Eclesiástico 13 La Biblia de Nuestro Pueblo (2006) | 16 versitos |
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Trato con el rico

A quien toca la brea se le pega la mano,
quien se junta con el mentiroso aprende sus costumbres.
3 No levantes un peso superior a tus fuerzas,
no busques la compañía de personas más ricas que tú,
¿puede juntarse el jarro de metal con la olla de barro?,
chocarán y la olla se romperá.
4 El rico ofende y encima se siente orgulloso,
el pobre es ofendido y encima pide perdón.
5 Si le eres útil, se servirá de ti;
si ya no le eres útil, renuncia a ti;
6 si tienes algo, te dirá buenas palabras,
pero te explotará sin que le duela;
7 si te necesita, te tratará bien,
y con sonrisas te infundirá confianza;
te dirá amablemente: ¿qué necesitas?,
y con sus manjares te avergonzará;
8 mientras se aprovecha de ti, te engaña;
a la segunda y a la tercera te amenazará;
más tarde, al verte, te evitará
y moverá la cabeza riéndose de ti.
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Trato con el noble

Cuídate de ser presumido,
no imites a los faltos de juicio.
10 Si estás cerca de un noble, guarda las distancias,
y él insistirá para que te acerques;
11 no te acerques mucho, no sea que te aparte;
no te apartes mucho, no te hagas antipático;
12 no te tomes libertades con él
ni te fíes de sus muchos razonamientos,
pues con sus razonamientos te pone a prueba
y sonriendo te examina.
13 Cruelmente se burlará de ti
y no te ahorrará cadenas.
14 Ten cuidado y ponte en guardia
y no camines con hombres violentos.
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Ricos y pobres

Todo animal ama a los de su especie:
lo mismo el hombre, a los que se le asemejan;
16 no se junta el lobo con el cordero
ni el malvado con el justo, ni el rico con el necesitado.

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Introducción a Eclesiástico

ECLESIÁSTICO

El libro, su autor y fecha de composición. El título del libro y la firma del autor se encuentran en la parte final de la obra (57,27-29), como en el Eclesiastés. Bajo el título encontramos reunidos varios términos sapienciales: enseñanza, consejo, prudencia, sabiduría. El autor es «Simón, hijo de Jesús, hijo de Eleazar, hijo de Sirá» (50,27), hombre culto y experimentado, conocedor, por sus viajes, de diversos pueblos y culturas.
El libro fue compuesto en hebreo hacia el año 197 a.C. para reafirmar a los judíos de la Diáspora en la fidelidad a la ley y a la tradición de sus mayores, frente a la influencia generalizada de la cultura helenista. El texto hebreo desapareció pronto, quizás por no ser considerado como canónico por una parte de la tradición judía. Desde finales del s. XIX hasta la fecha, sin embargo, han ido apareciendo en diversos lugares fragmentos sueltos del original hebreo que equivalen a dos tercios de la obra completa.
La traducción griega, hacia el año 132 a.C., se debió al nieto de Ben Sirá. El abuelo había escrito en una lengua hebrea más bien académica, según los módulos formales hebreos. El nieto traduce al griego, lengua culta de estructura y estilo bien diversos. Cuenta con el antecedente de otros libros traducidos al griego. Su aclaración parece tener un tono apologético frente a los clásicos de la literatura griega: quiere salvar el prestigio del abuelo y de la literatura de su pueblo.
La «Sabiduría de Ben Sirá», uno de los libros más extensos del Antiguo Testamento, fue aceptado como canónico por la tradición cristiana, y llegó a ser tan leído en la Iglesia antigua que recibió el título de «Eclesiástico».

Contenido del Eclesiástico. Con Jesús Ben Sirá llegamos a un ejercicio profesional del saber, practicado en una escuela. Según sus confesiones en el libro, el autor se ha dedicado al estudio, enseñanza y exposición de lo que era tradicionalmente la sabiduría, sensatez o prudencia. Mantiene como fuentes del saber la experiencia, la observación y la reflexión; al mismo tiempo subraya el valor de la tradición (30,25; 36,16) y la necesidad de la oración (39,5-8).
En su tiempo la sabiduría consistía en buena parte en el estudio y comentario de textos bíblicos, narrativos y legales. De ordinario no cita explícitamente el pasaje comentado, se contenta con aludirlo; supone, quizás, que sus discípulos lo conocen. Al final del libro ofrece un brevísimo resumen de historia, en forma de tratado de vidas ilustres.
El principio de su doctrina consiste en una correlación: lo supremo de la sabiduría es el respeto o reverencia de Dios, y esto se traduce en el cumplimiento de la ley, sobre todo en lo que respecta a la justicia y misericordia para con los débiles y necesitados. Es en Israel donde esta sabiduría se ha hecho presente y operante.
Hombre tradicionalmente piadoso y humano, Ben Sirá, sabe inspirar la piedad y la confianza en Dios a sus oyentes. De todas formas, el horizonte en que se mueve su enseñanza no va más allá de la vida presente donde, según la doctrina tradicional de la retribución, Dios recompensará al que le permanece fiel y castigará a los descarriados.



