Daniel  11 La Biblia de Nuestro Pueblo (2006) | 45 versitos |
1 Yo por mi parte, durante el año primero de Darío el medo, le ayudé y reforcé a él.
2 Ahora te comunicaré la verdad:
– Persia todavía tendrá tres reyes. El cuarto los superará en riquezas; pero cuando por las riquezas crezca su poderío, provocará a todo el reino griego.
3 Surgirá un rey batallador, que tendrá grandes dominios y un poder absoluto.
4 Cuando se afirme, su reino será dividido hacia los cuatro puntos cardinales. No lo heredarán sus descendientes ni será tan poderoso; su reino pasará a manos ajenas.
5 Se hará fuerte el rey del sur, pero uno de sus generales lo superará y sus dominios serán más dilatados.
6 Después los dos harán una alianza; la hija del rey del sur acudirá al rey del norte para hacer las paces. Perderá la fuerza de su brazo, su descendencia no subsistirá; serán entregados a la muerte ella, su séquito, su hijo y su protector.
7 De sus raíces brotará un retoño en su lugar, que entrará en la fortaleza del rey del norte y los tratará como vencedor.
8 Se llevará a Egipto sus dioses e ídolos y sus vasos preciosos de oro y plata, y por unos años dejará en paz al rey del norte.
9 Este último invadirá el reino del rey del sur, pero se volverá a su territorio.
10 Sus hijos declararán la guerra, reunirán ejércitos enormes: invadirá y pasará como una inundación, y volverá a luchar hasta la fortaleza.
11 El rey del sur, irritado, saldrá a luchar contra él, pondrá en pie de guerra un gran ejército, el cual caerá en sus manos.
12 Se llenará de soberbia con la victoria sobre el ejército y hará morir a millares, pero no prevalecerá.
13 El rey del norte pondrá en pie de guerra otro ejército mayor que el primero; pasados unos años volverá con un gran ejército bien abastecido.
14 Entonces muchos se levantarán contra el rey del sur; hombres violentos de tu pueblo se alzarán para cumplir una visión, pero fracasarán.
15 Vendrá el rey del norte, hará un terraplén y conquistará la ciudad fortificada. Las tropas del sur no resistirán, ni siquiera los más valientes tendrán fuerza para resistir.
16 El invasor actuará a su antojo, sin que nadie le pueda resistir. Se establecerá en La Perla de la Tierra y será suya toda entera.
17 Decidido a someter todo el reino del sur, ofrecerá la paz y la firmará; le dará en matrimonio una princesa con intención de perderlo, pero el proyecto no resultará.
18 Entonces se volverá contra las costas y conquistará mucho territorio; pero un jefe pondrá fin a su insolencia, para que no responda con insolencias.
19 Entonces se dirigirá a las fortalezas de su territorio; allí tropezará y caerá sin dejar rastro.
20 Un sucesor suyo despachará a un recaudador de impuestos de su majestad a requisar el tesoro del templo; en pocos días será liquidado aunque no de frente ni en la guerra.
21 Le sucederá un hombre despreciable a quién no le correspondía ser rey. Se abrirá paso suavemente, y con intrigas se hará dueño del reino.
22 Barrerá ejércitos enemigos desbaratándolos, y también al príncipe de la alianza.
23 Aun disponiendo de poca gente, con sus cómplices y a fuerza de traiciones se irá haciendo fuerte.
24 Sin agitarse irá penetrando en las zonas más fértiles de la provincia, y hará lo que no hicieron sus padres ni sus abuelos: repartirá botín, despojos, riquezas, atacará con estratagemas las fortalezas; pero por poco tiempo.
25 Envalentonado, se dispondrá a atacar al rey del sur con un gran ejército; el rey del sur le hará frente con un ejército inmenso, pero caerá víctima de conspiraciones;
26 los que compartían su pan le ocasionarán la ruina, su ejército será barrido y tendrá muchísimas bajas.
27 Los dos reyes, llenos de malas intenciones, se sentarán a una mesa para decirse mentiras; pero no les valdrá de nada porque el plazo ya está fijado.
28 El rey del norte volverá a su país con muchas riquezas y con planes contra la santa alianza, después de ejecutarlos volverá a su país.
29 En el plazo fijado volverá al país del sur, pero no le irá como las otras veces.
30 Naves de Chipre lo atacarán; se volverá asustado para desahogar su cólera contra la santa alianza. Al volver, hará caso a los que abandonan la santa alianza.
31 Algunos destacamentos suyos se presentarán a profanar el santuario y la fortaleza, abolirán el sacrificio cotidiano e instalarán un ídolo abominable.
32 Pervertirá con halagos a los que quebrantan la alianza, pero los que reconocen a su Dios se decidirán a actuar.
33 Los maestros del pueblo instruirán a los demás, aunque por un tiempo tengan que enfrentar la espada, el fuego, la cautividad y la confiscación de bienes.
34 Al verlos en tales peligros, unos cuantos les ayudarán y otros se les juntarán por adulación.
35 La desgracia de algunos maestros servirá para purificar, perfeccionar y poner a prueba hasta que llegue el final, porque el plazo está fijado.
36 El rey actuará a su antojo, lleno de soberbia desafiará a todos los dioses y hablará con arrogancia contra el Dios de los dioses; prosperará hasta el momento del castigo, que está decretado y se ejecutará.
37 No respetará al dios de sus padres ni al favorito de las mujeres, no respetará a ningún dios, porque se creerá superior a todos.
38 En cambio, dará culto al dios de la fortaleza, ofrecerá plata y oro, piedras preciosas y joyas a un dios desconocido de sus padres.
39 Con la ayuda de un dios extranjero atacará fortalezas fortificadas; a los que lo reconozcan los colmará de honores, los nombrará gobernadores de pueblos numerosos y les dará tierras en recompensa.
40 Al final, el rey del sur embestirá contra él; el rey del norte se lanzará en torbellino con carros, jinetes y muchas naves. Invadirá y cruzará países como una inundación.
41 Penetrará en la Perla de la Tierra. Caerán a millares, pero se librarán de sus manos los edomitas, los moabitas y la flor de los amonitas.
42 Echará mano a diversos países y ni siquiera Egipto se librará.
43 Se adueñará del oro y la plata y todos los tesoros de Egipto; libios y nubios formarán su séquito.
44 Pero alarmado por noticias recibidas del este y del norte, marchará con toda furia a destruir y aniquilar muchedumbres.
45 Plantará su pabellón entre el mar y la Perla de la Santa Montaña. Se aproxima a su fin y nadie lo defenderá.

