Hechos 8, 30-35

Aceleró el paso Felipe; y oyendo que leía al profeta Isaías, le dijo: ¿Entiendes por ventura lo que lees?" El le contestó: ¿Cómo voy a entenderlo, si alguno no me guía? Y rogó a Felipe que subiese y se sentase a su lado. El pasaje de la Escritura que iba leyendo era éste: “Como una oveja llevada al matadero y como un cordero que delante de los que lo trasquilan, no abrió su boca. En su humillación ha sido consumado su juicio; su generación, ¿quién la contará?, porque su vida ha sido arrebatada de la tierra.” Preguntó el eunuco a Felipe: Dime, ¿de quién dice eso el profeta? ¿De sí mismo o de otro? Y abriendo Felipe sus labios y comenzando por esta Escritura, le anunció a Jesús.
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