Mateo 3, 2-8

diciendo: Arrepentios, porque el reino de los cielos está cerca. Este es aquel de quien habló el profeta Isaías cuando dijo: “Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor, haced rectas sus sendas.” Juan iba vestido de pelo de camello, llevaba un cinturón de cuero a la cintura y se alimentaba de langostas y miel silvestre. Venían a él de Jerusalén y de toda Judea y de toda la región del Jordán, y eran por él bautizados en el río Jordán y confesaban sus pecados. Como viera a muchos saduceos y fariseos venir a su bautismo, les dijo: Raza de víboras, ¿quién os enseñó a huir de la ira que os amenaza? Haced frutos dignos de penitencia,
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