos (
2Ma_1:9;
2Ma_10:6). Más tarde vino a caracterizarse por las luminarias (
2Ma_1:19-22), tanto que se la llamó, por antonomasia, la fiesta de las Luminarias 12. Pero no tanto por las luminarias cuanto por la luz de la libertad, según Josefo.
Para la fiesta de la Dedicación no era obligatoria la peregrinación a Jerusalén, como en las otras tres grandes fiestas de Pascua, Pentecostés y Tabernáculos 13.
La escena tiene lugar cuando Cristo se paseaba en el templo, por el llamado pórtico de Salomón. Así se llamaba a una sección del pórtico oriental 14. Estaba situado este pórtico en la parte exterior oriental del templo y dominaba un profundo valle, el Cedrón; sus muros medían 400 codos (sobre 200 metros), y estaba construido con blanquísimas piedras de sillería, cada una de las cuales medía 20 codos de largo (sobre 10 metros) y seis de alto (unos tres metros); era la obra del rey Salomón, 15 y el pórtico más antiguo de los conservados.
Probablemente, al referir que se estaba en invierno y que se paseaba Cristo por este pórtico, es que sería lugar acogedor en esta estación del año. Es además una indicación para los lectores de la gentilidad, para precisarles la época de esta fiesta.
En este escenario, un día de la fiesta de la Dedicación, los judíos, que son indudablemente, por su argumentación, los fariseos, lo rodean, lo estrechan así en un círculo para forzarle a una respuesta. Es lo que parece seguirse de todo el episodio, del tipo de argumentación farisaica insidiosamente usada y de su emplazamiento literario en este preludio final yoanneo de la muerte de Cristo. Las ideas, fundamentalmente, se repiten. Así le dicen y preguntan:
¿Hasta cuándo nos tendrás en suspenso?; literalmente: ¿Hasta cuándo (tendrás) levantada nuestra alma?; es decir: le preguntan hasta cuándo los va a tener en incertidumbre sobre algo que les interesa grandemente. Por eso concluyen: Si eres el Mesías, dínoslo claramente; y por el término griego usado aquí y en otros pasajes de Jn, probablemente significa, no sólo claramente, sino dicho con plena libertad (
Jua_7:13.26;
Jua_18:20).
Lagrange notó muy bien que Juan está, por eso, aquí perfectamente de acuerdo con los sinópticos sobre el secreto mesiánico, tan notable, sobre todo, en Marcos. 16
La respuesta de Cristo es que ya se lo dijo repetidas veces, no tomando la misma palabra de Mesías, pero sí con las obras, que, hechas en nombre de mi Padre, dan, por lo mismo, testimonio de El. Pero, a pesar de todo, ellos no creen. ¿Por qué? Cristo va a dar la razón honda de esto, al tiempo que, con este motivo, va a hacer una declaración terminante
de su divinidad. El razonamiento se puede sintetizar así:
No creen porque no son de sus ovejas,
pues éstas oyen su voz, por lo que se sigue
que por eso no perecerán, por eso no perecerán, [El las conoce, ellos le siguen.
El les da la vida eterna]
pues nadie las arrebatará de mi mano.
Y como esto (éstas) es don del Padre a Cristo,
nadie puede arrebatar nada del Padre.
Y el Padre y Cristo son una misma cosa en esto.
Varios son los puntos doctrinales de este pasaje. Son los siguientes:
1) En la fe en Cristo, y, por tanto, en sus obras, que son signos, si inmediatamente hay causas diversas, v.gr., malas disposiciones, temor de la luz (
Jua_3:19-21), espíritu terreno (
Jua_8:23), en el fondo de ello existe una predestinación. Braun ha escrito, comentando este pasaje: La doctrina de la predestinación no tiene que hacer nada aquí. 17 Pero esta afirmación va en contra del contexto del evangelio de Jn, en donde ya se dijo, a propósito de la incredulidad en Cristo, que nadie puede venir a mí si el Padre no le trae (
Jua_6:44; cf. 8:47), y contra el contexto inmediato, en donde se dice
que los que creen en El es don del Padre (v.29).
