Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)
26. Nuevo Censo de Israel.
E n el Sinaí se hizo el primer censo del pueblo, el cual nos dio la misma cifra de varones mayores de veinte años que leímos en
Exo_12:37, a 1a salida de Egipto: 603.250. La sentencia dada por Dios condenaba a morir en el desierto a los mayores de veinte años1. La peregrinación por el desierto duró cuarenta años. Por eso, los que ahora son sometidos a censo constituyen otra generación, un pueblo nuevo. Como estaban a punto de entrar en Canaán y de repartirse la tierra entre las tribus, era preciso un nuevo empadronamiento, y se precisaba saber cuántos eran capaces de empuñar las armas para la conquista de la tierra prometida.
Orden de Confeccionar el Censo (1-4).
1
Después de esta plaga habló Yahvé a Moisés y a Eleazar hijo de Aarón, sacerdote, diciéndoles: 2
Haced el censo de los hijos de Israel por sus casas patriarcales y sus linajes, de veinte años arriba, de los hábiles para el servicio de las armas. 3
Moisés y Eleazar, sacerdote, hablaron al pueblo en los llanos de Moab, cerca del Jordán, frente a Jericó, diciendo al pueblo: 4
aHágase el censo de los de veinte años para arriba, como Yahvé se lo mandó a Moisés.
La orden es similar a la dada para el primer censo, y como en el primero aparece Aarón, aquí es su sucesor, Eleazar, el que ayuda a Moisés en la ardua tarea. El autor menciona la intervención de los representantes de la familia aaronítica en la formación del pueblo israelita. La lista es más compleja, ya que no sólo se nombra al jefe o príncipe de la tribu, como en el primero2, sino que se dan listas genealógicas de las familias, que son paralelas a las que leemos en otros lugares3. La grafía a veces es diversa en las diversas genealogías, como lo es en el Pentateuco Samaritano y los LXX, lo que se debe a errores o principios de trasliteración diferentes.
Censo de Tribus y Familias de Israel (4-5l).
4
bLos hijos de Israel salidos de la tierra de Egipto: 5
Rubén, primogénito de Israel. Hijos de Rubén: de Henoc, la familia de los henoquitas; de Falú, la familia de los faluitas; 6
de Esrón, la familia de los esronitas; de Carmí, la familia de los carmitas. 7
Estas son las familias de los rubenitas, y fueron contados cuarenta y tres mil setecientos treinta. 8
Hijos de Falú, Eliab; 9
hijos de Eliab: Namuel, Datan y Abirón. Estos, Datan y Abirón, miembros del consejo, se rebelaron contra Moisés y Aarón con la facción de Coré en la rebelión contra Yahvé, 10
cuando abrió la tierra sus fauces y se los tragó con Coré, muriendo los de la facción y devorando el fuego a doscientos cincuenta hombres, para servir de escarmiento al pueblo.11Pero los hijos de Coré no perecieron. 12
Hijos de Simeón por sus familias: de Namuel, la familia de los namuelitas; de Yamín, la familia de los yaminitas; de Yaquin, la familia de los yaquinitas; 13
de Zare, la familia de los zareítas; de Saúl, la familia de los saulitas. 14
Estas son las familias de los simeonitas. Fueron contados veintidós mil doscientos. 15
Hijos de Gad por sus familias: de Safón, la familia de los safonitas; de Jaguí, la familia de los jaguitas; de Suní, la familia de los sunitas; 16
de Ozní, la familia de los oznitas; de Erí, la familia de los eritas; 17
de Arod, la familia de los aroditas; de Arelí, la familia de los arelitas. 18
Estas son las familias de los hijos de Gad. Fueron contados cuarenta mil quinientos. 19
Hijos de Judá: Er y Onán, que murieron en la tierra de Canaán. 20
Hijos de Judá por sus familias: de Sela, la familia de los selitas; 21
de Fares, la familia de los faresitas; de Zare, la familia de los zareítas. Hijos de Fares: de Esrón, la familia de los esronitas; de Jamul, la familia de los jamulitas. 22
Estas son las familias de Judá. Fueron contados setenta y seis mil quinientos. 23
Hijos de Isacar por sus familias: de Tola, la familia de los tolitas; de Fuá, la familia de los fuitas; 24
de Yasub, la familia de los yasubitas; de Semrán, la familia de los semramtas. 25
Estas son las familias de Isacar. Se contaron setenta y cuatro mil trescientos. 26
Hijos de Zabulón por sus familias: de Sared, la familia de los sare-ditas; de Elón, la familia de los elonitas; de Yajlel, la familia de los yajlelitas. 27
Estas son las familias de Zabulón. Se contaron sesenta mil quinientos. 28
Hijos de José por sus familias: Manasés y Efraím. 29
Hijos de Manasés: de Maquir, la familia de los maquiritas. Maquir engendró a Galaad; de Galaad, la familia de los galaditas. 30
Estos son los hijos de Galaad: de leser, la familia de los ieseritas; de Jeleq, la familia de los jelequitas; 31
de Asriel, la familia de los asrieli-tas; de Siquem, la familia de los siquemitas; 32
