Deuteronomio  1, 20-40

Entonces os dije: “Habéis llegado ya a las montañas de los amorreos, que Yahvé, nuestro Dios, va a daros. Mira: Yahvé, tu Dios, te da en posesión esa tierra; sube y apodérate de ella, conforme a la promesa que te ha hecho Yahvé, Dios de tus padres. No temas, no te acobardes.” Pero os presentasteis a mí todos para decirme: “Mandemos por delante hombres que nos exploren la tierra y nos informen acerca del camino por donde debemos subir y de las ciudades adonde hemos de llegar.” Parecióme bien la propuesta, y tomé de entre vosotros doce, uno por cada tribu. Partieron, y después de atravesar la parte montuosa llegaron al valle de Escol y lo exploraron. Tomaron frutos de los de la tierra para traérnoslos, y nos dijeron en su relato: “Es una buena tierra la que nos da Yahvé, nuestro Dios.” Sin embargo, vosotros os negasteis a subir, y fuisteis rebeldes a las órdenes de Yahvé, vuestro Dios. Murmurasteis en vuestras tiendas, diciendo: “Nos odia Yahvé, y por eso nos ha sacado de Egipto para entregarnos en manos de los amorreos y destruirnos. ¿Adonde vamos a subir? Nuestros hermanos nos han acobardado al decirnos: Es una gente más numerosa y de mayor estatura que nosotros; son grandes sus ciudades, y las murallas de éstas se alzan hasta el cielo, y hasta hemos visto allí hijos de Enaq.” Yo os dije: “No os acobardéis, no les tengáis miedo;" Yahvé, vuestro Dios, que marcha delante de vosotros, combatirá El mismo por vosotros, según cuanto por vosotros a vuestros mismos ojos hizo en Egipto y en el desierto, por donde has visto cómo te ha llevado Yahvé, tu Dios, como lleva un hombre a su hijo, por todo el camino que habéis recorrido hasta llegar a este lugar.” Con todo, vosotros ni por esto confiasteis en Yahvé, vuestro Dios, que delante de vosotros marchaba por el camino buscándoos los lugares de acampamento, en fuego durante la noche, para mostraros el camino que habíais de seguir, y en nube durante el día. Yahvé oyó el rumor de vuestras palabras, y, montando en cólera, juró, diciendo: “Ninguno de los hombres de esta perversa generación llegará a la buena tierra que yo juré dar a vuestros padres, excepto Caleb, hijo de Yefoné; éste la verá, y yo le daré a él y a sus hijos la tierra que él ha pisado, porque ha seguido fielmente a Yahvé.” Yahvé se irritó también contra mí por vosotros, y dijo: “Tampoco tú entrarás en ella. Josué, hijo de Nun, tu lugarteniente, entrará; fortalécele, porque él ha de poner a Israel en posesión de esa tierra." Y vuestros niños, de quienes habéis dicho que serían presa del enemigo; vuestros hijos, que no distinguen hoy todavía entre el bien y el mal, serán los que entren; a ellos se la daré y ellos la poseerán." Vosotros volveos y partid por el desierto camino del mar Rojo.”
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