Gálatas 4, 7-18

De manera que ya no eres siervo, sino hijo, y si hijo, heredero por voluntad de Dios. En otro tiempo no conocíais a Dios, y servísteis a los que no son realmente dioses. Ahora que habéis conocido a Dios, o mejor, habéis sido de Dios conocidos, ¿cómo de nuevo os volvéis a los flacos y pobres elementos, a los cuales de nuevo queréis servir? Observáis los días, los meses, las estaciones y los años, Temo que hagáis vanos tantos afanes como entre vosotros pasé. Hermanos, os suplico que os hagáis corno yo, pues que yo me hice como vosotros. En nada me habéis herido. Bien sabéis que a causa de una enfermedad corporal os anuncié el Evangelio por primera vez, y puestos a prueba por mi enfermedad, no me desdeñasteis ni me despreciasteis, antes me recibisteis como a un ángel de Dios, como a Cristo Jesús. ¿Dónde está ahora aquel vuestro afecto? Pues yo mismo testifico que, de haberos sido posible, los ojos mismos os hubierais arrancado para dármelos. ¿Me he hecho, pues, enemigo vuestro con deciros la verdad? Os cortejan no para bien; lo que pretenden es apartaros de mí, para que luego vosotros los cortejéis a ellos." Sin embargo, bien está ser querido para el bien siempre, y no sólo cuando estoy entre vosotros.
Ver contexto