Patrocinio

 
 

Introducción a Daniel 

DANIEL

La obra. Lo que hoy leemos como libro de Daniel es una obra compleja y aparte en el Antiguo Testamento. Empezando por la lengua, encontramos una serie de capítulos escritos en hebreo que imita el clásico, otros están escritos en arameo, otros en griego. Una obra trilingüe.
Es muy fácil separar los fragmentos griegos como adiciones posteriores, escritas en esa lengua o traducidas de un original semítico. No es fácil dar razón definitiva de la mezcla de hebreo con arameo; es más razonable pensar que los textos se escribieron primero en hebreo y que parte se tradujo al arameo, lengua corriente de la época.
La distribución de formas y temas no coincide con el reparto de lenguas. Encontramos tres tipos fundamentales: una serie de episodios narrativos, que tienen por protagonistas a Daniel y sus compañeros; una serie de visiones de Daniel explicadas por un ángel; dos plegarias amplias y otras breves. Los relatos están en hebreo (1), arameo (2-6) y griego (13-14); las visiones en arameo (7) y hebreo (8-12); las amplias plegarias en griego (3,24-90) y las demás en la lengua del contexto.

Autor. El personaje Daniel -«Dios es mi juez», en hebreo- es introducido unas veces en tercera persona (1-6); otras, en primera (8-12), como si fuera el autor. En el capítulo 7 pasa de la tercera a la primera. En los relatos aparece como adivino y jefe de magos (4,5; 5,10-12), y como político y administrador real (2,48; 6,3s; 8,27).
Parece ser que en la antigüedad hubo un personaje famoso por su bondad y sabiduría, llamado Daniel ( Eze_14:14 .20; Eze_28:3 ). Fuera de la Biblia aparece como «Dnil» en el poema ugarítico de Aqhat. ¿Existió un personaje semejante, del mismo nombre, en tiempo del destierro? No lo sabemos. El caso es que Daniel se hizo legendario y popular; por eso lo seleccionaron como protagonista para esta obra. La pseudonimia es normal en el género apocalíptico: hay Apocalipsis de Henoc, de Moisés, de Isaías, de Baruc, etc.

