Levítico 17, 10-12

Todo hombre de la casa de Israel o de los extranjeros que habitan en medio de ellos que coma sangre de un animal cualquiera, yo me volveré contra el que la coma y le borraré de en medio de mi pueblo, porque la vida de la carne está en la sangre, y yo os he mandado ponerla sobre el altar para expiación de vuestras personas, y la sangre expía por ser vida. Por eso he mandado a los hijos de Israel: Nadie de entre vosotros ni de los extranjeros que habiten en medio de vosotros comerá sangre.
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