II Crónicas  14, 8-10

Subió contra ellos Zerac, cusita, con un ejército de mil millares y trescientos carros, y llegó hasta Maresa. Salióle Asa al encuentro y le presentó batalla en el valle de Sefatá, junto a Maresa. Clamó Asa a Yahvé, su Dios, diciendo: “Yahvé, no hay para ti diferencia entre socorrer al que tiene muchas fuerzas o al que tiene pocas. Ven, pues, en ayuda nuestra, Yahvé, nuestro Dios, porque en ti nos apoyamos nosotros, y a combatir en tu nombre hemos venido contra toda esta muchedumbre. Yahvé, tú eres nuestro Dios; que no sea el hombre quien triunfe de ti.”
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