Romanos  11, 33-36

¡Oh profundidad de la riqueza, de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuan insondables son sus juicios e inescrutables sus caminos! Porque “¿quién conoció el pensamiento del Señor? ¿O quién fue su consejero? ¿O quién primero le dio, para tener derecho a retribución?” Porque de El y por El y para El son todas las cosas. A El la gloria por los siglos. Amén.
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