Marcos 4, 1-9

De nuevo comenzó a enseñar junto al mar. Había en torno de El una numerosísima muchedumbre, de manera que tuvo que subir a una barca en el mar y sentarse; y la muchedumbre estaba a lo largo del mar, en la ribera." Les enseñaba muchas cosas en parábolas y les decía en su enseñanza: Escuchad: Salió a sembrar un sembrador, y al sembrar, una parte cayó junto al camino, y vinieron las aves del cielo y se la comieron. Otra parte cayó en terreno pedregoso, donde no había casi tierra, y al instante brotó, por no ser profunda la tierra;" pero en cuanto salió el sol se marchitó, y, por no haber echado raíz, se secó. Otra parte cayó entre cardos, y, creciendo los cardos, la ahogaron y no dio fruto. Otra cayó en tierra buena y dio fruto, que subía y crecía, dando uno treinta, otro sesenta y otro ciento. Y decía: El que tenga oídos para oír, que oiga.
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