Deuteronomio  28 Nueva Biblia de Jerusalén (Desclee, 1998) | 69 versitos |
1
Las bendiciones prometidas.
Y si tú escuchas de verdad la voz de Yahvé tu Dios, cuidando de practicar todos los mandamientos que yo te prescribo hoy, Yahvé tu Dios te levantará por encima de todas las naciones de la tierra,
2 y vendrán sobre ti y te alcanzarán todas las bendiciones siguientes, por haber escuchado la voz de Yahvé tu Dios.
3 Bendito serás en la ciudad y bendito serás en el campo.
4 Bendito el fruto de tu vientre, el fruto de tu suelo, y el fruto de tu ganado, el parto de tus vacas y las crías de tus ovejas.
5 Bendita tu cesta y tu artesa.
6 Bendito serás cuando entres y bendito serás cuando salgas.
7 A los enemigos que se levanten contra ti, Yahvé los convertirá en vencidos: por un camino saldrán a tu encuentro, y por siete caminos huirán delante de ti.
8 Yahvé mandará a la bendición que esté contigo, en tus graneros y en tus empresas, y te bendecirá en la tierra que Yahvé tu Dios te da.
9 Yahvé te establecerá como el pueblo consagrado a él, como te ha jurado, si tú guardas los mandamientos de Yahvé tu Dios y sigues sus caminos.
10 Todos los pueblos de la tierra verán que sobre ti es invocado el nombre de Yahvé y te temerán.
11 Yahvé te hará rebosar de bienes: del fruto de tu vientre, del fruto de tu ganado y del fruto de tu tierra, en esta tierra que él juró a tus padres que te daría.
12 Yahvé abrirá para ti los cielos, su rico tesoro, para dar a su tiempo la lluvia a tu tierra y para bendecir todas tus empresas. Prestarás a naciones numerosas, y tú no tendrás que tomar prestado.
13 Yahvé te pondrá a la cabeza y no a la cola; siempre estarás encima y nunca debajo, si escuchas los mandamientos de Yahvé tu Dios, que yo te prescribo hoy, guardándolos y poniéndolos en práctica,
14 si no te apartas ni a derecha ni a izquierda de ninguna de estas palabras que yo os prescribo hoy, yendo en pos de otros dioses a servirles.
15
Las maldiciones.
Pero si desoyes la voz de Yahvé tu Dios, y no cuidas de practicar todos sus mandamientos y sus preceptos, que yo te prescribo hoy, te sobrevendrán y te alcanzarán todas las maldiciones siguientes:
16 Maldito serás en la ciudad y maldito serás en el campo.
17 Maldita tu cesta y tu artesa.
18 Maldito el fruto de tu vientre y el fruto de tu tierra, el parto de tus vacas y las crías de tus ovejas.
19 Maldito serás cuando entres y maldito serás cuando salgas.
20 Yahvé enviará contra ti la maldición, el desastre, la amenaza, en todas tus empresas, hasta que seas exterminado y perezcas rápidamente, a causa de la perversidad de tus acciones por las que me habrás abandonado.
21 Yahvé hará que se te pegue la peste, hasta que te haga desaparecer de esa tierra en la que vas a entrar para tomarla en posesión.
22 Yahvé te herirá de tisis, de fiebre, de inflamación, de gangrena, de sequía, de tizón y de añublo, que te perseguirán hasta que perezcas.
23 Los cielos de encima de tu cabeza serán de bronce, y la tierra de debajo de ti será de hierro.
24 Yahvé dará como lluvia a tu tierra polvo y arena, que caerán del cielo sobre ti hasta tu destrucción.
25 Yahvé hará que sucumbas ante tus enemigos: por un camino saldrás hacia ellos, y por siete caminos huirás delante de ellos, y serás el espanto de todos los reinos de la tierra.
26 Tu cadáver será pasto de todas las aves del cielo y de todas las bestias de la tierra sin que nadie las espante.
27 Yahvé te herirá con úlceras de Egipto, con tumores, con sarna y con tiña, de las que no podrás sanar.
28 Yahvé te herirá de delirio, de ceguera y de pérdida de sentidos;
29 andarás a tientas en pleno mediodía como el ciego anda a tientas en la oscuridad, y no llegarás a término en tus caminos.
Estarás oprimido y despojado toda la vida, y no habrá quien te socorra.
30 Te desposarás con una mujer y otro hombre la hará suya; edificarás una casa y no la habitarás; plantarás una viña y no disfrutarás de ella.
31 Tu buey será degollado en tu presencia, y no comerás de él; tu asno será robado en tu presencia, y no se te devolverá; tus ovejas serán entregadas a tus enemigos, y no habrá quien te auxilie;
32 tus hijos y tus hijas serán entregados a otro pueblo; y tus ojos lo estarán viendo y se consumirán por ellos todos los días de tu vida, sin poder hacer nada.
33 El fruto de tu tierra y toda tu fatiga lo comerá un pueblo que no conoces. No serás más que un explotado y oprimido toda la vida.
34 Y te volverás loco ante el espectáculo que verás con tus ojos.
35 Yahvé te herirá de úlceras malignas en las rodillas y en las piernas, de las que no podrás sanar, desde la planta de los pies hasta la coronilla de la cabeza.
36 Yahvé te llevará, a ti y al rey que hayas puesto sobre ti, a una nación que ni tú ni tus padres conocíais, y allí servirás a otros dioses de madera y de piedra.
37 Serás el asombro, el refrán y la irrisión de todos los pueblos a donde Yahvé te conduzca.
