Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)
11. Animales Puros e Impuros.
L os c.11-15 comprenden una serie de leyes sobre las impurezas legales. Son un paréntesis, ya que 16:1 es continuación
Deu_10:20. El hagiógrafo ha colocado aquí estas leyes para hacer ver al pueblo el discernimiento que ha de haber entre las cosas y animales puros y los impuros, no sea que se exponga por su ignorancia a un castigo similar al de los dos hijos de Aarón. En 10:10 se dice que los sacerdotes deben discernir lo santo y lo profano, lo puro y lo impuro, y ahora se determina oficialmente cuál es lo puro y cuál lo contaminado. La ley de pureza se divide en cuatro partes:
a)
sobre los animales puros e impuros (c.11);
b)
sobre la mujer recién panda (c.12);
c)
sobre la lepra (0.13-14);
d)
sobre las impurezas del hombre y de la mujer (c.15).
Los Cuadrúpedos (1-8).
1
Yahvé habló a Moisés y Aarón, diciendo: 2
Hablad a los hijos de Israel y decidles: He aquí los animales que comeréis entre las bestias de la tierra: 3
todo animal de pezuña hendida y casco partido y que rumie, lo comeréis; 4
pero no comeréis los que sólo rumian o sólo tienen partida la pezuña. El camello, que rumia, pero que no tiene la pezuña partida, será inmundo para vosotros; 5
el conejo, que rumia y no tiene la pezuña partida, es inmundo; 6
la liebre, que es rumiante y no tiene la pezuña hendida, es inmunda; 7
el cerdo, que tiene la pezuña hendida y no rumia, es inmundo para vosotros. 8
No comeréis su carne ni tocaréis sus cadáveres; están inmundos para vosotros.
Puro es equivalente a limpio, y Yahvé, santo, es la fuente de santidad para cuanto a El se refiera. La santidad incluye la idea de pureza y la de trascendencia. Todo lo que de algún modo se relaciona con Dios es santo. Santa es la morada de Dios en el cielo y su santuario en la tierra; santos son los enseres de su casa, y los ministros que le sirven, y el pueblo por El elegido. De aquí la norma general del código:
Sed santos, porque yo soy santo. Yo, que moro en medio de vosotros, os santifico.1 En razón de esta santidad, no sólo los sacerdotes y los demás ministros del santuario, sino también el pueblo debía someterse a numerosas observancias, con que guardaba en sí la
santidad que había recibido de Dios, y que le servía para vivir separado de los otros pueblos y evitar el peligro de contaminación.
Contraria a la santidad es la impureza, que se halla sobre todo en los espíritus inmundos, y de ellos venía, según una superstición muy extendida, la impureza de muchas cosas, A cuatro capítulos se pueden reducir las cosas impuras según la mentalidad hebraica: las comidas, los cadáveres, los leprosos y todo lo concerniente a la generación humana. ..Cuál es la razón de distinción de alimentos en puros e impuros? Es difícil señalarla, ya que depende de la estimación de los contemporáneos de Moisés. No es la naturaleza misma de las cosas, que Dios, al criarlas, declaró buenas2. San Pablo afirma que todo es limpio para los limpios,3 y Jesucristo dijo que no mancha al hombre lo que entra en él (los alimentos),
sino lo que sale del corazón.4 Quiere esto decir que semejante distinción de alimentos no viene del cielo, sino que nace de la tierra. La religión le imprimió luego
su sello sagrado, como se lo imprimía a todas las cosas en la antigua organización teocrática de la vida.
No cabe duda que hay ciertos animales que nos causan repugnancia, y por esto nos abstenemos de comerlos; pero éstos no son los mismos en la estimación de todos. Hay quienes miran el perro como plato exquisito, mientras que otros no lo comerían sino en extrema necesidad. Igual se puede decir del cerdo, del gato, etc. No todas las carnes son igualmente digeribles, y esto puede ser otro principio de distinción. Un tercer principio para los hebreos sería, según algunos Padres, la protestación contra las supersticiones paganas. Los hebreos tendrían así por impuros los animales que para los gentiles eran sagrados. En todo caso, en esta discriminación de alimentos hay mucho de atavismo y de mentalidad popular. El legislador hebraico se amoldó a ésta al establecer la distinción entre animales puros e impuros. La lista del Levítico es larga, y no es posible identificar todos los animales señalados.
El capítulo abarca los puntos siguientes: normas sobre los cuadrúpedos (1-8), distinción de los animales acuáticos (9-12), reglas sobre la distinción de aves (13-19), distinción de insectos (20-23), impureza originada por el contacto con algún cadáver (24-40), reptiles inmundos (41-45). La división corresponde a la del relato de la creación de Gén 1.
