II Crónicas  5, 11-14

Aconteció que cuando salieron los sacerdotes del recinto de ministración (porque todos los sacerdotes que se encontraban allí habían entrado al recinto de ministración), todos los levitas, que eran los cantores, Asaf, Hemán, Jedutún, con sus hijos y sus hermanos, vestidos de lino fino, estaban al oriente del altar, con címbalos, salterios y arpas, y con ellos ciento veinte sacerdotes tocando las trompetas; cuando los que tocaban las trompetas y los que cantaban, hicieron oír su voz al unísono, alabando y dando gracias a Yahweh, y cuando alzaban sus voces acompañados con trompetas, con címbalos y con los demás instrumentos musicales para alabar a Yahweh diciendo: Porque Él es bueno, porque su misericordia permanece para siempre, entonces la casa de Yahweh se llenó de una nube, y los sacerdotes no pudieron continuar ministrando a causa de la nube, porque la casa de Yahweh se llenó del resplandor de su Gloria.
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