II Crónicas  19 La Biblia de Nuestro Pueblo (2006) | 11 versitos |
1 Josafat de Judá volvió sano y salvo a su palacio de Jerusalén.
2 Pero el vidente Jehú, hijo de Jananí, le salió al encuentro y le dijo:
–¿Conque ayudas a los malvados y te alías con los enemigos del Señor? El Señor se ha indignado contigo por eso.
3 Pero cuentas también con buenas acciones: has quemado los postes sagrados de este país y has servido a Dios con constancia.
4 Josafat estableció su residencia en Jerusalén, pero volvió a visitar al pueblo, desde Berseba hasta la sierra de Efraín, convirtiéndolo al Señor, Dios de sus padres.
5 Estableció jueces en cada una de las fortalezas del territorio de Judá
6 y les advirtió:
– Cuidado con lo que hacen, porque no juzgarán con autoridad de hombres, sino con la de Dios, que estará con ustedes cuando pronuncien sentencia.
7 Por tanto, teman al Señor y procedan con cuidado. Porque el Señor, nuestro Dios, no admite injusticias, favoritismos ni sobornos.
8 También en Jerusalén designó a algunos levitas, sacerdotes y jefes de familia para que se encargasen del derecho divino y de los litigios de los habitantes de Jerusalén.
9 Les dio esta orden:
– Obren siempre con temor de Dios, con honradez e integridad.
10 Cuando sus hermanos que habitan en sus ciudades les presenten un caso de asesinato, o bien los consulten sobre leyes, preceptos, mandatos o decretos, instrúyanlos para que no se hagan culpables ante el Señor y no se derrame su cólera sobre ustedes y sus hermanos. Si actúan así estarán libres de culpa.
11 El sumo sacerdote Amarías presidirá las causas religiosas, y Zebadías, hijo de Ismael, jefe de la casa de Judá, las civiles. Los levitas estarán al servicio de ustedes. Tengan ánimo y pónganse a trabajar, y que el Señor esté con los buenos.

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Introducción a II Crónicas 

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Fuente: La Biblia de Nuestro Pueblo (Liturgical Press, 2006),

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Notas

II Crónicas  19,1-11Josafat de Judá. La narración del reinado de Josafat amplía y modifica el texto de 1Re_22:1-59 donde la figura del rey no es tan destacada. El Cronista desarrolla ampliamente la figura de Josafat en cuatro cuadros complementarios y opuestos que se van alternando: reforma religiosa y militar (17), batalla y victoria (18), reforma judicial (19), nueva victoria (20). Para realizar la reforma no se contenta con cortar abusos sino que emprende una campaña de instrucción catequética, por medio de predicadores y catequistas ambulantes (1Re_17:7-9). Las medidas militares están en continuidad con las tomadas por su padre, Asá. La reforma religiosa sirve de base a la reforma judicial. El eje de esta reforma judicial fue el cumplimiento de las disposiciones del Deuteronomio y los avisos de los profetas sobre los jueces (Deu_1:16s). En cuanto a las expediciones militares, la del capítulo 18 coincide con 1 Re 22, en cambio la del capítulo 20 es creación del autor. Su intención es didáctica: el Cronista está instruyendo a sus paisanos que confíen en el Señor, que no se mezclen en alianzas o en compromisos con otros pueblos, a ellos solo les toca contemplar cómo el Señor actúa en los sucesos y recibir el premio por su lealtad sin reservas; la fuerza no está en las armas sino en la protección de Dios, por eso 20,1-30 más que una batalla, parece un acto litúrgico: en la víspera el rey proclama un ayuno con asamblea litúrgica (20,3); en ella pronuncia una oración ante el pueblo y Dios responde con un oráculo, que los cantores corean con aclamaciones (20,4-19). A la mañana siguiente el rey pronuncia una arenga religiosa y organiza sus tropas como una procesión. Durante los cantos Dios desbarata al enemigo; los judíos suben a contemplar la derrota (20,20-29). La conclusión del reinado de Josafat (20,31-21,1) está tomada de 1Re_22:41-51 y en ella el fracaso de Josafat se atribuye a su alianza con el rey de Israel.