PRÓLOGO

Muy pocos libros del Antiguo Testamento cuentan con una información tan explícita de la totalidad de la obra, tal como lo encontramos aquí. Estas líneas escritas por el traductor del libro del hebreo al griego, nos informa varias cosas importantes: 1. Los motivos que tuvo para escribirlo: para que los lectores aprendan y puedan ayudar a los de fuera. 2. El autor: mi abuelo Jesús. Este Jesús, según 50,27 es hijo de un tal Eleazar, hijo de Sirá, de Jerusalén. 3. Las fuentes que inspiraron al autor: La Ley, los Profetas y los restantes libros paternos. 4. Motivos y destinatarios de la traducción al griego: ofrecer a los judíos de la dispersión la oportunidad de instruirse en las tradiciones de su pueblo, en una lengua que dominaban más que la de sus ancestros. 5. Contexto del traductor y de la traducción: Egipto, año 132; finalización del trabajo de traducción, año 117 a.C.

Fuente: La Biblia de Nuestro Pueblo (Liturgical Press, 2006),

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Notas

Eclesiástico 13,1-7Trato con el rico. Según Ben Sirá, hay una incompatibilidad natural entre el rico y el pobre. Las dos imágenes que utiliza para ilustrar este punto de vista son muy sugerentes: «quien toca la brea se le pega la mano» (1), y el cacharro de hierro que no debe juntarse con la olla de barro (2). La cuestión es, entonces, que hay que evitar la compañía del rico para no terminar siendo víctima de su explotación y, por tanto, humillado por él. A la luz del Evangelio, esta advertencia no vale tanto para los empobrecidos cuanto para los ricos, para los que han amasado su fortuna con la sangre del humilde y del desposeído; si ellos no renuncian a sus riquezas, no tendrán lugar en el reino de los cielos; y a la luz de la moderna concepción socio-antropológica de la realidad habría que agregar que si no se comprometen también ellos en la lucha real y efectiva contra las estructuras que generan la injusticia, no entrarán en el reino de los cielos.


Eclesiástico 13,8-13Trato con el noble. Otro binomio que forma parte de este dualismo tan amado por el mundo griego antiguo y que también es tema de las enseñanzas de Ben Sirá, es el noble y el humilde (de origen humilde), la recomendación que debe seguir el sabio es el trato distante, no involucrarse con el noble, pero tampoco hacerse antipático; en todo caso, lo mejor es guardar prudentemente las distancias.
Eclesiástico 13,15-24Ricos y pobres. Una vez más el tema de aquella incompatibilidad entre el rico y el pobre. En todos los casos el pobre es el peor librado, parece como si ser pobre fuera ciertamente una maldición; ¿cómo habría que entender entonces la bienaventuranza de los pobres? ¿Cuándo y cómo ellos serán dichosos? ¿Cuándo su dignidad será respetada y su voz escuchada? Cuando se den dos condiciones necesarias e imprescindibles: 1. Cuando el rico asuma que su actitud es dañina para sí mismo porque en el fondo se ha hecho esclavo del dios dinero, del tener y del dominar, y dañina para los otros porque los convierte en objetos que le producen enriquecimiento. 2. Cuando el pobre asuma que su condición no es exactamente la que Dios quiere, que su empobrecimiento no es dignificante y que por tanto tiene que ponerse en camino de construir una sociedad más solidaria que genere denuncia y lucha contra las estructuras injustas; pero en solidaridad, generando resistencia contra la injusticia personal y estructural. Ahí sí comienzan a hacerse realidad las palabras de Jesús, porque así sí se va descubriendo que en ese proceso de resistencia y de lucha está realmente la presencia de Dios y que su proyecto va tomando forma.