Esdras  5 La Biblia de Nuestro Pueblo (2006) | 17 versitos |
1

Se reanuda la construcción

Entonces, el profeta Ageo y el profeta Zacarías, hijo de Idó, comenzaron a profetizar a los judíos de Judá y Jerusalén en nombre del Dios de Israel que velaba sobre ellos.
2 Al oírlos, Zorobabel, hijo de Sealtiel, y Josué, hijo de Yosadac, se pusieron a reconstruir el templo de Jerusalén, acompañados y alentados por los profetas de Dios.
3 Pero Tatenay, gobernador de Transeufratina, Setar Boznay y sus colegas se acercaron, y les dijeron:
4 –¿Quién les ha ordenado construir este templo y restaurar este santuario? ¿Cómo se llaman los hombres que han mandado construir este edificio?
5 Pero Dios velaba por las autoridades de Judá y les permitieron seguir las obras mientras no llegase un decreto de Darío y les entregasen el escrito.
6 Copia de la carta que enviaron Tatenay, gobernador de Transeufratina, Setar Boznay, sus colegas y las autoridades de Transeufratina al rey Darío.
7 El escrito estaba redactado en los siguientes términos:
Al rey Darío, paz completa.
8 Sepa el rey que hemos ido a la provincia de Judá y resulta que los judíos con su senado están construyendo en Jerusalén un gran templo con bloques de piedra, y recubren sus paredes de madera; trabajan a conciencia y el trabajo adelanta rápidamente.
9 Entonces preguntamos al senado: ¿Quién les ha ordenado reconstruir esta casa y restaurar este santuario?
10 Les pedimos también sus nombres, y tomamos por escrito los de sus jefes para poder informarte.
11 Nos dieron la siguiente respuesta: Nosotros somos servidores del Dios del cielo y tierra, y estamos reconstruyendo un templo edificado antaño, que construyó y terminó un gran rey de Israel.
12 Pero nuestros padres irritaron al Dios del cielo, y éste los entregó en manos del caldeo Nabucodonosor, rey de Babilonia, que destruyó este templo y deportó el pueblo a Babilonia.
13 Sin embargo, el primer año de su reinado, Ciro de Babilonia ordenó reconstruirlo.
14 Además, los objetos de oro y plata que Nabucodonosor se llevó del templo de Jerusalén al de Babilonia, el rey Ciro mandó sacarlos de este último y los consignó a un hombre llamado Sesbasar, al que nombró gobernador,
15 diciéndole: Toma estos objetos, ve a llevarlos al templo de Jerusalén y que reconstruyan la casa de Dios en su mismo sitio.
16 Sesbasar vino, echó los cimientos del templo de Jerusalén y desde entonces lo estamos construyendo; pero todavía no hemos terminado.
17 Por consiguiente, si al rey le parece, que investiguen en los archivos reales de Babilonia, a ver si es verdad que el rey Ciro ordenó reconstruir este templo de Jerusalén. Y que nos comuniquen lo que el rey decida.

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Introducción a Esdras 

ESDRAS-NEHEMÍAS

¿Dos libros? Originariamente se trata de un solo libro, incorporado a la obra del Cronista. Más tarde sucede la separación, la colocación en la Biblia hebrea de Esdras y Nehemías antes de Crónicas y la división de Esdras en dos partes, llamadas primero y segundo libro de Esdras; posteriormente el segundo recibe el nombre de Nehemías, dando así relieve al personaje al asignarle un libro.

