Numeros  5 Nueva Biblia de Jerusalén (Desclee, 1998) | 31 versitos |
1
II. Leyes diversas
Expulsión de los impuros.
Dijo Yahvé a Moisés:
2 «Manda a los israelitas que echen del campamento a todo leproso, al que padece flujo y a todo impuro por contacto de cadáver.
3 Los has de echar, sean hombre o mujer; fuera del campamento los echarás, para que no contaminen su campamento, donde yo habito en medio de ellos.»
4 Así lo hicieron los israelitas: los echaron fuera del campamento. Los israelitas lo hicieron tal como había dicho Yahvé a Moisés.
5
La restitución.
Yahvé dijo a Moisés:
6 «Di a los israelitas: Si un hombre o una mujer comete cualquier pecado en perjuicio de otro, ofendiendo a Yahvé, el tal será reo de delito.
7 Confesará el pecado cometido y restituirá la suma de que es deudor, más un quinto. Se la devolverá a aquél de quien se ha hecho deudor.
8 Y si el hombre no tiene pariente a quien se pueda restituir, la suma, que en tal caso se ha de restituir a Yahvé, será para el sacerdote; aparte del carnero expiatorio con que el sacerdote expiará por él.
9 Y toda ofrenda reservada de lo que los hijos de Israel consagran y presentan al sacerdote, será para éste.
10 Lo que cada uno consagra, es suyo; pero lo que se presenta al sacerdote, es para el sacerdote.»
11
La oblación de los celos.
Yahvé dijo a Moisés:
12 «Di a los israelitas: Cualquier hombre cuya mujer se haya desviado y le haya engañado
13 (ha dormido con ella un hombre con relación carnal, a ocultas del marido; ella se ha manchado en secreto, no hay ningún testigo, no ha sido sorprendida);
14 si el marido es atacado de celos y recela de su mujer, la cual efectivamente se ha manchado; o bien le atacan los celos y se siente celoso de su mujer, aunque ella no se haya manchado;
15 ese hombre llevará a su mujer ante el sacerdote y presentará por ella la ofrenda correspondiente: una décima de medida de harina de cebada. No derramará aceite sobre la ofrenda, ni le pondrá incienso, pues es «oblación de celos», oblación conmemorativa para recordar una falta.
16 «El sacerdote presentará a la mujer y la pondrá delante de Yahvé.
17 Echará luego agua corriente en un vaso de barro y, tomando polvo del pavimento de la Morada, lo esparcirá sobre el agua.
18 Pondrá el sacerdote a la mujer delante de Yahvé, le descubrirá la cabeza y pondrá en sus manos la oblación conmemorativa, o sea, la oblación de los celos. El sacerdote tendrá en sus manos las aguas de amargura y maldición.
19 «Entonces el sacerdote conjurará a la mujer y le dirá: “Si no ha dormido un hombre contigo, si no te has desviado ni manchado desde que estás bajo la potestad de tu marido, sé inmune a estas aguas de amargura y maldición.
20 Pero si, estando bajo la potestad de tu marido, te has desviado y te has manchado, durmiendo con un hombre distinto de tu marido...”
21 El sacerdote entonces proferirá sobre la mujer este juramento, y dirá el sacerdote a la mujer: “...Que Yahvé te ponga como maldición y execración en medio de tu pueblo, que haga languidecer tus caderas e infle tu vientre.
22 Que entren estas aguas de maldición en tus entrañas, para que inflen tu vientre y hagan languidecer tus caderas”. Y la mujer responderá: ¡Amén, amén!
23 «Después el sacerdote escribirá en una hoja estas imprecaciones y las borrará con las aguas amargas.
24 Hará beber a la mujer las aguas amargas de maldición, y entrarán en ella las aguas amargas de maldición.
25 «El sacerdote tomará entonces de la mano de la mujer la oblación de los celos, balanceará la oblación delante de Yahvé y la presentará en el altar.
26 El sacerdote tomará de la oblación un puñado, el memorial, y lo quemará sobre el altar, y le hará beber a la mujer las aguas.
27 Cuando le haga beber de las aguas, si la mujer está manchada y de hecho ha engañado a su marido, cuando entren en ella las aguas amargas de maldición, se inflará su vientre, languidecerán sus caderas y será mujer de maldición en medio de su pueblo.
28 Pero si la mujer no se ha manchado, sino que es pura, estará exenta de toda culpa y tendrá hijos.
29 «Éste es el rito de los celos, para cuando una mujer, después de estar bajo la potestad de su marido, se haya desviado y manchado;
30 o para cuando un hombre, atacado de celos, recele de su mujer: entonces pondrá a su mujer en presencia de Yahvé y el sacerdote realizará con ella todo este rito.
31 El marido estará exento de culpa, y la mujer cargará con la suya.»

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Introducción a Numeros 

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Fuente: Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros

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Notas

Numeros  5,1
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Deu_23:10-15 [Deu_23:9-14]

NOTAS

5 Estas leyes, de redacción sacerdotal, son adiciones redactadas según el espíritu de la ley de pureza (Lv 11-16). Recuerdan las leyes complementarias incluidas en la ley de santidad, por ejemplo Lev_20:22-25.


Numeros  5,2
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Lev_13:45-46; Lev 15; Núm_19:11-16

Numeros  5,3
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] 1Co_5:7-13; 2Co_6:16-18; Apo_21:27; Apo_22:15

NOTAS

5:3 La redacción sacerdotal imagina en medio del campamento la Tienda que las antiguas tradiciones sitúan al exterior, ver Éxo_33:7.

Numeros  5,6
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Lev_5:15-26 [Lev_5:15-19; Lev_6:1-7]

Numeros  5,11
NOTAS

5:11 El juicio de Dios, u ordalía, se practicó en toda la antigüedad y hasta en la Edad Media, para obtener una decisión de justicia cuando no existían pruebas. Era conocida en todo el antiguo Oriente la ordalía judicial por las aguas del río en que era arrojado el acusado, pero esta prueba de las aguas de maldición carece de analogía. Se trata seguramente de una vieja práctica a la que se sobrepone un ritual israelita: intervención del sacerdote, ofrenda, juramento, etc.

Numeros  5,15
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Lev_5:11

[2] Lev_2:2

Numeros  5,21
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Rut_1:17+

Numeros  5,26
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Lev_5:12