Nehemías 13 La Biblia de Nuestro Pueblo (2006) | 31 versitos |
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Diversas reformas

Por entonces, leyendo al pueblo el libro de Moisés, encontramos escrito: Los amonitas y moabitas nunca podrán pertenecer a la comunidad de Dios,
2 porque no socorrieron a los israelitas con pan y agua, sino que contrataron a Balaán para que los maldijese – aunque nuestro Dios cambió la maldición en bendición– .
3 Cuando escucharon esta cláusula apartaron de Israel a la masa de extranjeros.
4 Antes de esto, el sacerdote Eliasib, encargado de las dependencias del templo y pariente de Tobías,
5 le había acondicionado a éste una habitación espaciosa, en la que antes solían guardarse las ofrendas, el incienso, los utensilios, el diezmo del trigo, del vino y del aceite debido a los levitas, cantores y porteros, y la contribución para los sacerdotes.
6 En ese momento no me encontraba yo en Jerusalén, porque el año treinta y dos de Artajerjes, rey de Babilonia, fui a ver a su majestad; al cabo de cierto tiempo, con el permiso del rey,
7 volví a Jerusalén y advertí la maldad que había cometido Eliasib acondicionándole a Tobías una habitación en los atrios del templo.
8 Me pareció muy mal, mandé sacar de la habitación todas las cosas de Tobías,
9 ordené que la purificasen y volví a guardar allí los utensilios del templo, las ofrendas y el incienso.
10 Supe también que los levitas no habían percibido sus porciones y que por eso los levitas y los cantores encargados del culto se habían marchado a sus campos.
11 Me encaré con los notables, y les dije:
–¿Por qué se ha descuidado el templo?
Mandé reunir a los levitas y volvieron a ocupar sus puestos.
12 Todos los judíos trajeron a los almacenes el diezmo del trigo, del vino y del aceite.
13 Puse al frente de los almacenes al sacerdote Selemías, al sacerdote Sadoc y al levita Fedayas, ayudados por Janán, hijo de Zacur, hijo de Matanías, que tenían fama de honrados; se encargaron de distribuir las porciones a sus hermanos.
14 Tenme esto en cuenta, Dios mío, y no olvides mi piedad en favor del templo y de su culto.
15 Vi también por entonces que algunos judíos pisaban las uvas para hacer el vino en sábado, otros hacían gavillas y las cargaban en mulos; e incluso introducían en sábado en Jerusalén vino, uvas, higos y toda clase de cargas. Les eché en cara que vendiesen su mercancía ese día.
16 También los tirios residentes en Jerusalén traían pescado y toda clase de mercancías, y los vendían en sábado a los judíos y en Jerusalén.
17 Me encaré con los nobles de Judá, y les dije:
– Obran mal profanando el día sábado.
18 Es lo mismo que hicieron nuestros padres, y fíjense en el castigo que nos mandó nuestro Dios a nosotros y a esta ciudad. Profanando el sábado ustedes aumentan la ira de Dios contra Israel.
19 Mandé que se cerrasen las puertas de Jerusalén al caer la tarde antes del sábado, con orden de no abrirlas hasta pasado el sábado. Y puse en las puertas a algunos de mis criados para que no entrase ninguna carga en día de sábado.
20 Pero algunos comerciantes y mercaderes diversos se quedaron a pernoctar fuera de Jerusalén una y otra vez.
21 Les advertí:
–¿Por qué duermen frente a la muralla? Si lo vuelven a hacer, los haré detener.
Desde entonces no aparecieron en sábado.
22 Ordené a los levitas que se purificasen y ayudasen a los guardianes de las puertas a santificar el día sábado.
Tenme también esto en cuenta, Dios mío, y perdóname por tu gran misericordia.
23 Por entonces advertí también que algunos judíos se habían casado con mujeres asdoditas, amonitas y moabitas.
24 La mitad de sus hijos hablaban asdodeo u otras lenguas extranjeras, pero no sabían hablar hebreo.
25 Me encaré con ellos, los maldije, golpeé a algunos, les tiré de los pelos y los conjuré solemnemente: No casen sus hijas con sus hijos ni tomen sus hijas para sus hijos o para ustedes.
26 Ése fue precisamente el pecado de Salomón, rey de Israel. No había otro rey como él en toda la tierra, y su Dios lo quería tanto que lo hizo rey de todo Israel. Pero incluso a él lo hicieron pecar las mujeres extranjeras.
27 Que no volvamos a enterarnos de que cometen la infamia de ofender a nuestro Dios casándose con extranjeras.
28 Un hijo del sumo sacerdote, Yoyadá, hijo de Eliasib, era yerno del joronita Sanbalat. Lo alejé de mi presencia.
29 ¡Acuérdate de esta gente, Dios mío, porque profanaron el sacerdocio y la alianza de los sacerdotes y de los levitas!
30 Yo los purifiqué de todo contacto con extranjeros y restablecí a los sacerdotes y levitas en sus respectivos cargos.
31 También me ocupé de la ofrenda de leña en los tiempos señalados, igual que de las primicias.
Acuérdate de mí, Dios mío, para mi bien.

