Jeremías  3, 22-24

Convertios, hijos rebeldes, y sanaré vuestras rebeldías. Henos aquí, venimos a ti, pues tú eres Yahvé, nuestro Dios. Ciertamente sólo mentira (nos ha venido) de los altos, ruido de los montes. Verdaderamente en Yahvé, nuestro Dios, está la salvación de Israel. La vergüenza (de los ídolos) ha devorado el trabajo de nuestros padres desde nuestra juventud: sus rebaños, sus vacadas, sus hijos y sus hijas.
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