Deuteronomio  2 Nueva Biblia de Jerusalén (Desclee, 1998) | 37 versitos |
1
De Cades al Arnón.
Luego nos volvimos y partimos hacia el desierto, por el camino del mar de Suf, como Yahvé me había mandado. Durante mucho tiempo anduvimos rodeando la montaña de Seír.
2 Yahvé me dijo:
3 «Ya habéis dado bastantes vueltas a esta montaña: dirigíos hacia el norte.
4 Y da al pueblo esta orden: Vais a pasar por el territorio de vuestros hermanos, los hijos de Esaú, que habitan en Seír. Os tendrán miedo, pero tened mucho cuidado;
5 no los ataquéis, porque yo no os daré nada de su tierra, ni lo de la planta del pie, ya que la montaña de Seír se la he dado en posesión a Esaú.
6 La comida que comáis se la compraréis por dinero, y por dinero les compraréis también el agua que bebáis.
7 Pues Yahvé tu Dios te ha bendecido en todas tus empresas: ha protegido tu marcha por este gran desierto, y hace ya cuarenta años que Yahvé tu Dios está contigo sin que te haya faltado nada.»
8 Pasamos, pues, al lado de nuestros hermanos, los hijos de Esaú que habitan en Seír, por el camino de la Arabá, de Elat y de Esión Guéber; después, cambiando de rumbo, tomamos el camino del desierto de Moab.
9 Yahvé me dijo: «No ataques a Moab, no le provoques al combate, pues yo no te daré nada de su tierra, ya que Ar se la he dado en posesión a los hijos de Lot.
10 (Antiguamente habitaban allí los emitas, pueblo grande, numeroso y corpulento como los anaquitas.
11 Tanto a ellos como a los anaquitas se los tenía por refaítas, pero los moabitas los llamaban emitas.
12 Igualmente en Seír habitaron antiguamente los joritas, pero los hijos de Esaú los desalojaron, los exterminaron y se establecieron en su lugar, como ha hecho Israel con la tierra de su posesión, la que Yahvé les dio.)
13 Y ahora, levantaos y pasad el torrente Zéred.»
Pasamos, pues, el torrente Zéred.
14 El tiempo que estuvimos caminando desde Cades Barnea hasta que pasamos el torrente Zéred fue de treinta y ocho años; hasta que desapareció del campamento toda la generación de hombres de guerra, como Yahvé les había jurado.
15 La mano misma de Yahvé cayó sobre ellos para exterminarlos del campamento hasta acabar con ellos.
16 Cuando la muerte había hecho desaparecer del pueblo a todos los hombres de guerra,
17 Yahvé me dijo:
18 «Vas a cruzar hoy la frontera de Moab, por Ar,
19 y vas a encontrarte con los hijos de Amón. No los ataques ni les provoques; pues yo no te daré nada de la tierra de los hijos de Amón, ya que se la he entregado en posesión a los hijos de Lot.
20 (También ésta era considerada tierra de refaítas; los refaítas habitaron allí antiguamente; y los amonitas los llamaban zanzumitas:
21 pueblo grande, numeroso y corpulento como los anaquitas; Yahvé los exterminó al llegar los amonitas, que los desalojaron y se establecieron en su lugar.
22 Así había hecho también en favor de los hijos de Esaú, que habitaban en Seír, exterminando al llegar ellos a los joritas; aquéllos los desalojaron y se establecieron en su lugar hasta el día de hoy.
23 Y también a los avitas, que habitan en los campos hasta Gaza; los caftoritas, venidos de Caftor, los exterminaron y se establecieron en su lugar).
24 Levantaos, partid y pasad el torrente Arnón. Mira, yo pongo en tus manos a Sijón, el amorreo, rey de Jesbón, y todo su país. Comienza la conquista; provócale al combate.
25 Desde hoy comienzo a infundir terror y miedo de ti entre todos los pueblos que hay debajo del cielo: al tener noticia de tu llegada temblarán todos y se estremecerán.»
26
Conquista del reino de Sijón.
Del desierto de Quedemot envié mensajeros a Sijón, rey de Jesbón, con estas palabras de paz:
27 «Voy a pasar por tu tierra; seguiré el camino sin desviarme ni a derecha ni a izquierda.
28 La comida que coma me la venderás por dinero, el agua que beba me la darás por dinero; sólo deseo pasar a pie,
29 como me lo han permitido los hijos de Esaú que habitan en Seír y los moabitas que habitan en Ar, hasta que cruce el Jordán, para ir hacia la tierra que nos da Yahvé nuestro Dios.»
30 Pero Sijón, rey de Jesbón, no quiso dejarnos pasar por allí, porque Yahvé tu Dios le había empedernido el espíritu y endurecido el corazón, a fin de sometértelo, como sigue todavía hoy.
31 Yahvé me dijo: «Mira, voy a comenzar a entregarte a Sijón y su territorio; empieza la conquista, apodérate de su territorio.»
32 Sijón salió a nuestro encuentro con toda su gente, y nos presentó batalla en Yahas.
33 Yahvé nuestro Dios nos lo entregó y lo derrotamos a él, a sus hijos y a toda su gente.
34 Nos apoderamos entonces de todas sus ciudades y consagramos al anatema toda ciudad: hombres, mujeres y niños, sin dejar superviviente.
35 Sólo guardamos como botín el ganado y los despojos de las ciudades tomadas.
36 Desde Aroer, al borde del valle del Arnón, y la ciudad que está en el valle, hasta Galaad, no hubo ciudad inexpugnable para nosotros; Yahvé nuestro Dios nos las entregó todas.
37 Únicamente respetaste el país de los amonitas, toda la ribera del torrente Yaboc y las ciudades de la montaña, todo lo que Yahvé nuestro Dios nos había prohibido.

