Baruc 4, 36-37

Mira hacia el oriente, Jerusalén, y contempía la alegría que te viene de tu Dios. Mira que llegan tus hijos, aquellos de quienes tuviste que despedirte. Llegan congregados desde el oriente y el occidente por la palabra del Santo, llenos de alegría por la gloria de Dios.
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