Lucas 12 La Biblia de Nuestro Pueblo (2006) | 59 versitos |
1

Contra la hipocresía
Mt 16,6; Mc 8,15

Entre tanto, miles de personas se agolpaban pisándose unos a otros. Él se dirigió primero a los discípulos:
– Cuídense de la levadura – o sea, de la hipocresía– de los fariseos.
2

Mt 10,26s

Nada hay encubierto que no se descubra, nada oculto que no se divulgue.
3 Porque lo que digan de noche se escuchará en pleno día; lo que digan al oído en el sótano se proclamará desde las azoteas.
4

No teman
Mt 10,28-31

A ustedes mis amigos les digo que no teman a los que matan el cuerpo y después no pueden hacer nada más.
5 Yo les indicaré a quién deben temer: teman al que después de matar tiene poder para arrojar al infierno.
Sí, les repito, teman a ése.
6 ¿No se venden cinco gorriones por dos monedas? Sin embargo, Dios no olvida a ninguno de ellos.
7 En cuanto a ustedes hasta los pelos de su cabeza están todos contados. No tengan miedo, que ustedes valen más que muchos gorriones.
8

Confesar a Jesús
Mt 10,32s

Les aseguro que a quien me reconozca abiertamente ante los hombres, el Hijo del Hombre lo reconocerá ante los ángeles de Dios.
9 Pero a quien me niegue ante los hombres, lo negará ante los ángeles de Dios.
10 Al que diga una palabra contra el Hijo del Hombre se le perdonará; al que blasfeme contra el Espíritu Santo no se le perdonará.
11 Cuando los conduzcan a las sinagogas, ante los jefes o autoridades, no se preocupen de cómo se van a defender o qué van a decir;
12 el Espíritu Santo les enseñará en aquel momento lo que hay que decir.
13

Contra la ambición

Uno de la gente dijo:
– Maestro, dile a mi hermano que reparta la herencia conmigo.
14 Jesús le respondió:
– Amigo, ¿quién me ha nombrado juez o árbitro entre ustedes?
15 Y les dijo:
–¡Estén atentos y cuídense de cualquier codicia, que, por más rico que uno sea, la vida no depende de los bienes!
16 Y les propuso una parábola:
– Las tierras de un hombre dieron una gran cosecha.
17 Él se dijo: ¿qué haré, si no tengo dónde guardar toda la cosecha?
18 Y dijo: Haré lo siguiente: derribaré los graneros y construiré otros mayores en los cuales meteré mi trigo y mis bienes.
19 Después me diré: Querido amigo, tienes acumulados muchos bienes para muchos años; descansa, come, bebe y disfruta.
20 Pero Dios le dijo: ¡Necio, esta noche te reclamarán la vida! Lo que has preparado, ¿para quién será?
21 Así le pasa al que acumula tesoros para sí y no es rico a los ojos de Dios.
22

Confianza en Dios
Mt 6,25-33

A [sus] discípulos les dijo:
– Por eso les digo que no anden angustiados por la comida para conservar la vida o por la ropa para cubrir el cuerpo.
23 La vida vale más que la comida y el cuerpo más que la ropa.
24 Miren a los cuervos: no siembran ni cosechan, no tienen graneros ni despensas, y Dios los alimenta. Cuánto más valen ustedes que las aves.
25 ¿Quién de ustedes puede, por mucho que se inquiete, prolongar su vida un poco?
26 Si no tienen poder en lo más pequeño, ¿por qué se preocupan de lo demás?
27 Miren cómo crecen los lirios, sin trabajar ni hilar. Les aseguro que ni Salomón, en el esplendor de su gloria, se vistió como uno de ellos.
28 Pues si a la hierba del campo, que hoy crece y mañana la echan al horno, Dios la viste así, ¡cuánto más a ustedes, hombres de poca fe!
29 No anden buscando qué comer o qué beber; no se angustien.
30 Todo eso son cosas que busca la gente del mundo. En cuanto a ustedes el Padre sabe que las necesitan.
31 Basta que busquen su reino y lo demás lo recibirán por añadidura.
32

Sobre el poseer
Mt 6,19-21

No temas, pequeño rebaño, que el Padre de ustedes ha decidido darles el reino.
33 Vendan sus bienes y den limosna. Consigan bolsas que no se rompan, un tesoro inagotable en el cielo, donde los ladrones no llegan ni los roe la polilla.
34 Porque donde está el tesoro de ustedes, allí también estará su corazón.
35

