II Crónicas  31 La Biblia de Nuestro Pueblo (2006) | 21 versitos |
1 Terminada la fiesta, todos los israelitas presentes recorrieron las ciudades de Judá destruyendo las piedras conmemorativas, talando los postes sagrados y demoliendo los santuarios paganos y los altares de todo Judá, Benjamín, Efraín y Manasés hasta que no quedó ni uno. Luego cada cual se volvió a su casa y su ciudad.
2 Ezequías organizó por clases a los sacerdotes y levitas, asignando a cada uno su función sacerdotal o levítica: ofrecer holocaustos y sacrificios de comunión, dar gracias y alabar y servir a la entrada de los campamentos del Señor.
3 Destinó parte de los bienes de la corona a toda clase de holocaustos: matutinos y vespertinos, de los sábados, principios de mes y festividades, como manda la ley del Señor.
4 A los habitantes de Jerusalén les ordenó ayudar económicamente a los sacerdotes y levitas para que pudieran dedicarse a la ley del Señor.
5 Cuando se difundió la orden, los israelitas recogieron las primicias del trigo, del vino nuevo, del aceite, de la miel y de todos los productos agrícolas y entregaron abundantes diezmos de todo.
6 También los israelitas y judíos que habitaban en las ciudades de Judá entregaron el diezmo del ganado mayor y menor y el diezmo de las cosas sacrosantas dedicadas al Señor, disponiéndolos en montones.
7 Comenzaron a hacer los montones en mayo y terminaron en octubre.
8 Cuando llegaron Ezequías y las autoridades, al ver los montones, bendijeron al Señor y a su pueblo, Israel.
9 Ezequías pidió a los sacerdotes y levitas que le informasen sobre ellos.
10 El sumo sacerdote, Azarías, de la familia de Sadoc, le dijo:
– Desde que comenzaron a traer ofrendas al templo hemos comido hasta saciarnos; pero ha sobrado mucho porque el Señor ha bendecido a su pueblo. Toda esta cantidad es lo que ha sobrado.
11 Ezequías dio orden de preparar unos silos en el templo. Cuando lo hicieron llevaron
12 fielmente las ofrendas, el diezmo y los dones sacrosantos. Encargaron de ellos al levita Conanías y a su hermano Semeí como ayudante.
13 Por orden del rey Ezequías y de Azarías, prefecto del templo, nombraron inspectores a Yejiel, Azazías, Nájat, Asael, Yerimot, Yozabad, Eliel, Yismaquías, Májat y Benayas, a las órdenes de Conanías y de su hermano Semeí.
14 El levita Coré, hijo de Yimná, portero de la Puerta de Oriente, estaba encargado de las ofrendas voluntarias y de administrar las ofrendas del Señor y los dones sacrosantos.
15 A sus órdenes estaban Edén, Minyamín, Jesús, Semayas, Amarías y Secanías, repartidos por las ciudades sacerdotales para proveer permanentemente a sus hermanos, según sus clases, fuesen grandes o pequeños,
16 con tal que estuviesen inscritos entre los varones a partir de los tres años; es decir, proveían a todos los que entraban diariamente al servicio del templo para realizar las funciones asignadas a sus clases.
17 Los sacerdotes estaban registrados por familias y los levitas – a partir de los veinte años– por sus funciones y clases.
18 Debían registrarse con toda su familia, mujeres, hijos e hijas, todo el grupo, porque habían de ser fieles a su consagración.
19 Respecto a los sacerdotes aaronitas que vivían en los campos de pastoreo de sus ciudades, en todas ellas había personas encargadas por su nombre de proveer a los sacerdotes varones y a todos los levitas inscritos en el registro.
20 Ezequías impuso esta norma en todo Judá. Actuó con bondad, rectitud y fidelidad de acuerdo con el Señor, su Dios.
21 Todo lo que emprendió en servicio del templo, de la ley y de los preceptos lo hizo sirviendo a su Dios de todo corazón. Por eso tuvo éxito.

Patrocinio

 
 

Introducción a II Crónicas 

-

Fuente: La Biblia de Nuestro Pueblo (Liturgical Press, 2006),

Patrocinio

Notas

II Crónicas  31,1-21Reorganización del culto y del sacerdocio (31:1-21). El Cronista toma el texto de 1Re_18:4-6, insertando en la mitad (2-19) el relato de la reorganización del clero. Según el autor, Ezequías reestablece el orden instituido por Salomón (1Re_8:12-15; 1Re_23:18s) quien por lo demás no hacía sino aplicar las leyes dictadas por David. Se establecen las normas para los donativos y las ofrendas del pueblo y del rey (cfr. Eze_45:22-24; Eze_46:2). La mención de Efraín y Manasés (1) parece indicar la totalidad del reino del norte.