Nehemías 2 La Biblia de Nuestro Pueblo (2006) | 20 versitos |
1

El viaje

Era el mes de marzo del año veinte del reinado de Artajerjes. Tenía el vino delante y yo tomé la copa y se la serví. En su presencia no debía tener cara triste.
2 El rey me preguntó:
–¿Qué te pasa que tienes mala cara? Tú no estás enfermo, sino triste.
Me llevé un susto,
3 pero contesté al rey:
– Viva su majestad eternamente. ¿Cómo no voy a estar triste cuando la ciudad donde se hallan enterrados mis padres está en ruinas y sus puertas consumidas por el fuego?
4 El rey me dijo:
–¿Qué es lo que pretendes?
Me encomendé al Dios del cielo,
5 y respondí:
– Si a su majestad le parece bien, y si está satisfecho de su servidor, déjeme ir a Judá a reconstruir la ciudad donde están enterrados mis padres.
6 El rey y la reina, que estaba sentada a su lado, me preguntaron:
–¿Cuánto durará tu viaje y cuándo volverás?
Al rey le pareció bien la fecha que le indiqué y me dejó ir.
7 Pero añadí:
– Si a su majestad le parece bien, que me den cartas para los gobernadores de Transeufratina, a fin de que me faciliten el viaje hasta Judá.
8 Y una carta dirigida a Asaf, superintendente de los bosques reales, para que me suministren tablones para las puertas de la fortaleza del templo, para el muro de la ciudad y para la casa donde me instalaré.
9 Gracias a Dios, el rey me lo concedió todo. Me proporcionó también una escolta de oficiales y jinetes, y cuando me presenté a los gobernadores de Transeufratina, les entregué las cartas del rey.
10 Cuando el joronita Sanbalat y Tobías, el funcionario amonita, se enteraron de la noticia, les molestó mucho que alguien viniera a preocuparse por el bienestar de los israelitas.
11 Llegué a Jerusalén y descansé allí tres días.
12 Luego me levanté de noche con unos pocos hombres, sin decir a nadie lo que mi Dios me había inspirado hacer en Jerusalén. Sólo llevaba la cabalgadura que yo montaba.
13 Salí de noche por la Puerta del Valle, dirigiéndome a la Fuente del Dragón y a la Puerta de la Basura; comprobé que las murallas de Jerusalén estaban en ruinas y las puertas consumidas por el fuego.
14 Continué por la Puerta de la Fuente y el estanque real.
15 Como allí no había sitio para la cabalgadura, subí por el torrente, todavía de noche, y seguí inspeccionando la muralla. Volví a entrar por la Puerta del Valle y regresé a casa.
16 Las autoridades no supieron adónde había ido ni lo que pensaba hacer. Hasta entonces no había dicho nada a los judíos, ni a los sacerdotes, ni a los notables, ni a las autoridades, ni a los demás encargados de la obra.
17 Entonces les dije:
– Ya ven la situación en que nos encontramos: Jerusalén está en ruinas y sus puertas incendiadas. Vamos a reconstruir la muralla de Jerusalén para que ya no seamos objeto de burla.
18 Les conté cómo el Señor me había favorecido y lo que me había dicho el rey. Ellos dijeron:
–¡Vamos, pongámonos a trabajar!
Y pusieron manos a la obra con todo entusiasmo.
19 Cuando se enteraron el joronita Sanbalat, Tobías, el siervo amonita, y el árabe Guesen, empezaron a burlarse de nosotros y a despreciarnos, comentando:
–¿Qué están haciendo? ¿Se van a rebelar contra el rey?
20 Les repliqué:
– El Dios del cielo hará que tengamos éxito. Nosotros, sus servidores, seguiremos construyendo. Ustedes, en cambio, no tienen terrenos, ni derechos, ni un nombre en Jerusalén.

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Introducción a Nehemías

ESDRAS-NEHEMÍAS

¿Dos libros? Originariamente se trata de un solo libro, incorporado a la obra del Cronista. Más tarde sucede la separación, la colocación en la Biblia hebrea de Esdras y Nehemías antes de Crónicas y la división de Esdras en dos partes, llamadas primero y segundo libro de Esdras; posteriormente el segundo recibe el nombre de Nehemías, dando así relieve al personaje al asignarle un libro.