Vigilancia
cfr. Mt 25,1-13

Tengan la ropa puesta y las lámparas encendidas.
36 Sean como aquellos que esperan que el amo vuelva de una boda, para abrirle en cuanto llegue y llame.
37 Dichosos los sirvientes a quienes el amo, al llegar, los encuentre despiertos: les aseguro que él mismo recogerá su túnica, los hará sentarse a la mesa y les irá sirviendo.
38 Y si llega a media noche o de madrugada y los encuentra así, dichosos ellos.
39 Entiendan bien esto, si el dueño de casa supiera a qué hora iba a llegar el ladrón, no le dejaría abrir un boquete en su casa.
40 Ustedes también estén preparados, porque cuando menos lo piensen llegará el Hijo del Hombre.
41

Mt 24,45-51; cfr. Mc 13,33-37

Pedro le preguntó:
– Señor, ¿dices esta parábola por nosotros o por todos?
42 El Señor contestó:
–¿Quién es el administrador fiel y prudente a quien el señor pondrá al frente de su personal, para que les reparta las raciones de comida a su tiempo?
43 Dichoso aquel sirviente a quien su señor, al llegar, lo encuentre actuando así.
44 Les aseguro que le encomendará administrar todos sus bienes.
45 Pero si aquel sirviente, pensando que su señor tarda en llegar, se pone a pegar a los muchachos y muchachas, a comer y beber y emborracharse,
46 llegará el señor de aquel sirviente el día y la hora menos esperados, lo castigará y lo tratará como a los traidores.
47 Aquel sirviente que, conociendo la voluntad de su señor, no prepara las cosas ni cumple lo mandado, recibirá un castigo severo;
48 pero aquel que sin saberlo, cometa acciones dignas de castigo, será castigado con menos severidad.
A quien mucho se le dio mucho se le pedirá; a quien mucho se le confió mucho más se le exigirá.
49

La alternativa de Jesús
Mt 10,34-36

Vine a traer fuego a la tierra, y, ¡cómo desearía que ya estuviera ardiendo!
50 Tengo que pasar por un bautismo, y, ¡qué angustia siento hasta que esto se haya cumplido!
51 ¿Piensan que vine a traer paz a la tierra? No he venido a traer la paz sino la división.
52 En adelante en una familia de cinco habrá división: tres contra dos, dos contra tres.
53 Se opondrán padre a hijo e hijo a padre, madre a hija e hija a madre, suegra a nuera y nuera a suegra.
54

Las señales del tiempo
Mt 16,2

A la multitud le dijo:
– Cuando ven levantarse una nube en oriente, enseguida dicen que lloverá, y así sucede.
55 Cuando sopla el viento sur, dicen que hará calor, y así sucede.
56 ¡Hipócritas! Saben interpretar el aspecto de la tierra y el cielo, ¿cómo entonces no saben interpretar el momento presente?
57

Llegar a acuerdos
Mt 5,25s

¿Por qué no juzgan ustedes mismos lo que es justo?
58 Cuando acudas con tu rival al juez, procura lograr un arreglo con él mientras vas de camino; no sea que te arrastre hasta el juez, el juez te entregue al guardia y el guardia te meta en la cárcel.
59 Te digo que no saldrás de allí hasta haber pagado el último centavo.

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Introducción a Lucas

Lucas

Contexto histórico. La obra de Lucas nos sitúa en la segunda generación cristiana. Los cristianos se van asentando y expandiendo cada vez más dentro del mundo romano, aunque son vistos frecuentemente con recelo y sospecha. Urge, pues, presentar el ideal cristiano como un ideal apto e inofensivo para la sociedad romana, como una práctica religiosa que puede subvertir el mundo no con la violencia de las armas ni de las guerras, sino con la fuerza del Espíritu que ya está actuando y que va convirtiendo muchos corazones al Señor Jesús. Por otro lado, en la medida que se radicaliza la ruptura entre la Iglesia cristiana y la Sinagoga judía, va surgiendo en las comunidades cristianas cierto rechazo a la historia de salvación precedente, y es necesario resaltar que une el cristianismo con el judaísmo. Este es, quizás, el contexto en que Lucas escribe su evangelio.