Respecto de los
cuadrúpedos se requieren dos condiciones para ser considerados puros y, por tanto, comestibles: tener el casco partido (y la pezuña hendida) y ser rumiante. Si falta una de estas dos condiciones, es inmundo. Así, pues, los comestibles son el buey, la cabra, el cordero, etc.5 Se excluyen, pues, el caballo, el perro, el asno, etc., que, aunque no podían ser comidos, podían ser utilizados para servicio del hombre. Hemos de observar que el
rumiar no ha de ser juzgado científicamente, sino según la estimación popular. Así, la liebre y el conejo son considerados como rumiantes, porque mueven la boca como los rumiantes, pero no lo son en realidad, sino simples roedores. El
camello es considerado inmundo, pues aunque sea rumiante y tenga la
pezuña hendida, sin embargo, por debajo están como unidas las dos partes de ella. El
conejo de que aquí se habla parece ser el
daman, que es descrito como pequeño paquidermo de la fauna etiópica (
Hyrax syricus),
que no es rumiante ni roedor, de la talla de un conejo, que habita entre las rocas6. Es considerado inmundo porque no tiene la
pezuña hendida, aunque aparentemente sea rumiante. Por la misma razón es excluida la
liebre, que, aunque aparentemente rumiante, no tiene la
pezuña hendida, aunque las uñas aparezcan separadas al exterior. El
cerdo es excluido porque no es rumiante (v.7). Tácito dice que los judíos se abstenían del
cerdo porque éste propaga la
lepra7. Entre los griegos y babilonios era considerado como animal sagrado y, como tal, preferido para los sacrificios. Entre las poblaciones cananeas de Palestina parece que tenía este mismo carácter, pues se han descubierto muchos esqueletos de puercos en las excavaciones neolíticas del santuario de Gezer8. Algunos autores insinúan que el cerdo es considerado impuro por razones supersticiosas, pues, como anda hozando, se le ha relacionado con los espíritus malignos subterráneos. No sólo estaba prohibido comer sus carnes, sino aun tocar sus cadáveres.
Animales Acuáticos (9-12).
9
He aquí los animales que entre los acuáticos comeréis: Todo cuanto tiene aletas y escamas, tanto en el mar como en los ríos, lo comeréis; 10
pero abominaréis de cuanto no tiene aletas y escamas en el mar y en los ríos, de entre los animales que se mueven en el agua y de entre todos los vivientes que en ella hay,11
Serán para vosotros abominación; no comeréis sus carnes y tendréis como abominación sus cadáveres. 12
Todo cuanto en las aguas no tiene aletas ni escamas, lo tendréis por abominación.
Se prohiben los animales acuáticos que no tienen aletas ni escamas por su semejanza con las serpientes, como las anguilas. También aquí habrá que recurrir a ideas supersticiosas de estimación popular para establecer esta distinción entre los animales acuáticos. Los peces eran venerados por las poblaciones marinas filisteas y púnicas9.
La enumeración es prolija, y muchos de los nombres hebreos, difíciles de identificar al detalle10. No se da razón de la prohibición de comer estas aves. De hecho, pues, sólo se permiten los animales domésticos y algunos más en relación con el hombre, como las palomas.
Los Insectos (20-23).
20
Todo volátil que anda sobre cuatro patas lo tendréis por abominación; 21
pero, entre los insectos alados que marchan sobre cuatro patas, comeréis aquellos que tienen más largas las de atrás para saltar sobre la tierra. 22
He aquí de entre éstos los que comeréis: toda especie de langosta: el solam, el jargol, el jagab según las especies. 23
Todo otro volátil de cuatro patas lo tendréis por inmundo, y comiéndolos os haréis inmundos.
De entre los insectos sólo se permite comer los pertenecientes a la familia de la langosta, cuya determinación específica no es fácil traducir. Era corriente entre los orientales ya desde la antigüedad comer las langostas11.
Impureza por Contacto con Cadáveres (24-40).
