II Reyes  8, 16-24

Joram, hijo de Josafat, rey de Judá, empezó a reinar en el quinto año de Joram, hijo de Acab, rey de Israel. Él tenía treinta y tres años cuando empezó a reinar, y reinó ocho años en Jerusalén. También él anduvo en el camino de los reyes de Israel, como lo hicieron los de la casa de Acab, pues la hermana de Acab era su esposa; él también hizo lo malo ante Yahweh. Sin embargo, Yahweh no quiso destruir a Judá por causa de David su siervo, tal como le había prometido que le daría una lámpara a sus hijos para siempre. En su tiempo, Edom se rebeló contra el dominio de Judá, y constituyeron un rey sobre ellos. Entonces Joram cruzó hacia Zair junto con todos sus carros. Y sucedió que habiéndose levantado de noche para atacar a los edomitas que los tenían cercados a él y a los jefes de sus carros, el pueblo huyó a sus tiendas. Así se rebeló Edom en contra del dominio de Judá hasta este día. Entonces Libna se rebeló en ese mismo tiempo. Los demás hechos de Joram y todo lo que hizo, he aquí que están registrados en el libro de las Crónicas de los Reyes de Judá. Y Joram durmió con sus padres, y fue sepultado con sus padres en la ciudad de David. Y Ocozías su hijo reinó como su sucesor.
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