Marcos 14, 66-72

Estando Pedro abajo, en el atrio, llegó una de las siervas del pontífice. y, viendo a Pedro a la lumbre, fijó en él sus ojos y le dijo: Tú también estabas con el Nazareno, con Jesús. El negó, diciendo: Ni sé ni entiendo lo que tú dices. Salió fuera al vestíbulo y cantó el gallo. Pero la sierva, viéndole, comenzó de nuevo a decir a los presentes: Este es de ellos. El de nuevo negó, y, pasando un poco, otra vez los presentes decían a Pedro: Efectivamente, tú eres de ellos, porque eres galileo. Pero él se puso a maldecir y a jurar: No conozco a ese hombre que vosotros decís. Y al instante, por segunda vez, cantó el gallo. Se acordó Pedro de la palabra que Jesús le había dicho: Antes que el gallo cante dos veces, tú me negarás tres, y rompió a llorar.
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