Genesis 15, 13-21

Y dijo a Abram: “Has de saber que tu descendencia será extranjera en una tierra no suya, y estará en servidumbre, y la oprimirán por cuatrocientos años;" pero yo juzgaré al pueblo que los esclavizará, y saldrán de allí después con mucha hacienda;" pero tú irás a reunirte en paz con tus padres, y serás sepultado en buena ancianidad. A la cuarta generación volverán acá, pues todavía no se han consumado las iniquidades de los amorreos.” Puesto ya el sol, y en densísimas tinieblas, apareció una hornilla humeando y un fuego llameante, que pasó por entre la mitad de las víctimas. En aquel día hizo Yahvé pacto con Abram, diciéndole: “A tu descendencia he dado esta tierra desde el río de Egipto hasta el gran río, el Eufrates;" al quineo, al quineceo, al cadmoneo, al jeveo, al fereceo, a los refaim, al amorreo, al cananeo, al guergueseo y al jebuseo.
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