Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)
21. Pureza Ritual de los Sacerdotes.
L os c.21-25 constituyen una nueva sección lógica, pues se trata de lo relativo al culto:
a)
santidad de los sacerdotes (c.21);
d)
santidad de los sacrificios (0.22);
c)
días de fiesta (0.23);
e)
lámparas y panes de la proposición (24:1-9);
e)
contra la blasfemia (24:10-23);
f)
año sabático y de jubileo (c.25).
En los capítulos anteriores se ha tratado de la pureza ritual y moral del pueblo en general, porque debe ser
santo. En el caso de los sacerdotes, esto debe destacarse mucho más. Siendo Yahvé santo, los sacerdotes, que se acercan a Yahvé y viven en su santuario, han de guardar una mayor santidad, como corresponde a su estado. Además es preciso que gocen ante el pueblo de la estimación que corresponde a lo sagrado de su ministerio. Esto tiene mayor aplicación al sumo sacerdote. De aquí las normas de santidad a que deben estar sometidos. Por ello no es de admirar que Moisés, al poner las bases de la teocracia hebraica, haya puesto un valladar ritual para preservar la
santidad de los que habían de ser la base espiritual de la nueva sociedad israelita. No obstante, la legislación ha sido retocada, adaptada y completada a través de los siglos.
Reglas de Pureza para los Sacerdotes en General (1-9).
1
Yahvé dijo a Moisés: Habla a los sacerdotes hijos de Aarón y diles 2
que ninguno se contamine por un muerto de los de su pueblo, a no ser por próximo consanguíneo, por su madre, por su padre, por su hijo, por su hija, por su hermano, 3por su hermana virgen que viva con él y no se hubiere casado; por ésa puede contaminarse. 4
Pero no por sus otros parientes, profanándose1
. 5
No se raerán la cabeza ni los lados de la barba, ni se harán incisiones en la carne. 6
Serán santos para su Dios y no profanarán su nombre, pues son ellos los que ofrecen las combustiones de Yahvé, pan de su Dios, y han de ser santos. 7
No tomarán mujer prostituida o deshonrada, ni desposada, ni mujer repudiada por su marido, porque el sacerdote está consagrado a su Dios. 8
Por santo le tendrás, pues él ofrece el pan de tu Dios, y será santo para ti, porque santo soy yo, Yahvé, que lo santifico. 9
Si la hija de un sacerdote se profana prostituyéndose, profana a su padre y será quemada en el fuego.
Hemos visto cómo el contacto con cadáveres de animales y de personas causa impureza legal2. Los sacerdotes, por sus funciones especiales, que deben estar limpias de toda mácula, deben abstenerse de tocar cadáveres, asistir a entierros o funerales3. únicamente se les permitían estos actos cuando se tratara de sus más próximos parientes: padres, hermanos e hijos. De la esposa no dice nada4. La hija que aún no se ha casado forma parte de la casa del sacerdote, y, por tanto, se le permite a éste hacer actos de duelo por ella y tocar su cadáver. Si se casa, ya pertenece a otra casa, y, por tanto, como extraña, se ha de evitar su contacto (v.3). Debe abstenerse de ciertas prácticas de duelo que incluían creencias supersticiosas, como raerse el pelo, y cortarse la barba por los lados, y hacerse incisiones en la carne (v.5)5. Por el hecho de que presentan a Dios su
pan en los sacrificios, tienen que mantenerse santos6. Por esta misma razón de
santidad, debían abstenerse de tomar mujeres deshonradas por la prostitución, el repudio (v.7)7. El v.8 parece que interrumpe el sentido del contexto, y tiene los avisos de glosa, con el fin de encarecer la veneración por los sacerdotes ante el pueblo. En el v.9 se dice que la hija del sacerdote que se prostituya debe ser quemada, pues deshonra a su padre8.
Reglas de Pureza Para el Sumo Sacerdote (10-15).