38 Echarás en tus campos mucha semilla y cosecharás poco, porque la asolará la langosta.
39 Viñas plantarás y las trabajarás, pero vino no beberás ni recogerás nada, porque el gusano las devorará.
40 Olivos tendrás por todo tu territorio, pero con aceite no te ungirás, porque tus olivos caerán.
41 Hijos e hijas engendrarás, pero no serán para ti, porque irán al cautiverio.
42 Todos tus árboles y los frutos de tu tierra serán presa de los insectos.
43 El forastero que vive en medio de ti subirá a costa tuya cada vez más alto, y tú caerás cada vez más bajo.
44 Él te prestará, y tú no le prestarás a él; él estará a la cabeza y tú a la cola.
45 Todas estas maldiciones caerán sobre ti, te perseguirán y te alcanzarán hasta destruirte, por no haber escuchado tú la voz de Yahvé tu Dios, guardando los mandamientos y los preceptos que él te ha prescrito.
46 Serán como una señal y un prodigio sobre ti y sobre tu descendencia para siempre.
47
Perspectivas de guerra y de destierro.
Por no haber servido a Yahvé tu Dios en la alegría y la dicha de corazón, cuando abundabas en todo,
48 servirás a tus enemigos, los que Yahvé enviará contra ti, con hambre, con sed, con desnudez y con privación de todo. Él pondrá en tu cuello un yugo de hierro hasta que te destruya.
49 Yahvé levantará contra ti una nación venida de lejos, de los extremos de la tierra, como el águila que se cierne; una nación de lengua desconocida para ti,
50 una nación de rostro fiero, que no respetará al anciano ni tendrá compasión del muchacho.
51 Comerá el fruto de tu ganado y el fruto de tu suelo, hasta destruirte; no te dejará ni trigo, ni mosto, ni aceite, ni los partos de tus vacas, ni las crías de tus ovejas, hasta acabar contigo.
52 Te asediará en todas tus ciudades, hasta que caigan en toda tu tierra tus murallas más altas y mejor fortificadas, en las que tú habías puesto tu confianza. Te asediará en tus ciudades, en toda la tierra que te habrá dado Yahvé tu Dios.
53 Comerás el fruto de tu vientre, la carne de tus hijos y de tus hijas que te haya dado Yahvé tu Dios, en el asedio y la angustia a que te reducirá tu enemigo.
54 El hombre más delicado y tierno de entre los tuyos mirará con malos ojos a su hermano, y a la mujer que se acostaba en su seno y a los hijos que le queden,
55 para no compartir con ellos la carne de sus hijos que él se va a comer, pues no le ha quedado ya nada, por el asedio y la angustia a que tu enemigo te reducirá en todas tus ciudades.
56 La más delicada y tierna de las mujeres de tu pueblo, la que no habría osado posar en tierra la planta de su pie, mirará con malos ojos al hombre que se acostaba en su seno, y a su hijo y a su hija,
57 y a la placenta que sale entre sus piernas y a los hijos que dé a luz, pues los comerá a escondidas, por la falta de todo, en el asedio y la angustia a que te reducirá tu enemigo en tus ciudades.
58 Si no cuidas de poner en práctica todas las palabras de esta Ley escritas en este libro, temiendo a ese nombre glorioso y temible, a Yahvé tu Dios,
59 Yahvé hará terribles tus plagas y las plagas de tu descendencia: plagas grandes y duraderas, enfermedades perniciosas y tenaces.
60 Hará caer de nuevo sobre ti aquellas epidemias de Egipto, a las que tanto miedo tenías, y se te pegarán.
61 Más todavía, todas las enfermedades y plagas que no se mencionan en el libro de esta Ley, las suscitará Yahvé contra ti, hasta destruirte.
62 No quedaréis más que unos pocos hombres, vosotros que erais tan numerosos como las estrellas del cielo, por haber desoído la voz de Yahvé tu Dios.
63 Y sucederá que lo mismo que Yahvé se complacía en haceros el bien y en multiplicaros, así se gozará en perderos y destruiros. Seréis arrancados de la tierra adonde vas a entrar para tomarla en posesión.
64 Yahvé te dispersará entre todos los pueblos, de un extremo a otro de la tierra, y allí servirás a otros dioses, de madera y de piedra, que no conocíais ni tú ni tus padres.
65 No hallarás sosiego en aquellas naciones, ni habrá descanso para la planta de tus pies, sino que Yahvé te dará allí corazón tembloroso, y languidez de ojos y ansiedad de alma.
66 Tu vida estará ante ti como pendiente de un hilo, tendrás miedo de noche y de día, y no tendrás seguridad ni de tu vida.
67 Por la mañana dirás: «¡Quién me diera que anocheciese!», y por la tarde dirás: «¡Quién me diera que amaneciese!», a causa del espanto que estremecerá tu corazón y del espectáculo que verán tus ojos.
68 Yahvé volverá a llevarte a Egipto en barcos, por ese camino del que yo te había dicho: «No volverás a verlo más.» Y allí os ofreceréis en venta a vuestros enemigos como esclavos y esclavas, pero no habrá ni comprador.
69
TERCER DISCURSO
Éstas son las palabras de la alianza que Yahvé mandó a Moisés concluir con los israelitas en el país de Moab, aparte de la alianza que había concluido con ellos en el Horeb.