2) Cristo se presenta con un conocimiento sobrenatural y universal de sus ovejas; con un oficio de Pastor que llama a sus ovejas de modo real, aunque misterioso, porque aquéllas oyen su voz; con un poder vitalizador, pues les da la vida eterna (v.28); y se presenta dotado de un poder trascendente, pues nadie puede arrebatar de su mano estas ovejas.
3) Todo este rebaño espiritual es un don del Padre a El. Pero la formulación de este hemistiquio tiene una dificultad clásica de lectura y de interpretación. Son las siguientes:
a) Mi Padre,
el que (?? ) me dio a mi
es más grande que todo.
b) Mi Padre,
lo que (?? ) me dio,
es más grande que todo.
Críticamente, la pnmera lectura es admitida por muchos, apoyada en ? S L W, Vet. lat., Vulg., Tert., HiL, Ag. 18. Por crítica interna se ve que es lectura más fácil. Además deja sin complemento lo que el Padre dio a Cristo. La segunda es la ordinariamente admitida. En ella puede ser traducido el más grande por más precioso (
Mat_23:17.19). Así, su lectura es:
Lo que el Padre me dio es más
precioso que todo.
¿Qué es eso que el Padre dio a Cristo? A tres pueden reducirse las posiciones.
a)
La naturaleza divina. San Agustín es el primer representante de esta posición. 19. Entre los exegetas que le han seguido están Cornelio A., Knabenbauer, Patrizi, Lebreton. Con esta posición parece concordar lo que se dice en el concilio IV de Letrán (a. 1215): El Padre, generando eternamente al Hijo, le da de-dit su sustancia, conforme a lo que El mismo dice: Lo que me dio el Padre es más grande que todo. 20 Pero, como nota oportunamente Prat,se sabe que la prueba escrituraria no es definida con la doctrina que ella ilustra 21, y los autores católicos lo interpretan diversamente.
b)
El poder divino. Sería el poder divino que el Padre le había comunicado, tanto para hacer milagros como para conducir las ovejas y darles la vida eterna. Así Belser, Schanz, Tillmann.
Pero el contexto, como se verá, exige otra interpretación, distinta de estas dos propuestas. Cristo no iba a decir algo incoherente. Pues si aludiese a que este don del Padre era la naturaleza divina o el poder divino, ¿quién pretendería arrebatar del Hijo la naturaleza divina o el poder divino de que estaba dotado?
c)
Las ovejas que oyen su voz. Esta interpretación es exigencia del ritmo conceptual progresivo del pasaje. La garantía de que las ovejas que oyen su voz no perecerán es:
a) Que nadie las arrebará de mi mano, o poder.
b) Porque es un don que le dio el Padre, el cual don es más precioso que todas las cosas. Nada es comparable a la vida eterna, que Cristo dispensa (
Jua_17:1-4). El mismo lo dijo en otra ocasión: ¿Qué aprovecha al hombre ganar todo el mundo si pierde su alma? (
Mat_16:26;
Luc_9:25) 22.
c) Y de la misma manera que nadie puede arrebatar nada de la mano de mi Padre, que aquí son las ovejas, así tampoco se las puede arrebatar de las suyas.
d) Porque, en definitiva, Yo y el Padre somos una sola cosa.
Así, el pensamiento tiene un ritmo de desarrollo progresivo perfectamente lógico. Y conceptualmente encuentra otros pasajes paralelos en el mismo cuarto evangelio (
Jua_6:37.39;
Jua_17:24; compárese con
Jua_17:24).
4) Por último, Cristo, como garantía de este poder salvífico que tiene para sus ovejas, proclama su divinidad, diciendo: Yo y el Padre somos una cosa (?? ????? ).