Orden de los libros y orden de los hechos. Los veintitrés capítulos no están en orden cronológico ni en el orden literario original. Se refieren a dos etapas distanciadas por un siglo: la primera repatriación, con la actividad de Ageo y Zacarías; otra repatriación con la actividad de Esdras y Nehemías. La primera es capital, porque afirma la continuidad del pueblo y de su historia. La segunda es importante para sus protagonistas y fuente de información fidedigna para nosotros. Es probable que Nehemías actuara antes que Esdras.
Dada la dificultad de restablecer el orden primitivo, proponemos aquí la reconstrucción que aceptamos como más probable -sin ir hasta los últimos detalles-.
Esdras 1-6: Repatriación en el 538 a.C. 1: Decreto de tolerancia. 2: Lista de repatriados. Llegada. 3: Construcción de un altar, se reanuda el culto, fiesta de las Chozas. Preparativos para el templo, se echan los cimientos. 4,1-5.24: Estorbos contra las obras. 5: Se reanudan los trabajos. 6: Dedicación del Templo. 4,6-23: Intrigas contra los judíos.
Nehemías 1-7: Construcción de la muralla. 1: En la corte: malas noticias, oración. 2: Permiso, viaje, inspección nocturna, dificultades. 3: Reparto del trabajo de construcción, burlas. 4: Amenazas; los constructores se arman. 5: Problemas sociales y desinterés de Nehemías. 6: Intrigas de los enemigos, intimidación y falsa profecía. 7,1-3: Las puertas de la ciudad.
Nehemías 7,4-72; 11-12: Repoblación de Jerusalén. 7: Repoblación de la capital, lista de repatriados. 11: Continuación de las listas. 12: Listas de sacerdotes y levitas. Inauguración de la muralla. Resumen.
Nehemías 8-10; 13: Alianza y reformas. 8: Lectura de la Ley. Fiesta de las Chozas. 9: Liturgia penitencial, oración de Esdras. 10: Renovación de la Alianza. 13: Reformas de Nehemías.
Esdras 7-10. 7: Esdras recibe poderes del rey persa. 8: Lista de repatriados. Viaje a Jerusalén. 9: Matrimonios mixtos: penitencia. 10: Asamblea, compromiso y ejecución. Lista.

Fuentes, autor y época.
El autor ha utilizado las siguientes fuentes: Listas de personas y lugares conservadas quizás en el archivo del Templo o en algún archivo civil; algunas estaban ya incorporadas a las memorias. Un relato en arameo sobre la reconstrucción del Templo, que el autor recoge sin traducir: Esd 5s y 4,6-23. Las memorias de Esdras que abarcan: ,36; Neh 8; Esd 9s; Neh 9s. Las memorias de Nehemías que abarcan: Neh 1-7; 11-13.
El autor retoca y añade en diversas ocasiones; en general, respeta el texto original. Y hemos de agradecerle que haya dejado hablar a los protagonistas.
Para algunos, el autor del conjunto es el mismo de las Crónicas. Por eso se suele llamar esta obra histórica la Historia del Cronista. Su fecha de composición más probable es hacia el año 400 a.C. Al interrumpir la narración con la primera actividad de Esdras, parece considerar que los años siguientes no habían traído acontecimientos decisivos. Así comienza el gran silencio histórico, que se extiende hasta el tiempo de los seléucidas.

Mensaje religioso. ¿Qué añade estos libros al mensaje de Crónicas? Los que separaron este libro de los capítulos precedentes que conocemos por el nombre de Crónicas, sintieron que con esta nueva página comenzaba una nueva era. A nueva era, nuevo libro. Precisamente el interés de Dios en la historia humana hace posible y real la nueva era. El Señor que «incitó» a Nabucodonosor al castigo, «suscita» ahora a Ciro para la reconstrucción.
Así se afirma el protagonismo de Dios: podrá la historia medirse por reinos humanos, pero su verdadero motor es Dios. Y su instrumento es el corazón del hombre: «El corazón del rey es una acequia a disposición de Dios, la dirige a donde quiere» ( Pro_21:1 ).
Promulgando «el año primero de su reinado» un edicto de tolerancia religiosa, el emperador Ciro define su política y pregona el advenimiento de una nueva era. En la historia de Israel comienza también una nueva era. En adelante los israelitas serán los judíos, al rey sucederá el sacerdote; a los profetas, la escatología. En esta etapa se moldeará la comunidad del futuro.

Fuente: La Biblia de Nuestro Pueblo (Liturgical Press, 2006),

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Notas

Nehemías 2,1-20El viaje. Nehemías recibe la autorización del rey para desplazarse a Jerusalén a reconstruir las murallas. Las autoridades del lugar -a toda esta región se la denominaba «Transeufratina» o sea al otro lado del río Éufrates- se sienten molestas, pero no pueden enfrentarse a la voluntad real.