Época. El libro está compuesto durante la persecución de Antíoco IV (175-163 a.C.), después del 167 a.C. y algo antes de su muerte. Por la persecución religiosa y las rivalidades internas, los judíos atraviesan una grave crisis. El autor quiere infundirles ánimo y esperanza: lo hace con un personaje ficticio y aureolado, en un género literario nuevo, el apocalíptico.
Algunos piensan que los capítulos 1-6 fueron escritos al final del período persa o al comienzo del helenista, o sea en la segunda mitad del s. IV a.C. Las adiciones griegas, por su carácter ficticio o fantástico, no permiten una datación probable.

Género apocalíptico. Con el libro de Daniel entra en el Antiguo Testamento un género literario nuevo, el género apocalíptico. El libro fue admitido en el canon judío de las Escrituras, no como libro profético, pues la serie estaba clausurada, sino entre los «Escritos», concepto vago y acogedor. En realidad, Daniel es el único escrito apocalíptico, entre muchos, considerado como inspirado por Dios. En las versiones griega y latina y en la tradición cristiana, Daniel figura como uno de los cuatro «profetas mayores».
La apocalíptica es heredera de la profecía; surge cuando la profecía se ha extinguido («ya no vemos nuestros estandartes, ni tenemos un profeta, ninguno de nosotros sabe hasta cuándo» Sal_74:9 ) y pretende llevar adelante su misión.
En momentos de crisis, la apocalíptica trae un mensaje de esperanza: la tribulación es pasajera, el Señor actuará, pronto y de modo definitivo. En varias ocasiones la apocalíptica se presenta como la visión actualizada de una profecía.

Tema. El tema del libro es el drama de la historia. Luchan y caen y se suceden imperios y reinos. Los soberanos y emperadores actúan como protagonistas, pero la historia está gobernada por Dios y es conducida a un desenlace que llega de modo repentino, aunque previsto por el vidente y explicado por el intérprete. El paso dramático de un imperio a otro anticipa y prefigura el cambio final: la restauración del reino definitivo y universal del Señor de la historia en la que los sujetos pasivos y sufrientes de la misma, los «elegidos y consagrados», pasarán a primer plano con un nuevo poder concedido por Dios. Lo que sucede después, se anuncia, no se describe.
Los recursos principales del género y del libro son la ficción narrativa y la alegoría. El autor despliega a grandes trazos el pasado, lo estiliza y lo cuenta como profecía. Para ello inventa un personaje pretérito, a quien da un nombre ilustre y pone en su boca la historia pasada como profecía de futuro. La alegoría sirve también para comunicar en clave enseñanzas políticamente peligrosas.
En el uso de la alegoría el autor de 2-7 ha sido genial. Con función alegórica ha sabido crear unas cuantas imágenes poderosas que han fecundado el arte y el pensamiento occidental: la estatua de diversos materiales, el emperador convertido en fiera, el festín de Baltasar, los jóvenes en el horno, Daniel en el foso de los leones, las cuatro fieras con el anciano y la figura humana. ¿Cuántos escritores podrán exhibir semejante repertorio? Gracias a su vigor imaginativo, esos símbolos han sobrevivido al fracaso de la expectación del autor, se han desprendido de sus ataduras alegóricas y han comenzado una nueva vida como instrumentos para interpretar la historia.

Daniel y el Nuevo Testamento. Tres doctrinas principales han influido de algún modo en el Nuevo Testamento. La angelología, incluso con los nombres concretos de Miguel y de Gabriel (Lucas, Judas y Apocalipsis). La doctrina de la resurrección y retribución en la otra vida. La «figura humana» del capítulo 7, que por una falsa traducción se convirtió en «el Hijo del Hombre» trascendente, el de la parusía anunciada.
Además de éstos, Mar_13:14 y Mat_24:15 mencionan al «ídolo abominable» de Dan_9:27 y 12,11; Mar_13:19 y Mat_24:21 citan literalmente a Dan_12:1 . Finalmente 1Co_6:2 parece basado en Dan_7:22 . De los relatos griegos, el de Susana ha tenido gran aceptación en la teología y en el arte cristiano.

Fuente: La Biblia de Nuestro Pueblo (Liturgical Press, 2006),

Patrocinio

Notas