Tito 1, 12-16

Bien dijo uno de ellos, su propio profeta: “Los cretenses, siempre embusteros, bestias malas y glotones,” Verdadero es tal testimonio. Por tanto, repréndelos severamente, para que se mantengan sanos en la fe, que no den oídos a las fábulas judaicas y a los preceptos de los hombres que reniegan de la verdad. Todo es limpio para los limpios, mas para los impuros y para los infieles nada hay puro, porque su mente y su conciencia están contaminadas. Alardean de conocer a Dios, pero con las obras le niegan, abominables, rebeldes e incapaces de toda obra buena.
Ver contexto