Eclesiástico 42 La Biblia de Nuestro Pueblo (2006) | 32 versitos |
1 De repetir lo que has escuchado y de revelar secretos.
Ésta será vergüenza auténtica que te traerá el favor de todos.
Pero de lo siguiente no te avergüences
ni peques por respetos humanos:
2 de la ley y mandatos del Altísimo,
de declarar libre al acusado inocente,
3 de ajustar cuentas con el socio o el amo,
de repartir una herencia o propiedad,
4 de usar pesas y balanzas exactas, de pesas y medidas controladas,
de obtener grandes y pequeñas ganancias,
5 de ganar comerciando con viajantes,
de educar con rigor a un hijo,
de castigar a un mal servidor,
6 de encerrar a la mujer infiel,
de echar llave donde hay muchas manos,
7 de contar bien el dinero de un depósito,
de anotar lo que das o recibes,
8 de corregir al necio y al inexperto
y al viejo que se aconseja con prostitutas.
Así serás verdaderamente prudente
y serás estimado de todos.
9

Cuidados por la hija

Una hija es tesoro inseguro para su padre,
le quita el sueño por la preocupación:
si es joven, teme que se le quede sin casar;
si casada, que se la repudien;
10 si doncella, que se la seduzcan;
si casada, que sea infiel;
en la casa paterna, que quede encinta;
en casa del marido, que sea estéril.
11 Vigila a tu hija doncella,
para que no te acarree mala fama,
comentarios de la ciudad, desprecio de la gente
y burlas de los que se reúnen en la plaza.
Donde ella vive no debe haber ventana
ni su entrada se debe ver de todas partes.
12 Que no exhiba su belleza ante cualquier hombre
ni trate familiarmente con las mujeres;
13 porque del vestido sale la polilla
y de la mujer la malicia femenina.
14 Mejor es la dureza del marido que la indulgencia de la mujer,
la de mala fama trae infamia a la casa.
15

TERCERA PARTE
HIMNO POR LA NATURALEZA Y LA HISTORIA
El Creador

Voy a recordar las obras de Dios y a contar lo que he visto:
por la Palabra de Dios son creadas sus obras
y de su voluntad reciben su tarea.
16 El sol sale mostrándose a todos,
la gloria del Señor llena todas sus obras.
17 Aun los santos de Dios no bastaron
para contar las maravillas del Señor.
Dios fortaleció sus ejércitos,
para que estén firmes en presencia de su gloria.
18 Sondea el Abismo y el corazón,
penetra los secretos de ambos,
19 declara el pasado y el futuro
y revela los misterios escondidos.
20 No se le oculta ningún pensamiento
ni se le escapa palabra alguna.
21 Ha establecido el poder de su sabiduría,
es el único desde la eternidad;
nada le puede ser quitado ni añadido ni le hace falta un maestro.
22 ¡Qué amables son todas tus obras!,
y eso que no vemos más que una chispa.
23 Todas viven y duran eternamente
y obedecen en todas sus funciones.
24 Todas difieren unas de otras, y no ha hecho ninguna inútil.
25 Todas, una tras otra, muestran su belleza:
¿quién se saciará de contemplar su hermosura?
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Introducción a Eclesiástico

ECLESIÁSTICO

El libro, su autor y fecha de composición. El título del libro y la firma del autor se encuentran en la parte final de la obra (57,27-29), como en el Eclesiastés. Bajo el título encontramos reunidos varios términos sapienciales: enseñanza, consejo, prudencia, sabiduría. El autor es «Simón, hijo de Jesús, hijo de Eleazar, hijo de Sirá» (50,27), hombre culto y experimentado, conocedor, por sus viajes, de diversos pueblos y culturas.
El libro fue compuesto en hebreo hacia el año 197 a.C. para reafirmar a los judíos de la Diáspora en la fidelidad a la ley y a la tradición de sus mayores, frente a la influencia generalizada de la cultura helenista. El texto hebreo desapareció pronto, quizás por no ser considerado como canónico por una parte de la tradición judía. Desde finales del s. XIX hasta la fecha, sin embargo, han ido apareciendo en diversos lugares fragmentos sueltos del original hebreo que equivalen a dos tercios de la obra completa.
La traducción griega, hacia el año 132 a.C., se debió al nieto de Ben Sirá. El abuelo había escrito en una lengua hebrea más bien académica, según los módulos formales hebreos. El nieto traduce al griego, lengua culta de estructura y estilo bien diversos. Cuenta con el antecedente de otros libros traducidos al griego. Su aclaración parece tener un tono apologético frente a los clásicos de la literatura griega: quiere salvar el prestigio del abuelo y de la literatura de su pueblo.
La «Sabiduría de Ben Sirá», uno de los libros más extensos del Antiguo Testamento, fue aceptado como canónico por la tradición cristiana, y llegó a ser tan leído en la Iglesia antigua que recibió el título de «Eclesiástico».

