II Samuel  9 La Biblia de Nuestro Pueblo (2006) | 13 versitos |
1

Meribaal, acogido por David
2 Sm 21

David preguntó:
–¿Queda alguno de la familia de Saúl a quien yo pueda favorecer por amor a Jonatán?
2 La familia de Saúl había tenido un criado que se llamaba Sibá; lo trajeron y el rey le preguntó:
–¿Eres Sibá?
Él respondió:
– Sí, para servirte.
3 El rey le preguntó:
–¿Y no queda ya nadie de la familia de Saúl a quien yo pueda favorecer por amor de Dios?
Sibá le respondió:
– Queda todavía un hijo de Jonatán, lisiado de ambos pies.
4 El rey le preguntó:
–¿Dónde está?
Sibá le contestó:
– En Lodabar, en casa de Maquir, hijo de Amiel.
5 El rey David mandó que lo trajeran de allí.
6 Cuando Meribaal, hijo de Jonatán, hijo de Saúl se presentó ante David, cayó con el rostro en tierra y se postró. David le dijo:
–¿Eres Meribaal?
Él respondió:
– Sí, para servirte.
7 David le dijo:
– No temas, porque estoy decidido a favorecerte por amor a Jonatán, tu padre; te devolveré todas las tierras de tu abuelo, Saúl, y comerás siempre a mi mesa.
8 Meribaal se postró y dijo:
–¿Qué soy yo para que te fijes en un perro muerto como yo?
9 El rey llamó entonces a Sibá, criado de Saúl, y le dijo:
– Todas las posesiones de Saúl y su familia se las entrego al hijo de tu amo.
10 Tú, tus hijos y tus esclavos le cultivarán las tierras y le entregarán las cosechas para su sustento. Meribaal, hijo de tu amo, comerá siempre a mi mesa.
Sibá, que tenía quince hijos y veinte esclavos,
11 contestó al rey:
– Tu siervo hará todo lo que el rey le mande.
Meribaal comía a la mesa de David, como uno de los hijos del rey.
12 Tenía un hijo pequeño, llamado Micá, y toda la casa de Sibá estaba al servicio de Meribaal,
13 que se trasladó a Jerusalén, porque comía siempre a la mesa del rey. Meribaal estaba impedido de ambos pies.

Patrocinio

 
 

Introducción a II Samuel 

-

Fuente: La Biblia de Nuestro Pueblo (Liturgical Press, 2006),

Patrocinio

Notas

II Samuel  9,1-13Meribaal, acogido por David. El gesto de David es un acto de lealtad o fidelidad a un juramento (1Sa_20:11-17.42). Es también un gesto magnánimo para con la familia de su rival. Además es una sagaz medida política: trayendo a la corte al descendiente de Saúl, lo tiene vigilado y neutralizado. Ese favorecer tiene otro sentido especial: es una concesión que liga a Meribaal con el vínculo de lealtad. En Meribaal la «casa de Saúl» se prosterna y rinde homenaje al nuevo rey, cumpliendo el homenaje anticipado de Saúl y de Jonatán; expresamente se declara «siervo», que puede significar vasallo. David otorga las posesiones de familia, que se convierten ahora en don suyo (9). El honor de comer a la mesa real es un reconocimiento cotidiano de dependencia. Hubo un tiempo en que David comía a la mesa de Saúl (1 Sm 20). Si tenemos presente la promesa dinástica a la «casa de David», que acabamos de leer en el capítulo 7, sentiremos el contraste al oír nombrar cuatro veces a «la casa -familia- de Saúl»; como la primera se establece por la gracia de Dios, la segunda subsiste por la «gracia» de David.