Lucas 14, 13-21

Cuando hagas una comida, llama a los pobres, a los tullidos, a los rengos y a los ciegos, y tendrás la dicha de que no podrán pagarte, porque obtendrás la recompensa en la resurrección de los muertos. Oyendo esto, uno de los invitados dijo: Dichoso el que coma pan en el Reino de Dios. El le contestó: Un hombre hizo un gran banquete e invitó a muchos. A la hora del banquete envió a su siervo a decir a los invitados: Venid, que ya está preparado todo. Pero todos, unánimemente, comenzaron a excusarse. El primero dijo: He comprado un campo y tengo que salir a verlo; te ruego que me excuses." Otro dijo: He comprado cinco yuntas de bueyes y tengo que ir a probarlas; ruego te que me excuses." Otro dijo: He tomado mujer y no puedo ir. Vuelto el siervo, comunicó a su amo estas cosas. Entonces el amo de la casa, irritado, dijo a su siervo: Sal aprisa a las plazas y calles de la ciudad, y a los pobres tullidos, ciegos y cojos, tráelos aquí.
Ver contexto