Destinatarios.
Por los datos que nos brinda el evangelio, se trataría de una comunidad de cristianos mayoritariamente de origen pagano y geográficamente distante de Palestina. Ella estaría llamada a ser testigo del plan liberador de Dios en el mundo, plan liberador que difiere en todo al plan del imperio, pues no se basa en las armas, sino en el poder de Dios que actúa en la Iglesia. Plan que ya estaba presente en la historia a través de los profetas del Antiguo Testamento y que ahora por medio del Espíritu de Jesús se va realizando en la Iglesia, nuevo pueblo de Dios.

Autor, fecha y lugar de composición.
La tradición lo ha titulado «según san Lucas», dando así su autoría al «médico querido» de Pablo ( Col_4:14 ), que también aparece en Flm_1:24 . En cuanto a la fecha de su composición, el autor tiene noticia de la destrucción de Jerusalén (año 70), pero no de la persecución de Domiciano (año 90-95), y también parece vivir el rechazo oficial de la sinagoga a los cristianos (entre el año 85 y 90); por eso muchos biblistas sugieren como fecha probable la década de los 80. En cuanto al lugar de su composición hay mucha conjetura. La tradición habla tanto de Cesarea, Alejandría como del sur de Grecia, entre otros lugares.

Un evangelio que forma parte de una gran obra singular.
A pesar de su fuerte dependencia de Marcos y del hipotético documento Q, Lucas presenta un evangelio muy peculiar que le distingue notablemente de los demás.
Parte de un plan más amplio
. . Constituye la primera parte de una obra mayor que continúa con los Hechos de los Apóstoles, y ocupa una posición intermedia en el gran arco de la historia de la salvación, que comprende: el tiempo de las promesas del Antiguo Testamento; el tiempo de Jesús, realización de las promesas del Antiguo Testamento; y el tiempo de la Iglesia, el tiempo de la acción del Espíritu Santo. La conexión entre estos «tres tiempos» de la historia de la salvación es esencial para conocer la misión de Jesús tal como nos la presenta Lucas en su evangelio. Los personajes de la infancia, especialmente Simeón, encarnan esa tensión entre el pasado y el momento culminante que ha llegado. No menos importante es la continuación de la obra de Jesús: la expansión de la Iglesia. Como el Antiguo Testamento profetiza y prefigura a Jesús, así Jesús profetiza y prefigura la misión de los apóstoles. Los forma a su lado, los instruye, los previene, les da su Espíritu. Después, al contar sus «Hechos», Lucas se complace en establecer paralelos, en ver en esos pioneros de la primera evangelización el modelo de Jesús que sigue presente y actuando en su Iglesia y en el mundo.
Visión histórica.
Lucas se presenta como un historiador al mejor estilo griego: cuidadoso en consultar sus fuentes y exponer los hechos. Sabe recoger y ordenar los datos de los acontecimientos que le interesa narrar. Sin dejar de proclamar la fe, intenta hacer una obra de historiador. Entrelaza su relato con fechas de la historiografía secular, colocando así la misión de Jesús en el amplio marco de los acontecimientos del imperio. En su evangelio una comunidad de creyentes, autónoma y consolidada vuelve la mirada hacia sus orígenes, hacia la vida de Jesús, desde sus inicios hasta su ascensión al cielo. Y a la vez, una comunidad, sanada ya de aguardar una parusía inminente, toma conciencia de su ser y de su vocación histórica en el seno de la ordenación política y cultural de su tiempo.

Jerusalén
. Es el centro geográfico y teológico de su obra. Allí comienza y concluye el itinerario de Jesús. De allí arranca la evangelización, en alas del Espíritu, hasta el confín del mundo.

Jesús, movido por el Espíritu, anuncia la liberación. Los «tres tiempos» de la historia de la salvación se mueven en Lucas a impulso del Espíritu Santo. Es Él el que inspira y guía a los profetas y las profetisas del Antiguo Testamento hasta sus dos últimos representantes, Simeón y Ana ( Col_2:25-38 ). Es Él el que desciende plena y definitivamente sobre Jesús de Nazaret ( Col_3:21 s). Y es Él el que, siendo ya el Espíritu del resucitado, inaugura el tiempo de la Iglesia en Pentecostés, llevando la palabra de vida y liberación del Evangelio hasta los confines del mundo y hasta el final de los tiempos. El tema dominante de su evangelio arranca de la escena programática en la que Jesús, movido por el Espíritu, da inicio a su ministerio: «El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido para que dé la Buena Noticia a los pobres... la libertad a los cautivos... a los oprimidos... para proclamar el año de gracia del Señor» ( Col_4:18 s). Después vendrá el viaje ascencional hacia Jerusalén ( Col_9:51 ), que llevará a Jesús junto a sus discípulos hacia la cruz, hacia el cielo.
Por el camino va derramando la misericordia y el perdón, acogiendo a los pecadores, buscando a los extraviados y ayudando a los pobres y necesitados. Su predicación se abre a los paganos -incluso procura dejar bien parados a varios personajes romanos-, a la vez que registra una creciente oposición de las autoridades judías. Las mujeres, minusvaloradas y despreciadas en su cultura, desempeñan un papel sobresaliente en su ministerio. Como fruto de la liberación, va dejando tras de sí una estela de gozo y de alegría. El Espíritu comienza a actuar, preparando su acción dominante en los Hechos.
Con otra escena programática cierra Lucas su evangelio: Jesús resucitado, en viaje hacia Emaús, propone la clave pascual del cumplimiento de la profecía y la sella con una eucaristía ( Col_24:13-35 ).

