I Macabeos 14, 12-14

Cada uno se sentaba bajo su parra y su higuera, y nada había que les causara temor. Desapareció de la tierra el que les hacía la guerra, y en sus días fueron vencidos reyes. Dio seguridad a los humildes de su pueblo, tuvo celo por la Ley y desterró a todos los impíos y malvados.
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