Zacarías 10 La Biblia de Nuestro Pueblo (2006) | 12 versitos |
1 Pidan al Señor
las lluvias tempranas y tardías,
que el Señor envía
los relámpagos y los aguaceros,
da pan al hombre
y hierba al campo.
2 En cambio, los ídolos dan
respuestas vacías,
los adivinos solo ven falsedades,
cuentan sueños fantásticos,
consuelan sin provecho.
Por eso el pueblo vaga perdido
como ovejas sin pastor.
3

Repatriación

Contra los pastores
se enciende mi cólera,
voy a castigar a los chivos.
El Señor Todopoderoso cuidará
de su rebaño – la casa de Judá–
y hará de él
su caballo preferido en la batalla.
4 De ellos saldrá la piedra angular
y estacas para las tiendas,
los arcos guerreros
y los capitanes;
5 todos juntos serán como soldados
que pisan el barro de la calle
en la batalla; pelearán
porque el Señor está con ellos,
y los jinetes saldrán derrotados.
6 Fortaleceré a la casa de Judá,
daré la victoria a la casa de José,
los devolveré a su patria
porque me dan lástima,
y serán
como si no los hubiera rechazado.
Yo soy el Señor, su Dios,
que les responde.
7 Efraín será como un soldado,
se sentirá alegre,
como si hubiera bebido;
sus hijos al verlo se alegrarán,
se sentirán gozosos con el Señor.
8 Silbaré para reunirlos,
porque los rescaté,
y serán tan numerosos como antes.
9 Si los dispersé por varias naciones,
allá lejos criarán hijos,
se acordarán de mí y volverán.
10 Los devolveré a su patria
desde Egipto,
los reuniré en Asiria,
los conduciré a Galaad y al Líbano
y ni siquiera así
habrá sitio suficiente.
11 Entonces atravesarán un mar hostil:
golpearé el mar agitado
y se secará el fondo del Nilo.
Será abatido el orgullo de Asiria
y arrancado el cetro de Egipto;
12 con la fuerza del Señor
avanzarán en su nombre
– oráculo del Señor– .

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Introducción a Zacarías

ZACARÍAS

Uno o dos Zacarías. La mayoría de los comentaristas modernos distinguen dos partes en el libro (1-8 y 9-14), diversas por el contenido, estilo e intención. La primera se ocupa del templo, la segunda prescinde de él; la primera da mucha importancia a la actividad humana, la segunda sólo se fija en la acción de Dios; la primera estima mucho la profecía, la segunda asiste a su desaparición; la primera es libro de visiones, la segunda de oráculos; en la primera abundan los datos biográficos, en la segunda son escasos; en la primera abundan las fórmulas proféticas, en la segunda las apocalípticas. La primera parte recogería la predicación de Zacarías, contemporáneo de Ageo; la segunda sería obra de otro autor de época posterior.

Zacarías y su época.
Aparece citado, junto con Ageo, en Esd_5:1 y 6,14, como inspirador de la reconstrucción del templo. Probablemente perteneció a una familia sacerdotal y, como tal, fue llamado desde muy joven al servicio del templo. Su actividad se extiende hasta diciembre del 518 a.C. Coincidió por poco tiempo con Ageo, con quien compartió los dos grandes temas de predicación, reconstrucción del templo y la restauración escatológica.
Sobre la época véase la introducción a Ageo. En cuanto al contexto histórico de la segunda parte del libro: Zacarías II (9-14), es muy difícil de precisar. Los nombres mencionados, tales como Asiria, Egipto, etc., más que referirse a una situación presente, evocan el pasado para resaltar que lo que Dios hizo con esos pueblos lo sigue y seguirá haciendo, como Señor de la historia, con otros pueblos.

Mensaje religioso. Zacarías se inserta conscientemente en la línea de los antiguos profetas (1,4), predica la conversión, inculca exigencias éticas, critica el culto sin justicia. Depende de Isaías II (2,10-17) y más de Ezequiel en procedimientos literarios.
Como para Ageo, también para Zacarías la reconstrucción del templo es garantía de la restauración de la era mesiánica. Este futuro mesiánico es descrito en la segunda parte del libro en un estilo visionario que está anticipando ya la literatura apocalíptica. Aunque difícil de entender para nosotros, este Zacarías II es el más citado en el Nuevo Testamento, cuyos autores vieron realizados en la pasión de Jesucristo el simbólico mensaje del profeta.

Fuente: La Biblia de Nuestro Pueblo (Liturgical Press, 2006),

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Notas

Zacarías 10,3-12Repatriación. Como otros profetas anteriores, Zacarías denuncia la irresponsabilidad de los pastores -reyes- de Israel (cfr. Jer_23:1-3). A causa de ellos el pueblo se ha extraviado. Por tal motivo, el Señor tomará represalias contra pastores y machos cabríos -¿jefes?-, pero su acción no se queda en el mero castigo. Su verdadera acción está en reunir de nuevo a las ovejas dispersas y encargarse Él mismo de su cuidado. La dispersión del rebaño ha sido aprovechada por los poderosos para oprimir a las ovejas; pues bien, con esas mismas ovejas débiles y dispersas, Dios hará su caballo glorioso con el que aplastará la prepotencia de las naciones que se creen invencibles. El avance del vencedor será la gloria para Israel.
Nótese la utilización de imágenes que recuerdan la liberación de Egipto y el paso del Mar Rojo (Jer_10:10-12). Este triunfo definitivo de los que antes estaban derrotados no puede menos que ser cantado con júbilo (cfr. Éxo_15:1-21). Los que se creían grandes, poderosos e invencibles han caído y se han hecho cenizas. El lamento o la invitación a gemir (Éxo_11:2), es una sátira contra la prepotencia de los poderosos.