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Introducción a Deuteronomio 

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Fuente: Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros

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Notas

Deuteronomio  28,1
NOTAS

28 Este cap. es continuación de Deu_26:16-19; Deu_27:9-10, donde el Código Deuteronómico había sido presentado como el documento del tratado entre Yahvé e Israel. Concluye éste con bendiciones y maldiciones, a la manera de los tratados orientales. Sorprendentes paralelos se encuentran en los tratados asirios de vasallaje del s. VII a.C., pero el estilo es aquí deuteronómico y recoge muchos temas de la predicación profética.


Deuteronomio  28,2
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Deu_4:30; Gén_49:25-26; Gén_11:10-15

Deuteronomio  28,9
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Jer_14:9; Jua_13:34-35

Deuteronomio  28,10
NOTAS

28:10 Expresión del lenguaje jurídico, que significa la pertenencia, ver 2Sa_12:28; Isa_4:1, etc.

Deuteronomio  28,12
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Deu_11:14

Deuteronomio  28,15
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Lev_26:14-39; Jer_26:4-6

Deuteronomio  28,25
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Jer_24:9

Deuteronomio  28,27
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Deu_7:15; Deu_28:60

Deuteronomio  28,28
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Isa_59:10

Deuteronomio  28,30
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Isa_62:8-9; Amó_5:11; Miq_6:15; Deu_20:5-7

Deuteronomio  28,36
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] 2Re_17:4-6; 2Re_25:7; 2Re_25:11

[2] Ose_9:3; Ose_11:5

Deuteronomio  28,37
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Jer_24:9+

Deuteronomio  28,47
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Jer_5:19

Deuteronomio  28,49
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Isa_5:26; Isa_33:19; Jer_5:15; Bar_4:15

Deuteronomio  28,51
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Mat 24

Deuteronomio  28,53
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Jer_19:9; Lev_26:29; Eze_5:10; Lam_2:20; Lam_4:10

Deuteronomio  28,59
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Deu_28:27

Deuteronomio  28,66
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Job_7:4

Deuteronomio  28,68
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Ose_8:13

NOTAS

28:68 Al evocar las calamidades y la vuelta a la esclavitud, el autor hace estas amenazas para el futuro simétricas de las gracias pasadas, que recordaba el discurso de introducción. Yahvé destruirá como había salvado: con el mismo poder sobrenatural.