Daniel  3, 98-100

(31) Nabucodonosor, rey, a todos los pueblos, naciones y hombres de toda lengua que habitan en toda la tierra: Paz abundante. (32) Me ha parecido bien daros a conocer las señales y prodigios que el Dios supremo ha hecho conmigo. (33) ¡Cuan grandes han sido sus señales 1 Cuán potentes sus prodigios! Su reino es reino eterno, y su dominación perdurará de generación en generación.
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