Orden de los libros y orden de los hechos. Los veintitrés capítulos no están en orden cronológico ni en el orden literario original. Se refieren a dos etapas distanciadas por un siglo: la primera repatriación, con la actividad de Ageo y Zacarías; otra repatriación con la actividad de Esdras y Nehemías. La primera es capital, porque afirma la continuidad del pueblo y de su historia. La segunda es importante para sus protagonistas y fuente de información fidedigna para nosotros. Es probable que Nehemías actuara antes que Esdras.
Dada la dificultad de restablecer el orden primitivo, proponemos aquí la reconstrucción que aceptamos como más probable -sin ir hasta los últimos detalles-.
Esdras 1-6: Repatriación en el 538 a.C. 1: Decreto de tolerancia. 2: Lista de repatriados. Llegada. 3: Construcción de un altar, se reanuda el culto, fiesta de las Chozas. Preparativos para el templo, se echan los cimientos. 4,1-5.24: Estorbos contra las obras. 5: Se reanudan los trabajos. 6: Dedicación del Templo. 4,6-23: Intrigas contra los judíos.
Nehemías 1-7: Construcción de la muralla. 1: En la corte: malas noticias, oración. 2: Permiso, viaje, inspección nocturna, dificultades. 3: Reparto del trabajo de construcción, burlas. 4: Amenazas; los constructores se arman. 5: Problemas sociales y desinterés de Nehemías. 6: Intrigas de los enemigos, intimidación y falsa profecía. 7,1-3: Las puertas de la ciudad.
Nehemías 7,4-72; 11-12: Repoblación de Jerusalén. 7: Repoblación de la capital, lista de repatriados. 11: Continuación de las listas. 12: Listas de sacerdotes y levitas. Inauguración de la muralla. Resumen.
Nehemías 8-10; 13: Alianza y reformas. 8: Lectura de la Ley. Fiesta de las Chozas. 9: Liturgia penitencial, oración de Esdras. 10: Renovación de la Alianza. 13: Reformas de Nehemías.
Esdras 7-10. 7: Esdras recibe poderes del rey persa. 8: Lista de repatriados. Viaje a Jerusalén. 9: Matrimonios mixtos: penitencia. 10: Asamblea, compromiso y ejecución. Lista.

Fuentes, autor y época.
El autor ha utilizado las siguientes fuentes: Listas de personas y lugares conservadas quizás en el archivo del Templo o en algún archivo civil; algunas estaban ya incorporadas a las memorias. Un relato en arameo sobre la reconstrucción del Templo, que el autor recoge sin traducir: Esd 5s y 4,6-23. Las memorias de Esdras que abarcan: ,36; Neh 8; Esd 9s; Neh 9s. Las memorias de Nehemías que abarcan: Neh 1-7; 11-13.
El autor retoca y añade en diversas ocasiones; en general, respeta el texto original. Y hemos de agradecerle que haya dejado hablar a los protagonistas.
Para algunos, el autor del conjunto es el mismo de las Crónicas. Por eso se suele llamar esta obra histórica la Historia del Cronista. Su fecha de composición más probable es hacia el año 400 a.C. Al interrumpir la narración con la primera actividad de Esdras, parece considerar que los años siguientes no habían traído acontecimientos decisivos. Así comienza el gran silencio histórico, que se extiende hasta el tiempo de los seléucidas.

Mensaje religioso. ¿Qué añade estos libros al mensaje de Crónicas? Los que separaron este libro de los capítulos precedentes que conocemos por el nombre de Crónicas, sintieron que con esta nueva página comenzaba una nueva era. A nueva era, nuevo libro. Precisamente el interés de Dios en la historia humana hace posible y real la nueva era. El Señor que «incitó» a Nabucodonosor al castigo, «suscita» ahora a Ciro para la reconstrucción.
Así se afirma el protagonismo de Dios: podrá la historia medirse por reinos humanos, pero su verdadero motor es Dios. Y su instrumento es el corazón del hombre: «El corazón del rey es una acequia a disposición de Dios, la dirige a donde quiere» ( Pro_21:1 ).
Promulgando «el año primero de su reinado» un edicto de tolerancia religiosa, el emperador Ciro define su política y pregona el advenimiento de una nueva era. En la historia de Israel comienza también una nueva era. En adelante los israelitas serán los judíos, al rey sucederá el sacerdote; a los profetas, la escatología. En esta etapa se moldeará la comunidad del futuro.

Fuente: La Biblia de Nuestro Pueblo (Liturgical Press, 2006),

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Notas

Esdras  5,1-17Se reanuda la construcción. En estos capítulos pasamos a la segunda etapa del libro: la reconstrucción del Templo en tiempos de Darío I, en los años 520-515 a.C., o sea, desde que comienza la predicación de los profetas Ageo y Zacarías hasta que se celebra la dedicación del Templo y la Pascua sucesiva.
Los capítulos tienen una breve parte narrativa al principio y al fin y una larga parte documental. El primer documento es una carta informativa que transmite las explicaciones dadas por las autoridades judías; el segundo documento es una carta del emperador que recoge parte del decreto de Ciro. Finalizada la construcción del Templo se celebra la Pascua y el Templo reconstruido comienza a atraer y a reconstruir la unidad nacional con su presencia. Con todo, la formulación es genérica, quizá intencionadamente, como dejando la puerta abierta a los prosélitos, respondiendo a la visión universalista de Zacarías (8,20-23).