Directamente se expresa esta unidad entre el Padre y el Hijo en el
poder. El Padre y el
Verbo encarnado son una sola cosa. Pero lo son no sólo como un profeta, en el plan, conocimiento y actividad de Cristo para su obra salvadora. Sino también, por razón de la persona divina,
tiene una unión ontológica divina con el Padre. Esta expresión encuentra su clarificación
en la oración sacerdotal, en la que Cristo pide al Padre que le glorifique con la gloria que tuve cerca de ti antes de que el mundo existiese (
Jua_17:5.24), lo mismo que en el prólogo, en el que se enseña abiertamente
que el Verbo, que se va a encarnar, era Dios. Y que éste es el intento del evangelista no cabe dudarlo después de lo que enseña en el prólogo, en la tesis de su evangelio, y por la reacción que recoge de los judíos fariseos que le oyeron, pues trajeron piedras de las que había allí mismo en el templo aún en construcción, y de las que se sirvieron los judíos en más de una ocasión para apedrear a la guarnición romana 23, para apedrearle como blasfemo, pues dijeron que tú, siendo hombre, te haces Dios (v.31-33).
Al argumentarle los fariseos, sacando la conclusión que encerraba su enseñanza, que se hacía Dios, quisieron apedrearle, puesto que este tipo de pena era el que correspondía a los blasfemos. Y el argumento que Cristo va a esgrimir contra ellos es éste:
En la Ley 23, que son los Salmos, pero que Jn cita así en otras ocasiones la Escritura (
Jua_7:49;
Jua_12:34;
Jua_15:25), se lee la siguiente personificación escenográfica: Dios cita a su juicio a los jueces inicuos, y para nombrarles y constituirles como tales, les dice: Yo dije: Sois dioses Elohím athem , todos vosotros hijos del Altísimo (
Sal_82:6). A los jueces, por recibir su poder de Dios (
Rom_13:1) y porque el juicio es de Dios (
Deu_1:17; cf.
Deu_19:17), se los llama, en esta mentalidad semita, dioses, por participadores de este poder divino (
Gen_1:27).
Partiendo de esto, Cristo va a usar un argumento a fortiori, de tipo rabínico, llamado del ligero y de grave (qal washomer) 24. Y así les argumenta: Si la Escritura, palabra de Dios, que no puede fallar, llama dioses a unos hombres por participar un simple poder judicial, no puede ser blasfemia que El, a quien el Padre consagró y envió al mundo, y la prueba de lo que dice son los milagros, diga que es Hijo de Dios.
Si los fariseos no negaban las obras milagrosas de Cristo, y aquí no las atribuían, como en otras ocasiones, a Satanás (
Mat_12:24 par.), el argumento era incontrovertible. Y que no podían hacerlo es lo que decía el ciego de nacimiento: que Dios no oye a los pecadores (
Jua_9:31); y los milagros suyos eran tan evidentes, que aquí mismo los alega como testimonios inexcusables; precisamente los milagros fueron lo que hizo creer en El a Nicodemo y a otros grupos de fariseos (
Jua_2:23;
Jua_3:1-2). Pero no por negarlos desvirtuaban su valor objetivo; tanto que esto les hacía a ellos inexcusables (
Jua_9:39-41;
Jua_12:37ss;
Jua_15:24). Más que un simple juez dios era el que el Padre envió al mundo como su Mesías, y que, proclamándose el Hijo de Dios, lo rubricaba apologéticamente con milagros.
Por eso alega esto, como en otras ocasiones (
Jua_5:36;
Jua_10:25;
Jua_14:10.11), para que sepáis y conozcáis que el Padre está en mí, y yo en el Padre.
Si Dios estaba jurídicamente presente en los jueces, tenía que estarlo realmente en el que se decía su Hijo.
Esta presencia mutua del Padre y del Hijo no es sólo una presencia moral, ni aun s implemente física por la acción del milagro, del cual Cristo es instrumento, sino que es más profunda.
