Joel  2, 28-32

Sucederá después de esto, que derramaré mi Espíritu sobre toda carne; sus hijos y sus hijas profetizarán, sus ancianos soñarán sueños y sus jóvenes verán visiones. Aun sobre los siervos y sobre las siervas derramaré mi Espíritu en aquellos días. Realizaré prodigios en los cielos; y en la tierra: sangre, fuego y vapor de humo. El sol se convertirá en tinieblas y la luna en sangre, antes de que venga el día de Yahweh, grande y terrible. Y entonces, todo aquel que invoque el nombre de Yahweh será salvo; porque en el monte de Sion y en Jerusalén habrá un remanente salvo, como ha dicho Yahweh a los redimidos, a quienes Yahweh ha llamado.br/
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