Exodo  27 La Biblia de Nuestro Pueblo (2006) | 21 versitos |
1

[H] Altar de los holocaustos
38,1-7

– Harás el altar de madera de acacia: será cuadrado y medirá dos metros y medio por lado y metro y medio de alto.
2 En las cuatro esquinas harás unos salientes, que arrancarán de él, y los revestirás de bronce.
3 »Harás para él recipientes para recoger la ceniza, paletas, aspersorios, trinchantes y braseros, todos de bronce.
4 »Harás también un enrejado de bronce, y en sus cuatro ángulos pondrás cuatro anillas de bronce.
5 Lo colocarás bajo los rebordes del altar, de modo que baje hasta media altura del altar.
6 »Harás también para el altar unos travesaños de madera de acacia, los revestirás de bronce,
7 y los meterás por las anillas de los dos lados del altar para transportarlo.
8 Harás el altar con tablas, hueco por dentro ajustándote al modelo que viste en la montaña.
9

[I] Atrio del Santuario
38,9-20

»Harás así el atrio del santuario: En el lado sur del atrio pondrás cortinas de lino fino, reforzado, dispuestas a lo largo de cincuenta metros.
10 Las veinte columnas y bases serán de bronce, los ganchos y varillas de las columnas serán de plata.
11 Lo mismo harás en el lado norte: pondrás cortinas dispuestas a lo largo de cincuenta metros, veinte columnas con sus bases de bronce, los ganchos y las varillas de las columnas de plata.
12 A lo ancho, en el lado del oeste, colocarás cortinas dispuestas a lo largo de veinticinco metros, con diez columnas y diez bases;
13 la anchura será de veinticinco metros.
14 »A cada lado de la puerta pondrás cortinas dispuestas a lo largo de siete metros y medio,
15 con tres columnas y tres bases.
16 A la entrada del atrio pondrás una antepuerta de diez metros, de púrpura violácea, roja y escarlata y lino fino, reforzado, recamada artísticamente; con cuatro columnas y cuatro bases.
17 Todas las columnas alrededor del atrio estarán unidas por varillas de plata, sus ganchos serán de plata, sus bases de bronce.
18 »El atrio tendrá cincuenta metros de largo por veinticinco de ancho por dos y medio de alto; todo él será de lino fino reforzado y las bases de bronce.
19 Todos los utensilios del servicio del santuario y todas sus estacas, igual que las estacas del atrio, serán de bronce.
20

[J] Aceite de la lámpara
Lv 24,2-4

»Manda a los israelitas que te traigan aceite de oliva puro y refinado para alimentar continuamente la lámpara.
21 Aarón y sus hijos la prepararán en la tienda del encuentro, fuera de la cortina que tapa el documento de la alianza, para que arda de la tarde a la mañana en presencia del Señor.
ȃsta es una ley perpetua para todas las generaciones israelitas.

Patrocinio

 
 

Introducción a Exodo 

ÉXODO

El Éxodo, segundo libro del Pen tateuco, es el libro de la li beración y de la Alianza, de los primeros pa sos por el desierto y de la fabricación del instrumental cúltico. Libro heterogéneo por tema y origen. La división te máti ca se da por bloques bastante diferenciados, la división por origen impone mu chas veces destrenzar lo trenzado por el autor del libro ac tual.

Salida de Egipto. Éste es el gran libro épico de la liberación. El Señor irrumpe en la historia poniéndose al lado de un pueblo de esclavos, oprimido por Egipto, una de las potencias de aquel entonces. El faraón resiste al actuar divino por ra zón de Estado: razón política, por que la minoría extranjera se está haciendo mayoría; razón militar, porque podrían convertirse en peli groso apoyo del enemigo; ra zón económica, porque suministran mano de obra gratis.
Es inevitable el choque de fuerzas. En diez encuentros el Señor descarga sus golpes. Los dos primeros encuentros quedan indecisos; al tercero, el Señor se impone; al séptimo, el faraón reconoce su culpa; al décimo, los israelitas son empujados a salir del país de la opresión. El autor último, utilizando textos diversos, compone un cuadro estilizado y grandioso.
El Señor actúa, en parte, por medio de Moisés, el gran liberador humano, que repite por adelantado la experiencia del pueblo, se so lidariza con él, lo moviliza. Se en frenta tenazmente con el faraón y va creciendo en estatura hasta hacerse figura legendaria.
El último acto se desenvuelve en un escenario cósmico: un de sierto hostil que se dilata a la espalda, un agua amenazadora que cierra el paso al frente, un viento aliado que cumple las órdenes de Dios. En la batalla cósmica se consuma la derrota de un ejército prepotente y la salvación de un pueblo desarmado.
Estos capítulos se clavan en la memoria del pueblo, convirtiéndose en modelo o patrón de sucesivas liberaciones; con la misma función penetran en el Nuevo Testamento y extienden su influjo e inspiración incluso a gente que no cree en ese Dios liberador. El Señor será para siempre en Israel «el que nos sacó de Egipto, de la esclavitud».