La presencia moral de Dios, y viceversa, la tenía todo judío piadoso; la física parecería explicarlo. Sería la profunda presencia y unión con el Padre en sus obras, ya que El nada hacía sin el Padre (
Jua_5:30). Pero la lógica de la argumentación es que, no habiendo retirado nada de su proposición primera, por la que querían lapidarle, puesto que tú, siendo hombre, te haces Dios (
Jua_10:33), aquí la conclusión abocaba a lo mismo. Si inmediatamente indica la absoluta unión (v.30) y presencia (v.38) del Padre y del Hijo en el obrar, está expresándose esta unión íntima y total ontológica de Cristo con el Padre
el Hijo de Dios encarnado , que se expuso a propósito del v.30. Esto es lo que entienden los judíos, pues quieren volver a apoderarse de El, sin duda para lapidarle. Pero esto es a lo que lleva por necesidad, además, el intento del evangelista, por la semejanza conceptual con otros pasajes de Cristo y de Juan.
De Cristo basta ver los atributos divinos que reclamó para sí en el capítulo 5 (
Jua_5:19-30) 25.
En el capítulo 14 dirá Cristo: El que me ha visto a mí (como Hijo), ha visto al Padre. El Padre, que mora en mí, hace sus obras. Creedme, que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí; al menos, creedlo por las obras (
Jua_14:9-11; cf.
Jua_17:21).
Y el evangelista dice del Verbo encarnado que el Verbo estaba en Dios (en el Padre) 26, y el Verbo era Dios (
Jua_1:1).
Y queriendo apoderarse de El, se salió de sus manos. No había llegado su hora, tema que tanto cuenta en el evangelio de Jn (
Jua_7:30;
Jua_8:20, etc.). El mismo logró evadir aquello ¿Cómo? No se dice. ¿Es que la lapidación no había sido más que una amenaza? ¿O acaso el pueblo se puso de su parte? 27. Acaso, una vez más, la grandeza de Cristo, sin aparatosidad, se impone.
Cristo se retira hacia el Jordán,Jua_10:40-42 (Mat_19:1.-2; Mar_10:1).
El evangelista consigna un dato histórico-teológico sobre Cristo: se retira cerca del Jordán. También lo recogen los sinópticos (
Mat_19:1.2;
Mar_10:1). Sin duda es un episodio que tiene su valor propio, pero en el plan de Jn viene a servir de introducción a la resurrección de Lázaro.
40
Partió de nuevo al otro lado del Jordán, al sitio en que Juan había bautizado la primera vez, y permaneció allí. 41
Muchos venían a El y decían: Juan no hizo milagro alguno, pero todas cuantas cosas dijo Juan de éste eran verdaderas.42
Y muchos allí creyeron en El. Después de estas disputas y peligros farisaicos, Cristo se retira otra vez, por relación a la narración ya hecha por el mismo Jn (
Mar_1:19ss). Fue a Betania, en TransJordania (
Jua_1:28), pues dice que era el lugar en que Juan había bautizado la primera vez, en contraposición a Enón, cerca de Salím, adonde posteriormente vino y bautizaba (
Jua_3:23). Allí permaneció Cristo algún tiempo. Lejos de Jerusalén y de las disputas y persecuciones, debieron de ser aquellos días en Perea un oasis de tranquilidad.
Pero se debió de dedicar allí mismo al apostolado, pues venían muchos a El. Y muchos allí creyeron en El.
En Betania de TransJordania debió de quedar vivo el recuerdo del Bautista, Mas también allí mismo se evocaban sobre Cristo los vaticinios mesiánicos del Bautista acerca de Cristo.
La impresión de las gentes ante Cristo debió de ser muy fuerte. Pues, a pesar de la grandeza del Bautista, contrastaron y proclamaron dos cosas: a) que el Bautista no había hecho ningún milagro, recordándose allí los milagros de la vida apostólica y taumatúrgica de Cristo, si no es que, acaso, allí también entonces hizo milagros; b) pero que, en cambio, todo lo que el Bautista había dicho de Cristo era verdad.
