Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)
28. Fiestas, Sacrificios y Oblaciones.
E n muchos pasajes hemos visto ya ordenaciones diversas sobre las fiestas que se celebrarán en Israel1. La comparación de semejantes ordenaciones nos ofrece una prueba evidente de un hecho muy natural: el desarrollo progresivo de semejantes fiestas y ritos. En estos dos capítulos, en que la serie de fiestas es más completa, se fija sobre todo la forma litúrgica de celebrarlas en el santuario. Si ahora buscamos las razones de estas fiestas, hallaremos que son varias. Supuesta la creencia en Dios o en los dioses, se sigue la necesidad de rendirles culto. Otra razón de las fiestas está en la necesidad que siente el hombre del descanso de su trabajo y de romper la monotonía de la vida cotidiana. Así son las fiestas días de vacaciones. Una razón más religiosa radica en la necesidad de consagrar a Dios una parte del tiempo de la vida que El nos otorga. En el sacrificio y en las ofrendas se consagra a Dios una parte de los bienes que el hombre recibe de El; por las fiestas le consagra una parte del tiempo, que también es don suyo. Es el principio que rige en el precepto sabático. Se manda descansar el día séptimo, porque Dios lo bendijo y santificó; es decir, lo reservó para sí en su honor2.
Una cuarta razón de las fiestas es más mística y se acerca más al Evangelio. Dice Cristo que es necesario orar continuamente, en todo tiempo3. No se ha de entender esto en sentido material, sino que debemos vivir habitualmente con el espíritu levantado a Dios. Para adquirir y fomentar
ese hábito de oración es preciso practicar ésta con frecuencia. Ahora bien, las fiestas son aptas para
una más íntima comunicación con Dios. Las impresiones que dejan en el ánimo estas solemnidades contribuyen a que el hombre viva habitualmente con el corazón más levantado hacia El. Esto, por lo que toca al individuo. Pero el sacerdote cumple él un ministerio público en nombre de su pueblo y a favor del mismo, rindiendo el culto que le es debido y suplicando por las necesidades del pueblo. Todas estas razones están en la base de la legislación mosaica, y reiteradamente se declaran.
El Sacrificio Cotidiano (1-8).
1
Yahvé habló a Moisés, diciendo: 2
Habla a los hijos de Israel y diles: Cuidad de presentarme a sus tiempos mis ofrendas, mis alimentos, sacrificios de combustión, de olor suave para mí. 3
Diles: He aquí el sacrificio de combustión que ofreceréis a Yahvé: Cada día dos corderos primales, sin defecto, como holocausto perpetuo. 4
Ofreceréis uno de los corderos a la mañana y el otro entre dos luces, 5
y por oblación un décimo de efá de flor de harina amasada con un cuarto de hin de aceite de olivas molidas. 6
Es el holocausto perpetuo que se ofrecía en el monte Sinaí, de olor suave, sacrificio de combustión a Yahvé. 7
La libación será de un cuarto de hin por cada cordero, y la libación de vino la harás en lugar santo. 8
El segundo cordero lo ofrecerás entre dos luces, con una ofrenda y una libación como para el de la mañana; es sacrificio de combustión de suave olor a Yahvé.
Las ordenaciones litúrgicas están puestas siempre en boca de Dios, según el procedimiento literario legislativo propio de una concepción teocrática de la sociedad. Yahvé llama al
sacrificio su
alimento o pan (
lejem)
; a las ofrendas se las llama
qorban (lit. lo que se acerca al altar), y es el término genérico del Levítico y Números en la parte del documento para designar la simple ofrenda de sacrificios de todo género4. La expresión
mi alimento... de olor suave para mí (v.2) es antropomórfica y tiene su origen en las concepciones antiguas de que los sacrificios eran
alimento de la divinidad5
. En la mentalidad espiritualista del legislador hebreo no cabe esta concepción tomada al pie de la letra, pero designa la satisfacción con que Yahvé recibía los sacrificios. Pero éstos tenían que ser de
combustión, o pasados por el fuego, para que le fueran agradables. Exigía la destrucción total o parcial de las víctimas u ofrendas, para que el fiel mostrara su desprendimiento y generosidad hacia El. En
Gen_8:21 se dice que Dios aspiró el suave olor del sacrificio de Noé. Es una concepción primitivista religiosa, que refleja la aceptación de los sacrificios por parte de la divinidad6.