Historicidad. ¿Quiso el autor escribir historia, o sea, relatar hechos sucedidos? En caso afirmativo, ¿qué criterios y técnicas narrativas empleó? Partiendo del texto, ¿podemos reconstruir un proceso histórico? Y si esto es posible, ¿podemos rastrear sus huellas?
El libro no nos ayuda mucho a responder a estas preguntas, pues es muy vago en detalles significativos, y contiene grandes silencios y lagunas al respecto, p. ej. ¿Cómo se llama el faraón? -En otros libros se suministran nombres: Necó, Nabucodonosor, Ciro, etc.-. No se aducen fechas. Casi todo es anónimo e indiferenciado.
Fuera del libro no encontramos en la literatura circundante referencias precisas a los hechos narrados. La arqueología de Palestina ofrece un testimonio ambiguo. Evidencia movimientos de población y cambios culturales hacia el 1200 a.C. al pasar de la edad de bronce a la del hierro; pero en muchos detalles no concuerda con el relato bíblico.
No cabe duda, sin embargo, que el autor está narrando hechos que sucedieron y que marcaron para siempre la identidad del pueblo de Israel. Y es este sentido de su propia trayectoria histórica lo que quiere dejar constancia escrita.
A favor de la historicidad básica del libro del Éxodo, se aduce la exactitud del color egipcio y muchos detalles: nombres, prácticas, fenómenos. Y sobre todo, un argumento de coherencia: sin una experiencia egipcia y una salida con un guía, es muy difícil explicar la historia sucesiva y los textos bíblicos.
Se señala como fecha más probable para los acontecimientos el reinado en Egipto de Ramsés II, nieto de Ramsés I, fundador de la dinastía XVIII, e hijo de Seti I, quien restableció el dominio egipcio sobre Palestina y Fenicia. Firmado el tratado de paz con el monarca hitita Hatusilis III, el faraón sucumbió a una fiebre constructora; ciudades, monumentos, estatuas.

Mensaje religioso. Pero por encima de todo, el Éxodo es el testimonio de la revelación de Dios como liberador, sensible al dolor y al clamor de un pueblo que sufre la opresión y que, por tanto, decide inclinar su fuerza en favor del débil.
Esta auto-revelación de un Dios que no tolera la opresión ni la injusticia, es la clave para entender la forma cómo la fe israelita describe las acciones que dieron como resultado su liberación del poderío egipcio. Pero también sigue siendo la clave permanente para que todo pueblo oprimido, de hoy y de mañana, se sacuda de la opresión de toda esclavitud, contando siempre no sólo con la aprobación de Dios, sino lo que es más importante, con el poder y el aliento de su presencia liberadora.

Fuente: La Biblia de Nuestro Pueblo (Liturgical Press, 2006),

Patrocinio

Notas

Exodo  27,1-8[H] Altar de los holocaustos. Básicamente, se trata de un cajón de madera recubierto con bronce, diseñado de tal manera que pudiera ser transportado. En él se ofrecían los holocaustos. Contrasta esta instrucción con 20,24, donde el Señor no quiere altares especiales. Este altar, cuando se construyó ya en los distintos santuarios y luego únicamente en el templo de Jerusalén, estaba provisto de cuernos en sus cuatro ángulos que servían para que un perseguido a muerte se sujetara de allí y le fuera reconocido su asilo en el Santuario (Éxo_21:13s; 1Re_1:50; 1Re_2:28).


Exodo  27,9-19[I] Atrio del Santuario. El atrio o patio es parte integral del Santuario que sirve para las ceremonias públicas. El atrio está separado de los demás lugares mediante una barrera de grandes cortinas. Es la manera de establecer el Santuario como lugar sagrado, separado de cualquier otro espacio. Nótese que en la visión de Ezequiel sobre la reconstrucción del templo de Jerusalén, la demarcación que separa «lo sagrado de lo profano» es un gran muro (cfr. Eze_42:20).
Exodo  27,20-21[J] Aceite de la lámpara. El pueblo provee el aceite que alimenta la lámpara que está encendida perpetuamente delante del Santo de los Santos. Su preparación y manejo es exclusivo de los «hijos de Aarón», es decir, de los sacerdotes.