10
El sumo sacerdote, de entre sus hermanos, sobre cuya cabeza se derramó el óleo de la unción, a quien se le llenó la mano para vestirse las vestiduras sagradas, no desnudará su cabeza, no rasgará su vestido, 11
ni se acercará a ningún muerto, ni se contaminará ni por su padre ni por su madre. 12
No se saldrá del santuario, ni profanará el santuario de su Dios, pues el óleo de la unción de su Dios es corona suya. Yo, Yahvé. 13
Tomará virgen por mujer, 14
no viuda, ni repudiada, ni desflorada, ni prostituida. Tomará una virgen de las de su pueblo, 15
y no deshonrará su descendencia en medio de su pueblo, porque yo soy Yahvé, quien le santifico.
Las exigencias de pureza para el sumo sacerdote son mayores, en consonancia con su alta dignidad. No debe descubrir su cabeza ungida, dejando los cabellos en desorden9, y puesto que sus vestidos son sagrados, no debe desgarrarlos. Quiere el legislador que se abstengan de estas manifestaciones de duelo, que probablemente en el pueblo en su origen tenían sentido supersticioso. El cortarse los cabellos en señal de duelo era usual entre babilonios y árabes, y parece que se dedicaba la cabellera a la divinidad10. No se permite al sumo sacerdote tocar los cadáveres de su padre y de su madre (v.11). No podía casarse con viuda, ni repudiada, ni prostituta. Tenía que ser virgen la que tomara por esposa; con ello se quiere rodear de más estimación su persona ante el pueblo (v.18). Los simples sacerdotes podían casarse con viudas.
Impedimentos Físicos para el Sacerdocio (16-24).
16
Yahvé habló a Moisés, diciendo: 17
Habla a Aarón y dile: Ninguno de tu estirpe, según sus generaciones, que tenga una deformidad corporal, se acercará a ofrecer el pan de su Dios. 18
Ningún deforme se acercará, ni ciego, ni cojo, ni mutilado, ni monstruoso, 19
ni quebrado de pie o mano, 20
ni jorobado, ni enano, ni bisojo, ni sarnoso, ni tinoso, ni hermoso. 21
Ninguno de la estirpe de Aarón que tenga una deformidad corporal se acercará para ofrecer las combustiones de Yahvé; es defectuoso, no se acercará a ofrecer el pan de su Dios; 22
podrá comer el pan de su Dios, lo santísimo y lo santo, 23
mas no entrar detrás del velo ni acercarse al altar, porque tiene defecto y no debe contaminar mi santuario. Yo, Yahvé, que los santifico. 24
Así habló Moisés a Aarón y a sus hijos y a todos los hijos de Israel.
Para salvaguardar la estimación del sacerdote se excluyen para tal dignidad todos los deformes, que pueden ser menos apreciados por el pueblo en razón de su deformidad. Entre los babilonios se exigían también ciertas cualidades corporales para poder ser adivino, sacerdote o
baru11. Sin embargo, aunque por los defectos corporales están excluidos los sacerdotes de sus funciones sacerdotales, tienen derecho a participar de los sacrificios como medio de subsistencia: Podrá comer del pan de su Dios, es decir, de las ofrendas y sacrificios, que son santas.
1 Este verso es sumamente oscuro en el original. El TM: no se contaminará el jefe de su pueblo. Los LXX: no se contaminará un solo instante en su pueblo. Vg: sed nec in principe populi sui contaminabitur. Â ib.
de Jér.: el marido no se haría impuro por los suyos, se contaminaría. Nuestra versión parece un complemento del verso anterior, donde se habla de la hija del sacerdote. 2 Cf. Lev 11. 3 Cf.
Num_19:11;
Num_19:14. 4 Cf.
Eze_24:15-19. 5 Cf.
Lev_19:27-28. 6 Cf. Levs 3:1; 16. 7
Eze_44:22. 8 Cf.
Lev_19:29 9 Cf.
Lev_10:6. 10 Cf. M. J. Lagrange,
Eludes sur les religions sémitiques p.277-278. 11 Dhorme,
La religión assyro-babylonienne p.292.