Miércoles, 15 Diciembre 2021

Miércoles, III semana de Adviento

Feriale
(de la Feria) Tempo: Avvento

Vísperas

V. Dios mío, ven en mi auxilio.
R. Señor, date prisa en socorrerme.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo
como era en el principio, ahora y siempre
y por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.

 HIMNO

¡Marana tha!
¡Ven, Señor, Jesús!
Yo soy la Raíz y el Hijo de David,
la Estrella radiante de la mañana.
 
El Espíritu y la Esposa dicen: "¡Ven, Señor!"
Quien lo oiga, diga: "¡Ven, Señor!"
 
Quien tenga sed, que venga; quien lo desee,
que tome el don del agua de la vida.
 
Sí, yo vengo pronto.
¡Amén! ¡Ven, Señor, Jesús!

SALMODIA

Ant. 1. Desde Sión vendrá el Señor todopoderoso a salvar a su pueblo.

Salmo 125
DIOS, ALEGRÍA Y ESPERANZA NUESTRA
Como participáis en el sufrimiento, también participáis en el consuelo ( 2 Cor 1, 7).

Cuando el Señor cambió la suerte de Sión,
nos parecía soñar:
la boca se nos llenaba de risas,
la lengua de cantares.
 
Hasta los gentiles decían:
"El Señor ha estado grande con ellos".
El Señor ha estado grande con nosotros,
y estamos alegres.
 
Que el Señor cambie nuestra suerte,
como los torrentes del Negueb.
Los que sembraban con lágrimas
cosechan entre cantares.
 
Al ir, iba llorando,
llevando la semilla;
al volver, vuelve cantando,
trayendo sus gavillas.

Ant. Desde Sión vendrá el Señor todopoderoso a salvar a su pueblo. 

Ant. 2. Por amor de Sión no callaré, hasta que amanezca como una aurora su Justo. 

Salmo 126
EL ESFUERZO HUMANO ES INÚTIL SIN DIOS
Sois edificación de Dios (1 Co 3, 9).

Si el Señor no construye la casa,
en vano se cansan los albañiles;
si el Señor no guarda la ciudad,
en vano vigilan los centinelas.
 
Es inútil que madruguéis,
que veléis hasta muy tarde,
que comáis el pan de vuestros sudores:
¡Dios lo da a sus amigos mientras duermen!
 
La herencia que da el Señor son los hijos;
su salario, el fruto del vientre:
son saetas en manos de un guerrero
los hijos de la juventud.
 
Dichoso el hombre que llena
con ellas su aljaba:
no quedará derrotado cuando litigue
con su adversario en la plaza.

Ant. Por amor de Sión no callaré, hasta que amanezca como una aurora su Justo. 

Ant. 3. El Espíritu del Señor está sobre mí; me ha enviado para dar la Buena Noticia a los pobres. 

Cántico  Col 1, 12-20
 HIMNO A CRISTO, PRIMOGÉNITO DE TODA CRIATURA Y PRIMER RESUCITADO DE ENTRE LOS MUERTOS

Damos gracias a Dios Padre,
que nos ha hecho capaces de compartir
la herencia del pueblo santo en la luz.
 
Él nos ha sacado del dominio de las tinieblas,
y nos ha trasladado al reino de su Hijo querido,
por cuya sangre hemos recibido la redención,
el perdón de los pecados.
 
Él es imagen de Dios invisible,
primogénito de toda criatura;
porque por medio de él
fueron creadas todas las cosas:
celestes y terrestres, visibles e invisibles,
Tronos, Dominaciones, Principados, Potestades;
todo fue creado por él y para él.
 
Él es anterior a todo, y todo se mantiene en él.
Él es también la cabeza del cuerpo: de la Iglesia.
Él es el principio, el primogénito de entre los muertos,
y así es el primero en todo.
 
Porque en él quiso Dios que residiera toda la plenitud.
Y por él quiso reconciliar consigo todos los seres:
los del cielo y los de la tierra,
haciendo la paz por la sangre de su cruz.

Ant. El Espíritu del Señor está sobre mí; me ha enviado para dar la Buena Noticia a los pobres. 

LECTURA BREVE 1 Co 4, 5

No juzguéis antes de tiempo; dejad que venga el Señor. Él sacará a la luz lo que está oculto en las tinieblas y pondrá al descubierto las intenciones del corazón. Entonces vendrá a cada uno su alabanza de parte de Dios.

RESPONSORIO BREVE

V. Despierta tu poder y ven a salvarnos, Señor Dios de los ejércitos.
R. Despierta tu poder y ven a salvarnos, Señor Dios de los ejércitos.
V. Que brille tu rostro y nos salve.
R. Señor Dios de los ejércitos.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Despierta tu poder y ven a salvarnos, Señor Dios de los ejércitos.

CÁNTICO EVANGÉLICO

Ant. Señor, tú eres el que esperamos, el que ha de venir para salvar a tu pueblo.

MAGNÍFICAT Lc 1, 46-55
ALEGRÍA DEL ALMA EN EL SEÑOR


Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
 
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
 
Él hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
 
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
—como lo había prometido a nuestros padres—
en favor de Abraham y su descendencia por siempre.
 
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Señor, tú eres el que esperamos, el que ha de venir para salvar a tu pueblo.

 PRECES

Invoquemos a Dios Padre, que nos envió a su Hijo para que nos trajera una paz sin límites, y digámosle:

Venga tu reino, Señor. 

Mira, Padre santo, a tu Iglesia
— y ven a visitar tu viña, la cepa que tu diestra plantó.

Oh Señor, siempre fiel a tus promesas, acuérdate de los hijos de Abrahán
— y cumple las promesas que hiciste a sus padres.

Mira, Dios de clemencia, a los paganos, y llámalos, por tu misericordia,
— para que también ellos te alaben y glorifiquen.

Visita, Pastor eterno, las ovejas de tu rebaño
— y reúnelas a todas en tus verdes praderas.

Acuérdate también de los que han salido de este mundo en paz
— y recíbelos en el reino de tu Hijo. 


intenciones libres

Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad  en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal.

ORACIÓN

Concédenos, Dios todopoderoso, que la fiesta ya cercana del nacimiento de tu Hijo nos reconforte en esta vida y nos obtenga la recompensa eterna. Por nuestro Señor Jesucristo.

CONCLUSIÓN

V.
El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.

iBreviary
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