II Crónicas 3, 12-13
“
y de igual modo las del otro querubín, de cinco codos de largo, tocaba la una al muro, y la otra a la del otro querubín. Las alas de ambos querubines estaban desplegadas y tenían en todo veinte codos de largo. Estaban en pie y con los rostros vueltos a la entrada de la casa. ”