Levítico 8, 16-18

Tornó todo el sebo que recubre las entrañas, la redecilla del hígado y los dos ríñones con su sebo, y lo quemó todo en el altar. El novillo, su piel, sus carnes y sus excrementos se quemaron fuera del campamento, como se lo había mandado Yahvé a Moisés. Hizo que acercaran el carnero del holocausto, y Aarón y sus hijos le pusieron sus manos sobre la cabeza.
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