de Semidá, la familia de los semidaítas; de Jefer, la familia de los jeferitas. 33Salfad, hijo de Jefer, no tuvo hijos varones, sino solamente hijas, y los nombres de las hijas de Salfad son: Majlá, Noa, Joglá, Milca y Tirsá. 34
Esas son las familias de Manasés. Se contaron cincuenta y dos mil setecientos. 35
Hijos de Efraím por sus familias: de Sutalaj, la familia de los sutalajitas; de Beker, la familia de los bekeritas; de Tajan, la familia de los tajanitas. 36
Hijos de Sutalaj: de Erón, la familia de los eronitas. 37
Estas son las familias de Efraím. Se contaron treinta y dos mil quinientos. Estos son los hijos de José por sus familias. 38
Hijos de Benjamín por sus familias: de Bela, la familia de los belaítas; de Asbel, la familia de los asbelitas; de Ajiram, la familia de los ajiramitas; 39
de Sufam, la familia de los sufamitas; de Jufam, la familia de los jufamitas. 40
Hijos de Bela fueron Arde y Noamán: de Arde, la familia de los arditas; de Noamán, la familia de los noamitas. 41
Estos son los hijos de Benjamín por sus familias. Se contaron cuarenta y cinco mil seiscientos. 42
Hijos de Dan por sus familias: de Sujam, la familia de los sujamitas. Estas son las familias de Dan por sus familias. 43
Se contaron de la familia de Sujam sesenta y cuatro mil cuatrocientos. 44
Hijos de Aser por sus familias: de Yimná, la familia de los yimnaí-tas; de Yesuí, la familia de los yesuítas; de Bería, la familia de los beriaítas. 45
Hijos de Bería: de Jéber, la familia de los jeberitas; de Malkiel, la familia de los malkielitas. 46
La hija de Aser se llamaba Saraj. 47
Estas son las familias de los hijos de Aser. Se contaron cincuenta y cuatro mil cuatrocientos. 48
Hijos de Neftalí por sus familias: de Yajsel, la familia de los yajselitas; de Guní, la familia de los gunitas; 49
de Yeser, la familia de los yeseritas; de Selem, la familia de los selemitas. 50
Estas son las familias de Neftalí por sus familias. Se contaron cuarenta y cinco mil cuatrocientos. 51
Los hijos de Israel incluidos en el censo fueron: seiscientos un mil setecientos treinta hombres.
Las cifras particulares de las tribus y familias varían algo respecto de las cifras del censo anterior, pero la suma total es sólo menor en 1.820 varones. En efecto, han descendido Rubén, Simeón, Gad, Efraím y Neftalí, pero han subido Judá, Isacar, Zabulón, Manasés, Benjamín, Dan y Aser. También subió en un millar el número de los levitas (v.57-62). Esto significa que, a pesar de los azotes con que Dios los castigó, se conservó firme la promesa de la multiplicación de Israel (v.63-65). Tal debe ser la primera intención del autor sagrado al redactar este censo. Otra, que se halla consignada expresamente en el texto, es preparar el reparto de la tierra prometida, el cual debía hacerse según la cifra de los individuos que componían cada familia o clan, dando más parte a las familias más numerosas (v.53). En esta cuenta no entraba la tribu de Leví, que tendría por heredad a Yahvé, es decir, los emolumentos de su servicio, que pertenecían a los sacerdotes; más el diezmo de las otras tribus, que era de los levitas4.
La primera tribu es la de
Rubén, por ser el primogénito5. Tiene 2.700 menos que el primer censo, quizá por el número de los que perecieron con Datan y Abirón6. La tribu de
Simeón da también un censo inferior de 37.100 menos. Como uno de los principales causantes de la prevaricación de Baalfegor fue un simeonita, sin duda que perecieron muchos de esta tribu en aquella mortandad. La tribu de
Gad tiene en el nuevo censo 5.150 menos. En cambio, la tribu de
Judá aumenta en número: 1.900 más. La de
Isacar aumenta en 19.900; la de
Zabulón aumenta en 2.900; la de
Manasés aumenta en 20.500; en cambio, la de
Efraím disminuye en 8.000. La de
Benjamín aumenta en 9.800. La de Dan aumenta 1.700; la de Aser aumenta 12.900; en cambio, la de Neftalí disminuye en 8.000. El total del nuevo censo es de 601.730, frente a 603.550 del anterior. La suma, pues, es casi idéntica a pesar de las vicisitudes del desierto. Gomo hemos indicado al comentar el primer censo, todas estas cifras están sistemáticamente exageradas por el procedimiento literario de la glorificación e
idealización del pasado. Para aproximarnos a la realidad habría que suprimir dos ceros a las diferentes cifras, y entonces todavía tendríamos la cifra respetable de unos 6.000 varones aptos para la guerra, prescindiendo de los de la tribu de Leví. La cifra de guerreros que da el texto no la tuvo Alejandro Magno, y quizá ni el propio Jerjes. Es la suma de la movilización total moderna de una nación de unos 8.000.000 de habitantes.