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Introducción a Deuteronomio 

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Fuente: Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros

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Notas

Deuteronomio  2,1
NOTAS

2 Como en la fuente antigua, Núm_14:25, se da el mar de Suf como primera dirección; después el Dt continúa señalando una ruta por el desierto, hacia Moab y Amón. En su época Edom estaba instalado al oeste de la Arabá y en el golfo de Ácaba (mar de Suf); ya no se trata, pues, de una prohibición de paso por parte de Edom, ver Núm_20:14-21 : Israel atravesará su territorio, pero no deberá tomar nada de él. Igualmente, nada recibirá de los territorios de Moab y de Amón, de los que no hablaba la fuente antigua. Los israelitas rodearon Moab por el desierto, pero no llegaron a alcanzar el territorio de los amonitas, ver Deu_2:19+. El tema teológico del don de la Tierra Prometida, Deu_1:6-8, ver Deu_1:5+, se combina aquí con un tema más amplio: Dios distribuye a los pueblos sus territorios. Edom, Moab y Amón, parientes de Israel, conservarán el suyo, ver Deu_2:5+, pero Sijón es un amorreo, y Dios entregará su territorio a Israel, Deu_2:24.

2:1 El nombre de Seír, al que muy a menudo se le hace coincidir con el de Edom, ver Gén_32:4 [Gén_32:3]; Núm_24:18; Jue_5:4, designa el territorio de Esaú/Edom, Gén_33:14; Gén_36:8, que se encontraba primitivamente al este de la Arabá. Pero aquí, como en Jos_11:17; Jos_12:7, la «montaña de Seír» está localizada en la región de Cades, no muy lejos de Jormá, ver Deu_1:44. Esto representa la situación de la época en que fue escrito este texto: los edomitas habían atravesado entonces la Arabá, ver Núm_20:23+. Tras la ruina de Judá, se adentrarán hasta Hebrón, y toda esta región tomará el nombre de Idumea, ver 1Ma_5:3+; Mar_3:8.


Deuteronomio  2,4
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Núm_20:14-21

Deuteronomio  2,5
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Gén_36:8

NOTAS

2:5 Los edomitas, descendientes de Abrahán, Gn 36, los moabitas y los amonitas (Deu_2:9 y Deu_2:19), descendientes de Lot, Gén_19:30 s, fueron, como Israel, establecidos por Yahvé en un territorio que primitivamente pertenecía a otras naciones, cuyos nombres se recuerdan en la adición de Deu_2:10-12, Deu_2:20 s.

Deuteronomio  2,6
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Éxo_33:14; Éxo_33:16; Éxo_34:9-10; Deu_8:2 s; Deu_29:5 [Deu_29:6]; Neh_9:20-21

Deuteronomio  2,8
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Núm_20:21

[2] Núm_21:10-20

Deuteronomio  2,10
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Deu_1:28+

Deuteronomio  2,12
NOTAS

2:12 No hay razón para identificar estos Joritas con los Hurritas de los documentos cuneiformes. Estos últimos sólo llegaron a Palestina, hacia 1500 a. C., en número muy pequeño y fueron pronto asimilados. Los nombres propios atestiguan su presencia en ciertas ciudades al oeste del Jordán, pero nunca en Transjordania. El término «jorita» parece no ser más que una designación seudo-étnica, que aplica a la región de Edom-Seír (ver Gén_36:20) el término de Huru, uno de los nombres egipcios de Palestina en la época de la instalación de los israelitas.

Deuteronomio  2,14
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Deu_1:35; Núm_14:34

Deuteronomio  2,19
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Gén_19:30-38

NOTAS

2:19 El territorio de los amonitas estaba situado al norte del de Sijón, en el curso superior del Yaboc, ver Deu_3:16; Núm_21:24. Pese a los vínculos entre Israel y Amón en los que insiste este texto, ver Deu_2:37, estos dos pueblos se harán la guerra desde la época de los Jueces, Jue_10:7 s y, sobre todo, en tiempo de David, 2Sa_10:6 s; 11. Posteriormente, los amonitas se extenderán a expensas de Gad, ver Jer_49:1, y la tradición primitiva del Dt es hostil a ellos, ver Deu_23:4 [Deu_23:3].

Deuteronomio  2,23
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Jos_13:2+

NOTAS

2:23 Los filisteos, llegados de Creta o de Asia Menor, ver Jos_13:2+.

Deuteronomio  2,26
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] |Núm_21:21-25; Jue_11:19-22

NOTAS

2:26 (a) El Dt enlaza aquí con la fuente antigua, tanto para la conquista histórica del reino de Sijón como para el relato legendario sobre Og.

2:26 (b) O: «Del desierto de Oriente».

Deuteronomio  2,27
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Deu_2:6

Deuteronomio  2,29
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Núm_20:18; Núm_20:21

Deuteronomio  2,30
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Éxo_4:21

Deuteronomio  2,34
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Jos_6:17+