Proverbios 5 La Biblia de Nuestro Pueblo (2006) | 23 versitos |
1 Hijo mío, haz caso de mi experiencia,
pon atención a mi inteligencia:
2 así sabrás ser discreto
y tus labios guardarán el saber.
3

La ramera

Los labios de la ramera destilan miel
y su paladar es más suave que el aceite;
4 pero al final es más amarga que el ajenjo
y más cortante que puñal de doble filo;
5 sus pies bajan a la Muerte
y sus pasos se dirigen al Abismo;
6 no sigue el camino de la vida,
sus sendas se extravían sin que se dé cuenta.
7 Por tanto, hijos, escúchenme
y no se aparten de mis consejos:
8 aleja de ella tu camino
y no te acerques a la puerta de su casa,
9 no vayas a dar a extraños tu honor
ni tu dignidad a gente despiadada;
10 no se sacien con tu vigor gente extraña
y tus fatigas vayan a parar en casa de un desconocido.
11 Gemirás cuando te llegue el desenlace
y se consuma la carne del cuerpo.
12 Entonces dirás: ¿Por qué aborrecí la corrección
y mi corazón despreció la reprimenda?
13 ¿Por qué no hice caso a mis maestros
ni presté oído a mis educadores?
14 Por poco llego al colmo de la desgracia,
en medio de la asamblea reunida.
15

Gozo del matrimonio

Bebe agua de tu propia fuente,
bebe a chorros de tu pozo.
16 No derrames por la calle tu manantial
ni tus arroyos por las plazas;
17 sean para ti solo,
sin compartirlos con extraños.
18 Sea tu fuente bendita,
goza con la esposa de tu juventud:
19 cierva querida, gacela hermosa,
que siempre te embriaguen sus caricias,
que constantemente te deleite su amor.
20 ¿Por qué, hijo mío, te ha de deleitar la ramera
o has de estrechar el seno de la extraña?
21 Los caminos humanos están bajo la mirada de Dios,
él vigila todas sus sendas.
22 Sus propias culpas enredan al malvado
y queda preso en las redes de su pecado;
23 muere por falta de corrección,
su enorme insensatez lo perderá.

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Introducción a Proverbios

Sapienciales

Los libros sapienciales forman uno de los grupos de libros bíblicos con perfil propio, netamente distinto de la literatura profética, de los cuerpos legales y de las obras narrativas. Cinco libros forman esta pentápolis de claras fronteras, esta especie de «pentateuco» sapiencial: Proverbios, Job, Eclesiastés (Qohelet), Eclesiástico (Ben Sirá) y Sabiduría. Como el Pentateuco invoca como autor o patrono a Moisés, así tres de estos libros invocan a Salomón como autor.
Un cierto parentesco liga a Job con el Eclesiastés como testigos y actores de una patética controversia sobre el sentido de la vida; por otro lado caminan Proverbios y Eclesiástico, mientras que Sabiduría es un enclave tardío en territorio griego.
El cuerpo sapiencial tiene indudable afinidad con nuestros refranes populares, aforismos cultos y textos didácticos. El propósito de la tarea sapiencial no es la enseñanza intelectual, ni el proponer una especie de catecismo ético, ni indagar el puesto de la vida humana en el orden cósmico. Más bien sería como una «oferta de sensatez», que no una imposición, como guía para todo ser humano.




Proverbios

Forma del libro. Es la obra más típica del cuerpo sapiencial. Bajo el nombre genérico de «meshalim» -proverbios- acoge un conjunto de colecciones de enigmas, sentencias, aforismos, refranes, adagios e instrucciones de carácter ético y moralizante a través de los cuales se transmite una sabiduría popular acumulada durante siglos. Su presentación estimula el esfuerzo de comprensión del oyente o del lector: brevedad, carácter incisivo o enigmático y forma rítmica, al mismo tiempo que facilidad de retención en la memoria.
Las doctrinas o enseñanzas de esta antología tienen dos ejes principales, cada uno con dos polos opuestos: «sensato-necio» y «honrado-malvado». Los términos no son precisos: en el primero pueden entrar dotes naturales de inteligencia y perspicacia, conocimientos adquiridos o destreza en el obrar. Lo mismo podemos decir del segundo eje, que puede referirse a la integridad, la justicia o la inocencia. Estos dos ejes se cruzan, porque la sensatez tiene algo de ético, mientras que la maldad se considera insensata.

Época de composición y autoría del libro. Por su carácter anónimo y el tamaño minúsculo de sus unidades es imposible datar los proverbios. Su composición puede abarcar varios siglos. El prólogo y el epílogo serían obra del recopilador final y, por tanto, posteriores a las otras colecciones. Que Salomón diera impulso a esta corriente de proverbios puede ser realidad o pura leyenda. En realidad, el libro salta las fronteras y las épocas.

Mensaje de los Proverbios. La sensatez es una actividad artesana, atribuida al Dios creador y ofrecida al ser humano para que sea el artífice de su existencia, para que aprenda el sentido de la vida y dé sentido a su propia vida. Para ello, el joven inexperto necesita el apoyo de la experiencia ajena, plural y compartida, que cuaja en refranes, máximas y aforismos; algunos son propios de escuelas de maestros, otros, entregados a la libre circulación ciudadana. Dios está presente en este mundo sapiencial y ético de los Proverbios: posee la sabiduría y concede la sensatez al ser humano; con su aprobación y reprobación consolida el mundo ético.
De una «sabiduría a ras de tierra», el libro va ganando en altura hasta colocar en 8,22-31 a la Sabiduría personificada en la esfera celeste de sus orígenes. Aunque no es Dios ni una divinidad, procede de Dios y precede al mundo; posterior a Dios y anterior al universo, inferior a Dios y superior al mundo. El poeta la presenta como personaje que nace, aprende, actúa.
No se sigue que el poeta se refiera a un ser personal existente fuera del poema, pero con el correr del tiempo esa «sabiduría» tendrá un nombre, Jesucristo, «Sabiduría de Dios», como lo llama San Pablo ( 1Co_1:24 ).

Fuente: La Biblia de Nuestro Pueblo (Liturgical Press, 2006),

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Notas

Proverbios 5,3-14La ramera. Este pasaje no se detiene únicamente a prevenir al ser humano que está en búsqueda de la sabiduría de la relación con rameras. Si notamos bien, el consejo del sabio abarca también las relaciones con mujeres extranjeras, lo cual refleja una cierta preocupación que surgió en el Israel del postexilio. Los judíos son invitados a amar de corazón a su esposa, a una sola, y a escogerla dentro de la comunidad judía para evitar dos peligros fundamentales: 1. En el ámbito socioeconómico existía el peligro de que, en caso de muerte del marido, su patrimonio fuese a parar a manos extranjeras, con lo cual la familia del difunto padre estaría a un paso de caer en servidumbre de un extranjero. 2. Desde el punto de vista religioso, la esposa no judía podía introducir los ídolos de su padre -de su familia- en la nueva familia formada con un israelita, algo que se consideraba abominable a los ojos del Señor.


Proverbios 5,15-23Gozo del matrimonio. En continuidad con el tema anterior se subraya aquí el valor del matrimonio y la fidelidad a la esposa de la juventud. Es sabido que en el postexilio se presentaron varios abusos respecto al matrimonio, de ahí que se le dé mucho realce al esposo fiel y, sobre todo, al que ha escogido su esposa dentro de la misma comunidad israelita.