El sacrificio
cotidiano o
perpetuo consistirá en dos corderos primales sin defecto, que se ofrecerán uno por la mañana y otro por la tarde, acompañados de la oblación de harina y aceite7. El fuego consumiendo la víctima era un signo ininterrumpido de adoración a Yahvé8. Era un sacrificio
holocausto, es decir, en el que se quemaba la víctima totalmente en el altar, excepto la piel, que quedaba para los sacerdotes. El sacrificio debe ir acompañado de la
oblación o
minjah, u ofrenda de productos vegetales que son comestibles para el hombre. Debe ser de flor de harina amasada con aceite (estas tortas eran corrientes en los cultos asirios, egipcios, griegos y romanos). La cantidad: un décimo de
efá de flor de harina (unos 3:60 1.) y un cuarto de
hin (1:60 1.) de aceite.
El v.6, en que se alude al holocausto del Sinaí, es considerado generalmente como glosa9, porque interrumpe el contexto.
Se completaba con una libación de vino (un cuarto de
hin: 1:60-1.), como se hacía en otros pueblos semitas, como los fenicios y cananeos10.
Sacrificios del Sábado y del Primero del Mes (9-15).
9
El día del sábado, dos corderos primales sin defecto, y como oblación, dos décimas de flor de harina amasada con aceite, y su libación 10
Es el holocausto del sábado, para cada sábado, a más de holocausto perpetuo, y su libación, 11
Al comienzo de vuestros meses ofreceréis como holocausto a Yahvé dos novillos, un carnero y siete corderos primales sin defecto; 12
y como oblación por cada novillo, tres décimas de flor de harina amasada con aceite; por el carnero, dos décimas de flor de harina amasada con aceite; 13
y por cada uno de los corderos, una décima de flor de harina amasada con aceite. Es holocausto de agradable olor, sacrificio de combustión a Yahvé. 14
Las libaciones serán de un medio hin de virio, para un novillo; de un tercio de hin, para un carnero, y de un cuarto de hin, para un cordero. Este es el holocausto del comienzo del mes, para cada uno de los meses del año. 15
Se ofrecerá a Yahvé un macho cabrío en sacrificio por el pecado, a más del holocausto perpetuo y su oblación.
El sábado, día santo y signo de la alianza de Yahvé con su pueblo, debían añadir al cotidiano, o sacrificio perpetuo, el de otros dos corderos primales con su correspondiente oblación de dos décimas de flor de harina. Esta prescripción no aparece en las legislaciones anteriores, y no es mencionada antes del exilio, y por eso no pocos autores creen que es de imposición reciente.
La aparición de la luna nueva señalaba el principio del mes. Era la
neomenia, que debía ser recordada con sacrificios especiales: dos novillos, un carnero y siete corderos primales, cada uno con su correspondiente oblación de flor de harina, aceite y libación de vino. Además, un macho cabrío en expiación por los pecados del pueblo. También estos sacrificios son una ordenación nueva. Según Núm 10, al principio de mes se debían hacer sonar las trompetas. En el catálogo de fiestas de Lev 13 no se mencionan, pero aparecen en tiempos de la monarquía11. No se mencionan en el código de la alianza ni en Dt y Lev. La fiesta de la
nueva luna era corriente en Asiria, Egipto y entre los nómadas12, y se concibe que haya sido adaptada a la religión monoteísta israelita, imponiendo el sacrificio expiatorio para poner al pueblo como nación en estado de pureza legal13. La determinación de la nueva luna debía hacerse por cálculos empíricos14.
Los Sacrificios en la Fiesta de los ácimos o Pascua (16-25).