Contenido del Eclesiástico. Con Jesús Ben Sirá llegamos a un ejercicio profesional del saber, practicado en una escuela. Según sus confesiones en el libro, el autor se ha dedicado al estudio, enseñanza y exposición de lo que era tradicionalmente la sabiduría, sensatez o prudencia. Mantiene como fuentes del saber la experiencia, la observación y la reflexión; al mismo tiempo subraya el valor de la tradición (30,25; 36,16) y la necesidad de la oración (39,5-8).
En su tiempo la sabiduría consistía en buena parte en el estudio y comentario de textos bíblicos, narrativos y legales. De ordinario no cita explícitamente el pasaje comentado, se contenta con aludirlo; supone, quizás, que sus discípulos lo conocen. Al final del libro ofrece un brevísimo resumen de historia, en forma de tratado de vidas ilustres.
El principio de su doctrina consiste en una correlación: lo supremo de la sabiduría es el respeto o reverencia de Dios, y esto se traduce en el cumplimiento de la ley, sobre todo en lo que respecta a la justicia y misericordia para con los débiles y necesitados. Es en Israel donde esta sabiduría se ha hecho presente y operante.
Hombre tradicionalmente piadoso y humano, Ben Sirá, sabe inspirar la piedad y la confianza en Dios a sus oyentes. De todas formas, el horizonte en que se mueve su enseñanza no va más allá de la vida presente donde, según la doctrina tradicional de la retribución, Dios recompensará al que le permanece fiel y castigará a los descarriados.



PRÓLOGO

Muy pocos libros del Antiguo Testamento cuentan con una información tan explícita de la totalidad de la obra, tal como lo encontramos aquí. Estas líneas escritas por el traductor del libro del hebreo al griego, nos informa varias cosas importantes: 1. Los motivos que tuvo para escribirlo: para que los lectores aprendan y puedan ayudar a los de fuera. 2. El autor: mi abuelo Jesús. Este Jesús, según 50,27 es hijo de un tal Eleazar, hijo de Sirá, de Jerusalén. 3. Las fuentes que inspiraron al autor: La Ley, los Profetas y los restantes libros paternos. 4. Motivos y destinatarios de la traducción al griego: ofrecer a los judíos de la dispersión la oportunidad de instruirse en las tradiciones de su pueblo, en una lengua que dominaban más que la de sus ancestros. 5. Contexto del traductor y de la traducción: Egipto, año 132; finalización del trabajo de traducción, año 117 a.C.

Fuente: La Biblia de Nuestro Pueblo (Liturgical Press, 2006),

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Notas

Eclesiástico 42,1-8Vergüenza. La sabiduría no puede ser algo oculto, debe ser reconocida, y ese carácter público ha de servir para el discernimiento de lo que debe constituir una vergüenza para el sabio (41,14-42,1) y aquello por lo cual no vale la pena avergonzarse. Nótese que los motivos de vergüenza están en relación con el comportamiento ético y moral del individuo. Los motivos que no deben producir vergüenza (42,2-8) están en relación con el cumplimiento de la Ley del Señor y con la práctica de la justicia.


Eclesiástico 42,9-14Cuidados por la hija. Fiel reflejo de la mentalidad de la época de Ben Sirá y, en general de los tiempos bíblicos. Si se prodigan cuidados a la hija, no es por ella misma, porque se le reconozca dignidad o valor como mujer, sino porque es un peligro latente que puede echar por tierra la reputación y la buena fama de su padre. Viendo las cosas así, se entiende por qué una hija es un tormento continuo para el padre mientras está en casa esperando el día de su matrimonio, y otro tormento para su marido... Pero esto no debe formar parte de la mentalidad cristiana de ahora, como ya se ha comentado anteriormente sobre la dignidad de la mujer en nuestras actuales comunidades.
Eclesiástico 42,15-25El Creador. Comienza aquí un largo himno a la naturaleza y a la historia. El tema introductorio es sobre el Creador, donde se resalta la gran sabiduría del Artífice de todo cuanto existe y su designio para que todo cumpla perfectamente su función. Esta armonía y belleza de la creación son motivo para alabarlo y bendecirlo.