24
Quien tocare uno de sus cadáveres se contaminará, y será inmundo hasta la tarde; 25
y si tocare algo de esto muer-to, lavará sus vestiduras, y será inmundo hasta la puesta del sol. 26
Todo animal que tenga pezuña, pero no partida ni rumie, será para vosotros inmundo, y quien tocare su cadáver será inmundo. 27
Los que andan sobre la planta de los pies serán para vosotros inmundos, y quien tocare su cadáver será inmundo hasta la tarde, 28
y quien transportare su cadáver lavará sus vestiduras y será inmundo hasta la tarde. 29
También estos animales serán para vosotros inmundos de entre los que andan por la tierra: la comadreja, el ratón y la tortuga en todas sus especies; 30
el musgaño, el camaleón, la salamandra, el lagarto y el topo. 31
Estos son los para vosotros inmundos entre los reptiles; quien tocare su cadáver será inmundo hasta la tarde. 32
Todo objeto sobre el que cayere uno de estos cadáveres será manchado; y los utensilios de madera, vestidos, pieles, sacos, todo objeto de uso, será puesto en agua y será inmundo hasta la tarde; 33
toda vasija de barro donde algo de esto caiga quedará manchada y la romperéis; 34
todo alimento preparado con agua quedará manchado, y lo mismo toda bebida, cualquiera que sea el vaso que la contenga; 35
todo aquello sobre lo cual caiga algo de estos cadáveres quedará manchado, y por contaminado lo tendréis. 36
Las fuentes y las cisternas donde hay cantidad de agua quedarán puras, mas quien tocare el cadáver será impuro. 37
Si alguno de estos cuerpos muertos cayere sobre una simiente que ha de sembrarse, la simiente quedará pura; 38
pero, si se le hubiere echado agua encima y cae alguno de estos cuerpos muertos, la tendréis por manchada. 39
Si muere uno de los animales cuya carne podéis comer, quien tocare el cadáver lavará sus vestidos y quedará impuro hasta la tarde. 40
El que de estos cadáveres comiere, lavará sus vestidos y quedará inmundo hasta la tarde; y el que los llevare, lavará sus vestidos y será inmundo hasta la tarde.
La impureza contraída por el contacto de los cadáveres era un obstáculo para que los sacerdotes ejercieran sus funciones 12, y a los israelitas en general les impedía, so pena de excomunión de la comunidad, comer carnes de víctimas ofrecidas a Dios13. El contaminado tenía que purificarse ritualmente. La exégesis rabínica creó a propósito de esto todo un código complicado de purificaciones14.
Los Reptiles (41-45).
41
Será para vosotros abominación todo reptil que repta sobre la tierra. 42
No comeréis ningún animal que repta sobre la tierra, sea de los que se arrastran sobre su vientre, sea de los que marchan sobre cuatro o sobre muchas patas; los tendréis por abominación. 43
No os hagáis abominables por los reptiles que reptan ni os hagáis impuros por ellos; seréis manchados por ellos. 44
Porque yo soy Yahvé, vuestro Dios, vosotros os santificaréis y seréis santos, porque yo soy santo, y no os mancharéis con ninguno de los reptiles que reptan sobre la tierra. 45
Pues yo soy Yahvé, que os ha sacado de la tierra de Egipto para ser vuestro Dios. Santos seréis vosotros, porque santo soy yo.
Este verso sigue al v.23, pues trata de animales que no se han de comer. Aquí bajo el nombre de reptiles están no sólo los que se arrastran sobre su vientre, sino también los que tienen patas, como los lagartos y los gusanos. Entre los semitas había culto a ciertos animales reptiles15. Y había muchas supersticiones sobre estos animales que se esconden en la tierra en relación con los espíritus malignos subterráneos.
Después el hagiógrafo da la razón teológica de todas estas prohibiciones:
Yo soy Yahvé..., os santificaréis y no os mancharéis... (v.44). El hecho de pertenecer a Dios como pueblo elegido colocaba a los israelitas en una situación de privilegio que tenía sus exigencias, ya que debían
conformarse en su conducta a la santidad de Dios, que era incompatible con toda impureza material y espiritual. Cualquiera que fuera el origen popular que considerara ciertos animales como impuros, el autor sagrado insiste en el hecho de que lo son, y, por tanto, el israelita debe abstenerse de comerlos y de aun tener contacto con sus cadáveres.
Conclusión (46-47).
46
Esta es la ley referente a los cuadrúpedos, las aves, todos los seres vivientes que se mueven en las aguas y todos los que reptan sobre la tierra, 47
para que distingáis entre lo puro y lo impuro, entre lo que puede y no puede comerse.
El autor sagrado recapitula todo lo precedente insistiendo en la prohibición para recalcar su importancia en la vida social de Israel. Esas leyes de discriminación entre animales puros e impuros sirvieron para aislar a Israel y para salvarle de la absorción en determinados momentos críticos históricos.
1
Lev_18:45;
Lev_19:2;
Lev_20:26;
Lev_21:6. 2 Cf. Gén c.1. 3 Tit 1:15; cf.
Hec_10:15. 4
Mat_15:11. 5 cf.
Deu_14:5. 6 Cf. Abel.
Géog. I 221. 7 Tácito, Anajes V 4. 8 H. Vincent,
Canaan p. 188.202. 9 Cf. DBV V 494. 10 Véase al detalle en Abel, Géog. I 2243. 11 Cf. A. Jaussen,
Coutumes des árabes p.250;
Mat_3:4;
Mar_1:6. 12 Cf.
Lev_22:2-8. 13 Cf.
Lev_7:20. 14 Cf.
Mat_15:2;
Mat_23:24-25. 15 Cf.
Eze_5:10.