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Introducción a Nehemías

ESDRAS-NEHEMÍAS

¿Dos libros? Originariamente se trata de un solo libro, incorporado a la obra del Cronista. Más tarde sucede la separación, la colocación en la Biblia hebrea de Esdras y Nehemías antes de Crónicas y la división de Esdras en dos partes, llamadas primero y segundo libro de Esdras; posteriormente el segundo recibe el nombre de Nehemías, dando así relieve al personaje al asignarle un libro.

Orden de los libros y orden de los hechos. Los veintitrés capítulos no están en orden cronológico ni en el orden literario original. Se refieren a dos etapas distanciadas por un siglo: la primera repatriación, con la actividad de Ageo y Zacarías; otra repatriación con la actividad de Esdras y Nehemías. La primera es capital, porque afirma la continuidad del pueblo y de su historia. La segunda es importante para sus protagonistas y fuente de información fidedigna para nosotros. Es probable que Nehemías actuara antes que Esdras.
Dada la dificultad de restablecer el orden primitivo, proponemos aquí la reconstrucción que aceptamos como más probable -sin ir hasta los últimos detalles-.
Esdras 1-6: Repatriación en el 538 a.C. 1: Decreto de tolerancia. 2: Lista de repatriados. Llegada. 3: Construcción de un altar, se reanuda el culto, fiesta de las Chozas. Preparativos para el templo, se echan los cimientos. 4,1-5.24: Estorbos contra las obras. 5: Se reanudan los trabajos. 6: Dedicación del Templo. 4,6-23: Intrigas contra los judíos.
Nehemías 1-7: Construcción de la muralla. 1: En la corte: malas noticias, oración. 2: Permiso, viaje, inspección nocturna, dificultades. 3: Reparto del trabajo de construcción, burlas. 4: Amenazas; los constructores se arman. 5: Problemas sociales y desinterés de Nehemías. 6: Intrigas de los enemigos, intimidación y falsa profecía. 7,1-3: Las puertas de la ciudad.
Nehemías 7,4-72; 11-12: Repoblación de Jerusalén. 7: Repoblación de la capital, lista de repatriados. 11: Continuación de las listas. 12: Listas de sacerdotes y levitas. Inauguración de la muralla. Resumen.
Nehemías 8-10; 13: Alianza y reformas. 8: Lectura de la Ley. Fiesta de las Chozas. 9: Liturgia penitencial, oración de Esdras. 10: Renovación de la Alianza. 13: Reformas de Nehemías.
Esdras 7-10. 7: Esdras recibe poderes del rey persa. 8: Lista de repatriados. Viaje a Jerusalén. 9: Matrimonios mixtos: penitencia. 10: Asamblea, compromiso y ejecución. Lista.

Fuentes, autor y época.
El autor ha utilizado las siguientes fuentes: Listas de personas y lugares conservadas quizás en el archivo del Templo o en algún archivo civil; algunas estaban ya incorporadas a las memorias. Un relato en arameo sobre la reconstrucción del Templo, que el autor recoge sin traducir: Esd 5s y 4,6-23. Las memorias de Esdras que abarcan: ,36; Neh 8; Esd 9s; Neh 9s. Las memorias de Nehemías que abarcan: Neh 1-7; 11-13.
El autor retoca y añade en diversas ocasiones; en general, respeta el texto original. Y hemos de agradecerle que haya dejado hablar a los protagonistas.
Para algunos, el autor del conjunto es el mismo de las Crónicas. Por eso se suele llamar esta obra histórica la Historia del Cronista. Su fecha de composición más probable es hacia el año 400 a.C. Al interrumpir la narración con la primera actividad de Esdras, parece considerar que los años siguientes no habían traído acontecimientos decisivos. Así comienza el gran silencio histórico, que se extiende hasta el tiempo de los seléucidas.

Mensaje religioso. ¿Qué añade estos libros al mensaje de Crónicas? Los que separaron este libro de los capítulos precedentes que conocemos por el nombre de Crónicas, sintieron que con esta nueva página comenzaba una nueva era. A nueva era, nuevo libro. Precisamente el interés de Dios en la historia humana hace posible y real la nueva era. El Señor que «incitó» a Nabucodonosor al castigo, «suscita» ahora a Ciro para la reconstrucción.
Así se afirma el protagonismo de Dios: podrá la historia medirse por reinos humanos, pero su verdadero motor es Dios. Y su instrumento es el corazón del hombre: «El corazón del rey es una acequia a disposición de Dios, la dirige a donde quiere» ( Pro_21:1 ).
Promulgando «el año primero de su reinado» un edicto de tolerancia religiosa, el emperador Ciro define su política y pregona el advenimiento de una nueva era. En la historia de Israel comienza también una nueva era. En adelante los israelitas serán los judíos, al rey sucederá el sacerdote; a los profetas, la escatología. En esta etapa se moldeará la comunidad del futuro.

Fuente: La Biblia de Nuestro Pueblo (Liturgical Press, 2006),

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Notas

Nehemías 13,1-31Diversas reformas. Este capítulo presenta algunas reformas de Nehemías. Vemos que coinciden con los compromisos del pacto; por eso tendrán lugar con ocasión de la ceremonia. O como parte de la penitencia o como consecuencia del pacto firmado.
Las memorias de Nehemías terminan invocando por quinta vez el recuerdo benévolo del Señor, según el espíritu y la letra de tantos salmos (Sal_25:7; Sal_16:4).