16
El mes primero, a los catorce días del mes, será la Pascua de Yahvé. 17
El día quince de ese mes será día de fiesta. Se comerá durante siete días pan ácimo. 18
El primero habrá asamblea santa, y no haréis ningún trabajo servil. 19
Ofreceréis en sacrificio de combustión un holocausto a Yahvé, de dos novillos, un carnero y siete corderos primales sin defecto; 20
y como oblación, flor de harina amasada con aceite, tres décimas por novillo, dos por carnero 21
y una por cada una de los siete corderos. 22
Ofreceréis también un macho cabrío en sacrificio por el pecado, para expiaros, 23
y lo ofreceréis a más del holocausto de la mañana, el holocausto perpetuo. 24
Ofreceréis estos sacrificios cada día durante siete días; es el alimento consumido por el fuego, de olor agradable a Yahvé; y los ofreceréis sin perjuicio del holocausto perpetuo y de su libación. 25
El séptimo día tendréis asamblea santa y no haréis en él trabajo servil alguno.
Después de la celebración de la
Pascua en el 14 del primer mes o Nisán (marzo-abril), desde el día 15 y durante siete días se comería pan sin levadura, y se sacrificarían cada día las víctimas prescritas para la neomenia, además de las del holocausto perpetuo15.
Sacrificios en la Fiesta de las Primicias o Pentecostés (26-31).
26
Además, el día de las Primicias, en que presentaréis a Yahvé una oblación de lo nuevo, y en vuestra fiesta de las Semanas, tendréis asamblea santa y no haréis trabajo servil alguno. 27
Ofreceréis, como holocausto de olor suave a Yahvé, dos novillos, un carnero y siete corderos primales; 28
y como oblación, flor de harina amasada con aceite, tres décimas por cada novillo, dos por el carnero 29
y una por cada uno de los siete corderos. 30
Ofreceréis un macho cabrío para expiaros. 31
Esto sin perjuicio del holocausto perpetuo y de la oblación, eligiendo las víctimas sin defecto y añadiendo las libaciones ordinarias.
En
Lev_23:15-22 se habla de la fiesta de las Semanas, y aquí se llama de las
Primicias, porque se ofrecían las primeras espigas de trigo; por eso se denomina también fiesta de la recolección16. Se presentaban dos panes con levadura y se hacían los mismos sacrificios que en la
neomenia, además del
perpetuo o cotidiano17.
1 Cf.
Exo_12:1s; 23.14; Lev 23; Dt 16. 2
Exo_21:8. 3
Luc_18:1. 4 Cf.
Eze_20:18;
Eze_40:43;
Neh_10:35;
Neh_13:31. 5 Cf.
Lev_3:6-16. 6 Al final del diluvio babilónico se dice que los dioses aspiraban el olor de los sacrificios de Utnapistim como moscas. Véase Dhorme,
Choix des textes assyro-babyloniens 115. 7
Cf.
Exo_29:38-42. 8 Cf.
Neh_10:33-34. 9 Cf.
Exo_29:38-42. 10 Véase Vincent,
Canaan... 180; RB (1923) 271; (1928) 126. 11 Cf.
1Sa_20:5;
2Re_4:23;
Amo_8:5;
Ose_2:13. 12 Véase M. J. Lagrange,
études sur les reügíons sémitiques 127; P. dhorme,
La religión assyro-babylonienne 78; id.,
Choix des textes... 374. 13 Véase DB IV 1588-91:
Neomenie 14 Véase en la
Misná, trat.
Ros-hasaná. 15 Véase
Exo_12:15-20;
Exo_13:3-8;
Exo_23:15;
Exo_23:18;
Exo_34:18;
Exo_34:25;
Lev_23:5-8;
Deu_16:1-8. 16
Exo_23:16; fiesta de las semanas:
Lev_23:15-22;
Exo_34:22;
Deu_16:10. 17 En
Lev_23:18 : un novillo, dos carneros, siete corderos.