Instrucciones Sobre la Repartición de la Tierra Prometida (52-56).
52
Habló Yahvé a Moisés, diciéndole: 53
A éstos repartirás la tierra en heredad, según el número de sus hombres. 54
A los más numerosos les darás una parte mayor; a los menos numerosos, una parte menor. A cada uno le será atribuida la heredad según el censo. 55
La distribución de la tierra se hará, sin embargo, por suertes. Recibirá cada una la tierra según los nombres de las familias patriarcales. 56
Por suertes se distribuirá la tierra entre el mayor y el menor.
El legislador quiere ser justo en la distribución de la
tierra, que en
Num_33:51 es la de Canaán. Dos principios deben regir la distribución:
a)
según el número de individuos de cada tribu se determinaba la
extensión de cada porción;
b)
por suertes se determinaba la región que correspondía a cada una. Este sistema de suertes evitaba toda susceptibilidad o favoritismo, y, dada la mentalidad de los antiguos,
la suerte era la expresión de Dios: en el seno se echan las suertes, pero es Yahvé quien da la decisión7.
Y aparece que a suertes se debían echar los lotes de cada clan dentro de la misma tribu (v.55). Aún hoy día en Palestina los terrenos comunales son divididos en lotes según su dimensión y calidad, y después se echan a suerte, utilizando pequeñas piedrecitas O con el nombre del posible adjudicatario.
Censo de los Levitas (57-62).
57
Este es el censo de los levitas por sus familias: de Gersón, la familia de los gersonitas; de Caat, la familia de los caatitas; de Merarí, la familia de los meraritas. 58
Estas son las familias de Levi: la familia de los libnitas, la familia de los jebronitas, la familia de los majlitas, la familia de los musitas, la familia de los coreítas. Caat engendró a Amram, 59
y la mujer de Amram se llamaba Yokebed, hija de Leví, que le nació a Leví en Egipto, 60
y le parió a Amram, Aarón y Moisés, y María, hermana de éstos. De Aarón nacieron Nadab y Abiú, Eleazar e Itamar. 61
Nadab y Abiú murieron cuando ofrecían a Yahvé el fuego profano. 62
Hecho el censo de todos los varones de un mes para arriba, se contaron veintitrés mil. No se contaron entre los hijos de Israel, porque no había de asignárseles heredad alguna en medio de los hijos de Israel.
Como los levitas no tenían derecho a una
heredad o lote territorial en la tierra prometida, no se hizo el censo de ellos con el conjunto de la tribu. Se enumeran las tres familias levíticas conocidas por textos anteriores8 y otras cinco no registradas anteriormente, pero cuyos epónimos nos son conocidos9. La familia de Caat es más prolijamente detallada, porque de ella provienen Moisés y Aarón, forjadores de la teocracia hebraica. El número total de levitas es de 23.000, es decir, un millar más que en el censo anterior10.
Conclusión (63-65).
63
Este es el censo que hicieron Moisés y Eleazar, sacerdote, en los llanos de Moab, junto al Jordán, frente a Jericó. 64
Entre éstos no había ninguno de los enumerados en el censo que habían hecho en el desierto del Sinaí, 65
pues les había dicho Yahvé que morirían en el desierto; no quedó ni uno, excepto Caleb, hijo de Jefoné, y Josué, hijo de Nun.
El autor sagrado destaca cómo en el nuevo censo no quedaba ninguno, excepto Caleb, Josué y el propio Moisés. Los levitas, que no habían sido incluidos en el primer censo11 y no habían participado en la exploración de Canaán12, no caían bajo la maldición de morir en el desierto. Así, Eleazar entra en la tierra prometida como auxiliar de Josué.
1
Num_14:28s. 2 Cf.
Num_1:5-16. 3 Cf.
Gen_46:8-25;
Exo_6:14-25; 1 Par c.2-7. 4 Cf. Núm 18; Jos 21. 5 Cf.
Gen_46:8. 6 Cf. Núm 16. 7
Pro_16:33;
Pro_18:18. 8 Cf.
Gen_46:11;
Exo_6:16;
Num_3:17;
1Cr_6:1. 9 Cf.
Exo_6:17-18;
Núm_16:1. Los
coreítas son mencionados como porteros del templo de Jerusalén:
1Cr_9:19;
2Cr_20:19;
Sal_43:44-49. 10Cf.
Num_3:39. 11 Cf.
Num_1:3. 12 Cf.
Num_13:14-16.