Habacuc  3, 6-11

Si se detiene, hace temblar la tierra, y si mira, se conmueven las naciones. Los montes eternos se resquebrajan, se abajan los eternos collados, sus antiguos caminos. Llenas de terror veo las tiendas de Kusán, ( tiemblan los campamentos de Madián. ¿Acaso, Yahvé, se enciende tu ira contra los ríos o es contra los mares tu furorcuando subes sobre tus caballos, sobre tus carros de victoria? Pones al desnudo tu arco y llenas de saetas tu aljaba. (Selah.) Hiendes con torrentes la tierra. A tu vista tiemblan las montañas, irrumpen diluvios de aguas, alza su voz el abismo del mar, hacia la altura sus manos eleva. El sol y la luna se quedan en su morada ante la luz de tus saetas,ante el resplandor de tu lanza fulgurante.
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