II Corintios 10, 7-11

Mirad sólo lo que a la vista tenéis. Si alguno confía en que es de Cristo, piense también que como él lo es, así lo somos nosotros. Porque aunque con exceso me gloríe yo de la autoridad que me dio el Señor para edificación y no para destrucción vuestra, no por eso me avergonzaré. Y que nadie crea que pretendo amedrentaros con las cartas. Porque hay quien dice que las cartas son duras y fuertes, pero la presencia corporal es poca cosa y la palabra menospreciable. Piense ese tal que cuales somos ausentes por las cartas, tales seremos presentes de obra.
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