Genesis 19, 30-38

Subió Lot desde Soar, y habitó en el monte con sus hijas, porque temía habitar en Soar, y moró en una caverna con sus dos hijas. Y dijo la mayor a la menor: “Nuestro padre es ya viejo, y no hay aquí hombres que entren a nosotras, como en todas partes se acostumbra. Vamos a embriagar a nuestro padre y acostarnos con él, a ver si tenemos de él descendencia.” Embriagaron, pues, a su padre aquella misma noche, y se acostó con él la mayor, sin que él la sintiera, ni al acostarse ella ni al levantarse. Al día siguiente dijo la mayor a la menor: “Ayer me acosté yo con mi padre; embriaguémosle también esta noche, y te acuestas tú con él para ver si tenemos descendencia de nuestro padre.” Embriagaron, pues, también aquella noche a su padre, y se acostó con él la menor, sin que al acostarse ella ni al levantarse lo sintiera. Y concibieron de su padre las dos hijas de Lot. Parió la mayor un hijo, a quien llamó Moab, que es el padre de Moab hasta hoy. También la menor parió un hijo, a quien llamó “Ben Ammí,” que es el padre de los Bene-Ammón hasta hoy.
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