Salmos 18, 4-6

Porque los dolores de la muerte me rodearon, y los torrentes de los inicuos me turbaron; me rodearon los dolores del Seol, y los lazos de la muerte estuvieron ante mí. En mi aflicción invoqué a Yahweh; clamé a Dios y Él escuchó mi voz desde su templo, y mi súplica llegó ante Él, a sus oídos.
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