Levítico 5, 7-10

Si no pudiese ofrecer una res, ofrecerá a Yahvé dos tórtolas o dos pichones, uno por el pecado y otro en holocausto, y los llevará al sacerdote, que ofrecerá primero el que es por el pecado, quitándole la cabeza sin separarla del todo, y haciendo con la sangre la aspersión de un lado del altar, dejando que el resto fluya al pie del altar; es sacrificio por el pecado." Después el otro lo ofrecerá en holocausto, según suele hacerse, y así hará el sacerdote la expiación del pecado cometido, y le será perdonado,
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