Acaso no sea imposible que, al contrastarse aquí que el Bautista no hizo ningún milagro, sea un dato más en el esquema yoanneo de situar la figura del Bautista en inferioridad ante Cristo, a causa del excesivo relieve que le habían dado algunas sectas bautistas (
Hec_19:3).
1 P. W. Meyer, En Jbl (1956) P.232-235. 2 Vosté, Parabolae Selectae. (1933) II P.788-789. 3 Buzy, Introduction Aux Parábales Evangeliques (1912) P.427ss. 4 Braun, L'évang. S. St. Jean (1946) P.395; Leal, Forma, Historicidad Y Exegesis De Las Sentencias Evangélicas: Est. Ecl. (1957)285-289; Mollat, Les Déclaraíions De Jesús Sur Lui-Meme Dans Le Iv évangile: Nouv. Rev. Théol. (1948) 854-855; Faggio, Christus Ovium Et Pastor: Verb. Dom. (1950) 168-175; Bauer, Oves Meae Quaenam Suntf: Verb. Dom. (1954) 321-324. 5 Lagrange, évang. S. St. Jean (1927) P.276. 6 Jaussen, Naplouse P.305. 7 Thomson, The Lana And The Book P.205; Fillion, Vida De N. S.J.-C. Vers. Esp. (1942) 111 P.331 Not.159; Power, Pastor Et Grex In Palaestina Antigua Et Moderna: Verb. Dom. (1951) 21-25. 7 J. A.T. Robinson, The Parable Of John 10:1-5: Zeits. Neut. Wissens. (1955) 233-240. 8 Algunos Códices Añaden: Antes De Mí, Pero Es, Considerado Como Una Adición. Cf. Lacrare,'évangile S. St.Jean (1927) P.277-278. 9
Hec_5:36.37; Josefo, De Bello Iud. Ii 8:1; Antiq. 18:1:6; Lagrange, Le Messia-Nisme. P. 18. 10 L. Cerfaux, Le Theme Parabolique Dans Cévangile De St. Jean: Rlc Ii P. 17-26; J. Leal, Forma, Historicidad Y Exégesis De Las Sentencias Evangélicas: Estecl (1957) P.285-289; D. Mollat, Les Declarations De Jesús Sur Lui-Meme Dans K Iv évangile: Nouv. Rev. Théol. (1948) 854-855; E. F. F. Bishop, The Door Of The Sheep: Exposit. Tim. (1960) 307-309. 11 Acaso Esta Doble Expresión Pudiera Ser Una Fórmula Pleonástica Hecha: La Enfermedad Causada Por Espíritus Diabólicos. 12 Josefo, Antiq. XII 7:7. 13 Sobre La Fiesta De La Dedicación, Cf. Strack-B., Kommentar. 11 P.539-541; Hópfl, Das Chanukafest: Bíblica (1922) 165-179. 14 Rev. Bib. (1928) 472. 15 Josefo, Antiq. Xx 9:7. 16 Lagrange, évang. S. St. Jean (1927) P.286. 17 Braun,'évang. S. St.Jean (1946) P.299. 18 Nestlé, N.T. Graece Et Latine (1928) Ap. Crít. A
Jua_10:29; P.78 Nota 1; J. N. Birdsall, En Jts (1960) P.342-344. 19 In Evang. Lo. Tractatus Tr.48:6.7. 20 Denzinger, Ench. Symb. N.432. 21 Prat, Jésus-Christ (1947) Ii P.78. 22 Cf. Ench. Bib. N.530. 23 Josefo, Antiq. XVIII9:3; De Bello Iud. Ii 12:1. 23 Los Judíos A Veces Se Referían A Todo El A.T. Con El Título De Ley (Cf. Strack-B., Kommentar. Ii P.542ss.). 24 Strack-B., Kommentar. Iii P.223ss; Bonsirven, Le Juda'isme. (1934) I P.296ss. 25 Comentario A
Jua_5:19-30. 26 Comentario A
Jua_1:1. 27 Braun
, évang. S. St. Jean (1946) P.401.