Sinopsis. Empieza con una doble introducción, notable por su construcción en bloques paralelos: infancia de Juan y de Jesús (1s). Continúa con el bautismo y las tentaciones ( Col_3:1-4 , 13). El ministerio en Galilea se abre con la fuerza del Espíritu ( Col_4:14 ) y se cierra con el poder del nombre de Jesús actuando más allá del círculo de sus discípulos ( Col_9:49 s). Sigue el gran viaje a Jerusalén como cuadro narrativo (,28) y concluye toda la obra en esta ciudad: confrontación, pasión, muerte, resurrección y ascensión (,53).

Fuente: La Biblia de Nuestro Pueblo (Liturgical Press, 2006),

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Notas

Lucas 12,4-12No teman - Confesar a Jesús. Ahora Jesús se dirige a sus discípulos y a la gente llamándolos a todos «mis amigos». Los seguidores y amigos de Jesús no deben tener miedo, la primera arma con que pueden contar es la libertad interior que Dios mismo dona a través del Espíritu. Jesús tolera que se le rechace a Él, pero lo que no tolera y, antes bien, condena, es la hostilidad contra el Espíritu Santo: podríamos pensar en esa actitud que Jesús mismo ha venido desenmascarando en el fariseísmo legalista: hacer ver como bueno y perfecto lo que es malo o por lo menos dañino, y hacer ver como malo lo que es bueno; así es como ellos no entran ni dejan entrar.


Lucas 12,13-34Contra la ambición - Confianza en Dios - Sobre el poseer. La clave para entender este pasaje, cargado de comparaciones y dichos sapienciales, la encontramos en el versículo 31, la búsqueda del reinado de Dios como presupuesto único y fundamental para la vivencia de unas relaciones justas y para experimentar y gozar del valor principal de todos los hombres y mujeres: el don de la vida. Jesús no predica un providencialismo ingenuo; por entender así la predicación de Jesús, más de la mitad de la humanidad se tiene que conformar con ver cómo unos cuantos se apoderan de los bienes materiales e inmateriales.
Lucas 12,35-48Vigilancia. En consonancia con la sección anterior, Jesús llama a estar atentos y vigilantes. La gracia que hemos recibido como regalo de Dios no es para guardarla, sino para ponerla en ejercicio continuo, permanente. Jesús declara dichoso al que sea encontrado trabajando, poniendo todo su empeño y sus esfuerzos en la construcción de esa sociedad nueva que tiene que inaugurar la presencia del reino. Si nos visitara el Señor ahora, ¿cómo nos encontraría?
Lucas 12,49-59La alternativa de Jesús - Las señales del tiempo - Llegar a acuerdos. En griego se designa al tiempo de dos maneras: el kronos, o sea, el tiempo que transcurre minuto a minuto, día a día, y del cual podemos llevar un control por medio del reloj, el calendario o la agenda; es el tiempo cuantitativo, y es el que más determina nuestra vida. La otra expresión que se refiere al tiempo es kairós, que puede entenderse como una coyuntura especial que sucede en el kronos, pero que tiene la virtud de transformar la vida, de darle dimensiones nuevas a la experiencia de la cotidianidad; el kairós no tiene en cuenta el número de días o de años, sino cómo este instante, este día, este año fue vivido, aprovechado o en qué medida nos hizo crecer. Jesús critica a su generación porque se ha dejado dominar completamente por el kronos y, por lo tanto, no va más allá de sus afanes para percibir la experiencia de la presencia del reino entre ellos.