I Samuel 10, 5-12

luego llegarás a Gueba Elohim, donde hay una guarnición de filisteos; y al entrar en la ciudad te encontrarás con un grupo de profetas bajando del excelso, precedidos de salterios, tímpanos, flautas y arpas, y profetizando." El espíritu de Yahvé se apoderará de ti, y profetizarás con ellos y te transformarás en otro hombre. Cuando todas estas señales se hayan cumplido en ti, haz lo que te venga a mano, pues Dios estará contigo. Baja antes que yo a Caígala, adonde iré a reunir-me contigo para ofrecer holocaustos y sacrificios eucarísticos. Espera siete días, hasta que yo vaya y te diga lo que has de hacer.” En cuanto volvió Saúl las espaldas para apartarse de Samuel, se sintió otro, y todas las señales aquellas le sucedieron el mismo día. Cuando llegaron a Gueba, encontráronse con un tropel de profetas, y le arrebató el espíritu de Dios y se puso a profetizar en medio de ellos, Cuantos de antes le conocían se preguntaban: “¿Qué le ha pasado al hijo de Quis? ¡Saúl entre los profetas!” Uno de los presentes contestó: “¿Y quién es el padre de esos otros?” Por eso ha quedado en proverbio: “¿También Saúl entre los profetas?”
Ver contexto