Deuteronomio  6, 9-21

escríbelos en los postes de tu casa y en tus puertas. Cuando Yahvé, tu Dios, te introduzca en la tierra que a tus padres, Abraham, Isaac y Jacob, juró darte, ciudades grandes y hermosas que tú no has edificado, casas llenas de toda suerte de bienes que tú no has llenado, cisternas que tú no has excavado, viñas y olivares que tú no has plantado; cuando comas y te hartes," guárdate de olvidarte de Yahvé, que te sacó de la tierra de Egipto, de la casa de la servidumbre. Teme a Yahvé, tu Dios; sírvele a él y jura por su nombre." No te vayas tras otros dioses, de los dioses de los pueblos que te rodean;" porque Yahvé, tu Dios, que está en medio de ti, es un Dios celoso, y la cólera de Yahvé, tu Dios, se encendería contra ti y te exterminaría de sobre la tierra. No tentéis a Yahvé, vuestro Dios, como le tentasteis en Masa. Guardad con gran cuidado los mandamientos de Yahvé, vuestro Dios; los preceptos y las leyes que él os da." Haz lo que es recto y bueno a los ojos de Yahvé, para que seas dichoso y entres, para poseerla, en la buena tierra que Yahvé con juramento prometió a tus padres, cuando ante ti arrojé a todos tus enemigos, como él lo ha dicho. Cuando un día te pregunte tu hijo, diciendo: “¿Qué son estos mandamientos, estas leyes y preceptos que Yahvé, nuestro Dios, os ha prescrito?,” tú responderás a tu hijo: “Nosotros éramos en Egipto esclavos del faraón, y Yahvé nos sacó de allí con su potente mano.
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